Distinas Páginas De Una Misma Historia

Luces En El Cielo

-Faltan 45' minutos Zara, quiero a cada empleado en las gradas a tiempo!.
Claire, miraba el reloj una y otra vez en tanto coordinaba la llegada del helicóptero, con el Sr. Masrani, los maitres del cóctel y los fuegos artificiales que darían inicio al nuevo año en el parque. 
Su largo vestido negro y blanco y los tacos de suela roja, no oponían ningún tipo de problema en el despliegue de sus actos. Esa noche llevaba el cabello prolijamente peinado hacia un lado, de forma clásica y elegante, por el simple hecho de diferenciar su aspecto laboral convencional de una ocasión especial.
Esa noche en particular debía utilizar todas sus habilidades para cumplir el último capricho del Sr Masrani: tener una charla personal con Owen Grady una vez que terminase el lanzamiento.
Aún le dolía la cabeza al recordar todas y cada una de las conversaciones que tuvo que soportar para convencer al entrenador para que asistiera esa noche. 
El calor del medio día en el recinto de velocirraptors era insoportable, Claire seguía Owen con decisión sintiendo que el sudor caía por su espalda como una maldición.
-No me gustan las fiestas- aclaró Owen limpiándose las manos y manteniéndose lejos de Claire conociendo su aversión por los aromas penetrantes. Los 32 grados de temperatura al sol no colaboraban en conservar el perfume de la tercera ducha del día por mucho tiempo.
-El Sr. Masrani financia todo esto. Solo quiere hablar de los progresos en la recepción. Solo Dios sabe porque piensa que serías una buena compañía en una ocasión de etiqueta, visto y considerando que invitas a cenar a una mujer en shorts de baño...
Owen se volvió con una sonrisa burlona -Todavía seguís pensando en mí lo sabía!
-En tus sueños!
-No tenés idea...
Claire bajo la vista sonrojada -Owen, es necesario para tu proyecto. Es solo una charla y podes irte.
Owen suspiró agotado -Esta bien...ahí voy a estar
Claire recordó su expresión ese día y le pareció extraña. Si no lo conociera pensaría que se sentía nervioso.
Vio a Barry llegar sin Owen y se desesperó. Se excusó con uno de los miembros de la junta y maniobró entre los asistentes para llegar a él -Donde? Dónde está Grady?- le preguntó agitada.
Barry intentó calmarla con una sonrisa -Lo arrastré. Lo juro. Está en el estacionamiento- quiso seguir hablando pero Claire ya había salido a toda velocidad recogiendo la falda de su vestido para caminar más rápido.
-Owen Grady!!- lanzó Claire observando a ex militar sentado en su moto, con los hombros tan contraídos que apenas levantó la vista para verla. 
Claire soltó su falda y se cruzó de brazos frente a él -Grady, estoy esperando que llegue el Sr. Masrani...te expliqué una y otra vez que necesito que estés en las gradas porque el presidente quiere reunirse después del lanzamiento...
Owen se levantó lentamente, había algo extraño en su mirada, una tensión, una lucha interna. Sonrió con cansancio -No me siento bien...pero te prometo Claire que voy a hacer lo que me pedís...
Claire parpadeó desconcertada ante la ausencia de una broma, un coqueteo o un insulto. Levantó la mano para ponerla sobre la frente de Owen casi por instinto y comprobar si tenía fiebre.
-No tengo fiebre estoy bien- le aseguró Owen sonriendo con encanto. Se ajustó la corbata y lo tomo por sorpresa que las manos de Claire arreglaran las solapas de su saco con orgullo -Te ves bien... gracias por no venir en shorts- le dijo y se quedó mirándolo a los ojos más de la cuenta.
Owen trago con fuerza y extendió el brazo para invitarla a entrar al lanzamiento -Y vos estás impactante Claire.
-Voy a empezar a creer que tenés algo grave- deslizó ella con una sonrisa entre seductora y  sorprendida.

La música estaba demasiado alta pero a nadie más que a Claire parecía importarle. Y recorriendo
Los rostros distendidos de todos los empleados dejó de lado sus prejuicios y altos estándares de perfección y decidió concentrarse en las palabras del Sr. Masrani.
El discurso fue amable y lleno de anécdotas personales, quizás un tanto extenso pero conmovedor.
El aplauso efusivo era la señal para los fuegos artificiales y los primeros destellos colmaron la mirada de Claire recordándole momentos de su niñez. Una sonrisa genuina iluminó sus facciones y por varios segundos logró dejar de lado las preocupaciones.
-Claire! Estás contenta?! Así me gusta- las palabras del Sr. Masrani la sorprendieron y cuando lo vio alejarse recordó que Owen debía reunirse con el en el cóctel. 
Buscarlo entre la gente no resultó sensillo, mucho menos con el destello permanente de los fuegos artificiales proyectando sombras y luces de forma aleatoria.
Bajo de las gradas y por instinto miró hacia abajo y vió a Owen apoyado contra la pared. Una vez más, recogió su falda y cuando estaba a punto de reprenderlo, se dio cuenta de que estaba totalmente pálido y temblaba.
-Owen?!- susurró tomando su hombro para lograr que la mirase a los ojos. 
-Las...las luces. 
Owen intento explicar lo que sentía. El terror que le cerraba la garganta y aceleraba su corazón. Ese frío constante que por momentos se volvía calor. Esas ganas de escapar que no podía concretar, permaneciendo inmóvil y tembloroso.
Desde hacía muchos años evadir los fuegos artificiales escondía el recuerdo tenebroso de sus días en el frente pero esta vez no había logrado escapar a tiempo. Ese miedo irracional se había transformado en crisis de pánico.
Claire se acercó lentamente, sabía reconocer las señales de la ansiedad cuando se presentaban. Los había padecido durante un tiempo luego de la muerte de su madre. Le tocó la mejilla con cuidado -Ataque de pánico?- le preguntó con suavidad -Mírame...por favor mírame...
Owen utilizó todas sus fuerzas para concentrarse en el sonido de su voz, en la tranquilidad de sus ojos, en lo hermosa que se veía esa noche. Intento sonreír -Lo siento- se disculpó con vergüenza.
-Shhh, no... querés que nos vayamos?
Owen negó -Masrani...te...lo prometí. 
-Dentro de dos copas de champagne, Simón se olvida de todo- le seguro Claire viendo que los destellos continuaban torturándolo -Que puedo hacer?- le preguntó.
-Necesito...podes?...un abrazo?- suplicó Owen sintiendo que los brazos de Claire lo tomaban de los hombros con suavidad. Una sensación de paz lo recorrió.
Claire suspiró sintiendo las manos de Owen aferrarse a su cintura -Porque no me dijiste?- le preguntó.
-Después...de los shorts...y el tequila...no quería volver a decepcionarte.
Claire sonrió y agradeció que no la pudiera ver, porque se había sonrojado tanto que no había diferencia entre su cabello y sus mejillas. La respiración de Owen le provocó una corriente eléctrica en la piel cuando se acercó a su oído para hablar.
-Una noche, en Mosul...- Owen comenzó a hablar con un tono de voz apenas audible- habíamos localizado una refinería y teníamos que esperar órdenes para desplazarnos y por alguna estúpida razón el comando central pensó que ya no estábamos y- estrechó a Claire en sus brazos- lanzó un bombardeo sobre nosotros...las luces, el ruido...casi todos mis compañeros murieron esa noche y...todavía no logró...no puedo dejar de sentir esa desesperación cuando veo fuegos artificiales.
Claire respiró contuvo las lágrimas y lo abrazó con todas sus fuerzas mientras los destellos lejanos del festejo se extinguían. 
Owen respiró profundamente sintiendo que la ansiedad se derretía en un puñado de sensaciones agradables todas ellas enlazadas a la mujer que más había deseado en su vida.
-Vamos -Claire se separó lo suficiente para mirarlo y acariciar su mentón- te voy a llevar a casa.
Owen cerró los párpados y se apoyó en su caricia -Llevas días planeando esta fiesta no quiero fallar...
Los labios de Claire silenciaron sus palabras, evaporaron los restos del miedo y la ansiedad de una forma poderosa.
Por primera vez en años, Owen tuvo la sensación de dejar los recuerdos de la guerra atrás. La estrecho aún más en sus brazos y se desvanecieron juntos en un momento que parecía eterno.