Take a chance on me-Tom Holland (EN EDICION)

22.

Isabelle Roberts

Desperté desnuda con mis piernas enredadas en las de Tom y su brazo abrazándome.

—Buenos días—La voz ronca de Tom hablo, sonreí volteándome para quedar frente de él.

—Buenos días—Despeje su cara de su cabello.

—¿Podemos quedarnos así por siempre?

—Yo no me opongo.

—Tus padres me agradaron.

—Y tu a ellos—Le sonreí.

Tome mi teléfono y comencé a hacer nada, Tom dejo un beso en mi cuello y se levantó. Luego de un rato volvió a la cama con desayuno, me senté y me puse mi camisa para tomar la tasa de café que había traído, Tom sentado a mi otro lado y tomaba su tasa igual.

—¿Cuando te vas?—Le pregunté.

—El lunes—Mire hacia abajo.

—¿Cuanto les falta? Han pasado ya meses—Dije mordiendo la tostada.

—Creo que un par escenas más, por algo nos dejaron venir hasta acá—Me sonrió.

—Por lo menos estas aquí—Levante mis hombros.

—¿Segura que podrás hacer esto? Tu sabes, estar lejos tanto tiempo—Lo mire desafiante.

—Claro que puedo ¿A caso tú no?

—No es eso, solo no quiero verte triste cuando no este porque me extrañas.

—Me verás más triste si ni siquiera estás hablando conmigo por teléfono—Me sonrió y paso su mano por mi espalda hasta llegar a mi hombro, me acurruqué a él terminando de desayunar.

Me vestí luego de bañarme, mi pelo con las típicas ondas que se me hacen al secarme el pelo naturalmente caían por mi espalda, corrí a abrir la puerta que seguramente serían mis padres.

—Hola—Los salude sonrientes.

Entraron y se sentaron en el sofá.

—Y ahora ustedes volvieron, como en los viejos tiempos—Dije.

—No lo se, creó que tu madre hizo algún hechizo contra mi—Reí.

—¿Y Tom?—Mi madre preguntó.

—Esta vistiéndose—Apunte a la habitación.

—Hija se están cuidando ¿Verdad?—Mi madre preguntó.

—Mamá ¿En serio?—Ella sabia que yo tenía la T de cobre hace 2 años.

—Solo preguntaba—Ella dijo, Tom salió de la habitación con su cabello húmedo y desordenado.

—Hola—Los saludo sonrientes, mi madre y mi padre se les ve felices al ver a Tom.

—¿Que haremos?—Mi padre preguntó, mire a Tom.

—Estaba pensando en salir a comer, no lo se, mi idea es que ustedes pasen tiempo juntos, se que hace mucho que no se ven—Tom dijo parándose a mi lado, sonreí al igual que mi madre—Si quieren salen ustedes, yo puedo quedarme aquí.

—No, ustedes igual no se ven de hace tiempo—Mi madre dijo, dirigí mi mirada a Tom sonriente.

Luego de salir de comer, caminábamos por un parque para no tener que irnos a casa.

—¿Como te ha ido en la universidad?—Mi padre me preguntó.

—Bien, un poco estresante pero me gusta.

—¿Y tu compañera de habitación? ¿Como es?

—Es un chico, y nos hemos hecho muy buenos amigos—Mi padre cambió su cara.

—¿Un chico? ¿Se puede?

—Al parecer si—Levante mis hombros.

Mis padres y Tom no dejaron de conversar en toda la caminata.

Cuando mis padres ya se habían ido nos fuimos a la casa que tiene Tom en Nueva York.

—¿Hacemos panqueques?—Me preguntó de la nada, reí y asentí.

Con el soundtrack de la película Mamma mía, que es nuestra película favorita hacíamos la masa o bueno hacia la masa y Tom me daba apoyo moral.

—MAMMA MIA, HERE WE GO AGAIN—Tom grito cantando, le sonreí.

Le di un impulso al sartén e hice que el panqueque se diría la vuelta en el aire, lo volví a dejar en su lugar y me volteé, Tom me miraba.

—¿Que?—Le pregunté.

—Yo no se hacer eso.

—Inténtalo.

—No, no, no—Dijo rápidamente negando con su cabeza.

—Intenlo, y sabras si puedes hacerlo o no—Insistí, negó nuevamente, tome su mano y lo acerqué a mi—Inténtalo—Le sonreí.

El tomo el sartén y lo impulsó hacia arriba pero el panqueque quedó pegado en el techo. Solté una carcajada y el me miro riendo.

—¡Cuidado!—Dije al ver que se caía, pero ya era muy tarde porque el panqueque ya estaba pegado en la cabeza de Tom.

Luego de que terminara de hacerlos los comimos viendo por milésima vez la película que ya había mencionado.

—Es diferente ver la película juntos, así juntos juntos, no por facetime—El dijo, lo mire y asentí.

Ya que la película terminó tarde me quede ahí, solo con una camisa de Tom me escurrí en la cama.

Tom paso su mano por mi cintura y me acercó a él, sonreí y cerré mis ojos.

—Buenas noches—Tom susurro.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, me volteé rápidamente y lo abracé asegurándome de que esto había pasado.

—Buenas noches—Dije aferrada a él.