Trilogía Lux in Tenebris (I)
A pesar de los años llenos de fama y dinero, Taehyung siempre ha pensado en aquella niña de ojos azules que robó su corazón desde el primer momento en que la vio. Nunca dejó de amarla a lo lejos.
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«Dime cómo respirar sin ser herido»
Mi padre me abraza una vez más al igual que mi hermana, quien no deja de comentar lo apuesto que me veo con el traje negro que estoy utilizando. Sonrío dándole el crédito de todo a Lola por ser una gran estilista y siempre escoger ropa que favorezca mi cuerpo. Ji-Woo sonríe, y me alegra saber que se encuentra mucho más tranquila que ayer.
A pesar de los millones de regalos y buenos deseos que mis invitados me entregan, me cuesta mantener una firme sonrisa durante toda la velada. Puedo apreciar la manera en que mis mejores amigos tratan también de alegrarme la noche a pesar de que estamos distanciados desde que anuncié mi separación del grupo esta mañana por redes sociales. No está siendo fácil para ninguno de nosotros, mucho menos para nuestro equipo.
Mi antiguo representante, Jason, me abraza fuertemente al verme por segunda vez en todo el día. Tuve que pagar un dineral para terminar mi contrato con la disquera, pero estoy agradecido con él por no cobrarme absolutamente nada por finalizar nuestro papeleo antes de tiempo. Ha estado conmigo desde el comienzo, y sé que quiere lo mejor para mí mentalmente, por lo que acepta que quiero tomarme un tiempo para mí mismo, fuera del mundo de las luces.
Estoy por caminar hacia mi hermana menor cuando soy interrumpido por mi más grande ídolo musical. Derek Efron me ofrece una gran sonrisa en medio de la pista de baile al lado de su familia, a lo que sus mellizos me observan de pies a cabeza tratando de guardar su emoción. Gino, por el otro lado, se acerca corriendo hacia mí para abrazarme.
Su padre se parece demasiado a él. Esos peculiares ojos avellanas con un aro dorado alrededor del iris son lo primero que llama la atención. Las remangadas mangas de su camiseta blanca revelan los tatuajes que Derek posee por todos sus brazos, los cuales luce sin problemas. Su rubio cabello cenizo está húmedo todavía gracias a haberse duchado antes de venir.
—¡Feliz cumpleaños! —exclama Gino, riendo. Habla fuerte para que pueda escucharlo a través de todo el bullicio que causa la música sonando por cada lado del local que Hoseok ha rentado —. El regalo de mi padre es el más grande en toda tu mesa. Creo que te va a fascinar.
—Pellízcame, por favor —le pido, a lo que ríe al ver mi reacción por tener a su padre tan cerca.
Desde que tengo uso de razón, Derek es mi inspiración musical en género, ritmo y melodías. Ha sido uno de los grandes talentos musicales en cada una de mis producciones y saber que me encuentro ahora mismo compartiendo su estudio hace que la piel se me ponga de gallina. No he compartido con él jamás como productor, siempre como familia y cercano amigo de mi padre, por lo que no puedo evitar sentirme un poco fuera de lugar al tenerlo en una fiesta para celebrarme.
—Ven a saludar.
Me acerco a su familia para saludar a los mellizos y a la única hermana de la familia. Hope me ofrece una dulce sonrisa y me comenta lo mucho que adora el traje negro con tirantes que llevo puesto, el cual deja a relucir el tatuaje que tengo al costado de cadera. Me causa gracia apreciar la manera en que sus ojos brillan con ganas de querer gritar por tenerme tan cerca, así que beso su mejilla con dulzura para agradecerle por sus buenos deseos.
