Take a chance on me-Tom Holland (EN EDICION)

56.

Isabelle Roberts

Hace unos días habíamos hablado con la señora Robinson y compramos la casa, así que hoy nos iríamos a Nueva York para vender esa casa y terminar todo.

—¿Estas segura que no es riesgoso viajar embarazada?—Dominic preguntó.

—Si, la doctora nos dijo que no había riesgo de aborto.

—Nos llaman cuando lleguen—Nicola dijo.

Le asentí y la abracé.

Estábamos esperando que el avión despegará.

—Mi idea es vender casi todo y solo traernos cosas pequeñas para comprar la mayoría de las cosas aquí en Londres—Tom hablo.

—Está bien—Le dije.

Dormí varias horas y luego desperté cuando quedaba solo una hora para llegar.

Tenía mi mano entrelazada con la de Tom mirando por la ventana, lo mire y lo encontré mirándome.

—¿Que haces?—Reí nerviosa sintiendo cosquillas en mi estómago.

—Te miraba—Solté una risita y apoye mi cabeza en su hombro.

Dejó un beso en mi cabeza y apoyo la suya en la mía.

Volvimos a casa y me senté en el sofá descansando.

—¿Quieres algo de comer?—Me preguntó.

Negué con la cabeza y estiré mis brazos para me abrazara, se sentó a mi lado para abrazarme.

—Te adoro Tom—Le dije apretándolo.

—Yo también Isa—El río bajito.

Me separé de él y bese sus labios.

—Quedemonos así unos minutos—Le pedi, el asintió y pasó su mano por mi hombro rodeándome.

Caí dormida con mi cabeza en su pecho.

Abrí mis ojos y lo vi durmiendo también, me levante a buscar una manta y volví a acurrucarme con el cubriéndonos con esta.

Sentí a Tom moviéndose y desperté.

—Wow dormimos mucho—Dijo al ver todo oscuro.

Bostecé y me levante a prender las luces.

Decidimos comenzar a guardar cosas en cajas como todos los cuadros con fotos nuestras.

Vi un cuadro con una foto de spidey, me puse sentimental y mis ojos se aguaron.

—¿Que tienes ahí?—Me preguntó y le pase el cuadro—Ay mi amor tranquila ven aquí—Se acerco a mi me abrazó.

—No tuvimos suficiente tiempo con el—Le dije.

—Lo se, pero el estaba sufriendo y ahora está en paz descansando—Me dijo.

Lo mire y limpio mis lagrimas.

—Yo también lo extraño y más ahora al llegar a la casa y no tener a nadie que nos reciba pero podemos adoptar un perrito en Londres.

—Ok—Le dije y el me sonrió dejando un beso en mi mejilla.

Seguimos guardando y botando algunas cosas.

—¿Es en serio? ¿Tú tenías esta foto? Ayer la estaba buscando por la casa.

Me la mostró.

—Te ves muy adorable—Le sonreí.

Teníamos muchas cosas que no íbamos a ocupar más.

—Sabes creo que Rafael podría comprarnos esta casa, hace un tiempo me dijo que le encantaría una casa como este y por que no está.

—Tendrías que preguntarle.

Asentí y marqué su teléfono.

—Hasta que te dignas a aparecer—Contestó.

—Lo siento—Reí—¿Como estas?

—Bien ya sabes lo normal ¿Tu?

—Muy bien, tengo dos cosas que decirte.

—Ok, te escucho.

—Estoy embarazada—Dije.

—¿Que? Wow Isa eso es increíble, no puedo creerlo felicidades—Sonreí.

—Gracias Raf, lo otro es que nos mudaremos a Londres.

—Me abandonaras completamente.

—Si algo así—Bromeé—Bueno, estábamos pensado en quien venderle la casa y no se me ocurre nadie mejor que tú.

—¿Su casa?—El me preguntó.

—Si.

—Me encantaría Isabelle.

Sonreí y nos pusimos de acuerdo para la compra.

Paso un mes y ya teníamos todo listo en nuestra casa de Londres, ahora mi estómago aumento muy poco pero solo Tom y yo lo notamos.

Viajamos enseguida la otra semana y llegamos a la que sería nuestra casa oficialmente, estaba todo listo menos las 3 habitaciones.

Me encantaba la casa y me encantaba vivir aquí en Londres, se que a Tom le encanta estar cerca de su familia.

—Te tengo una sorpresa—Tom dijo acercándose con una caja en sus manos.

Le sonreí y mire la caja.

—Espero que te guste—Dejo la caja en el piso.

Me arrodillé a abrir la caja, al hacerlo un pequeño cachorrito blanco saco su cabeza y comenzó a mover rápidamente su cola.

—¡Tom!—Dije tomando al cachorro en mis brazos.

Comenzó a lamerme la cara rápidamente, reí y me acerqué a Tom para besar sus labios.

—Gracias Tom—Le dije al separarme de él, el sonrió y acaricio la cabeza de el cachorro.

El cachorro no se cansaba nunca y no dejaba de correr por toda la casa y así estuvo dos horas hasta que finalmente cayó dormido en medio del salón.

—¿Tiene nombre?

—No—Tom me contestó.

Comencé a pensar en nombres para el pequeño perrito.

—¿Que dices de Tommy?

—No.

Le insistí mirándolo.

—De ninguna manera se llamará Tommy.

—Por favor.

—No. Si tu quieres que cada vez que lo llames o le hables me acuerde de todas mis exes que me llamaban así está bien.

—Bien, no se llamará Tommy—El río—Ya se—Dije.

El me miro atentamente.

—Jack, desde pequeña que he querido tener un perrito y ponerle Jack.

—Ok, Jack me gusta.

—Jack entonces—Sonreí.

Me acerqué a acariciarlo pero despertó y comenzó de nuevo a correr.

Tom rio y se acercó a mi.

—¿Como te llamaras tu bebé?—Se arrodilló para quedar a la altura de mi panza.

—¿Me vas a acompañar a la ecografia?

—Obviamente cariño.

Le sonreí.

—Te llamarás Peter—Susurró y reí.