La Noche Del Cazador (Cuarta Parte)

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Owen se sintió patético al observar con que mano tomaba el dinero el chico que traía la pizza. Fue un acto reflejo, intuitivo, provocado por el instinto de protección. Se sentía alerta, hiper activo, casi cómo le pasaba antes de una misión en la Marina o el durante los primeros días de entrenamiento con sus velocirraptors. Y todas esas luces encendidas en sus sentidos se debían a la mujer que intentaba parecer distante mientras se sentaban a cenar. 
Claire se sentía extrañamente cómoda con Owen a su alrededor. El hombre que la sacaba de quicio durante el trabajo, se había vuelto protector y presente. Pero todavía sentía vergüenza al aceptar  su ayuda y necesitar su compañía como si fuera una princesa en apuros. Y esa imagen de vulnerabilidad era la que jamás quería demostrar.
Su celular volvió a sonar y los mails aparecían uno tras otro. Igual de intimidatorios, igual de persistentes.
Claire bloqueó la pantalla y alejo el plato. Owen se puso de pie y la siguió. No necesito preguntarle nada más, solo apoyo sus manos sobre sus hombros y beso su cabello. Fue un acto tan reflejo de afecto que apenas reparó en él.
Por un segundo Claire cerró los ojos y disfruto la espontaneidad del gesto pero casi de inmediato recordó que era Owen quién lo hacía y se volvió intrigada.
-Lo siento -dijo él y se apartó avergonzado.

Owen giro incómodo sobre su cuerpo y la falta de espacio en el sofá estuvo a punto de hacerlo caer al vacío.  Abrió los ojos sobresaltado y le costó recordar en donde estaba. Una luz persistente se derramaba sobre el pasillo que llevaba a la habitación de Claire y recordó que le había llamado la atención que alguien pudiese dormir con tanta luz. Se incorporó y la vio dormida en una extraña posición sobre el sillón individual. 
Owen se acercó. La vio vulnerable, preciosa tan lejana de la imagen de mujer impenetrable, que no resistió la tentación de acariciar su mejilla y notar que la piel se le estremecía con el contacto. Estiró los brazos y la levantó esperando que se despertará y lo maldijera pero apenas la escuchó suspirar. De camino al cuarto apagó las luces y caminó lentamente intentado prolongar la sensación de tenerla entre sus brazos.
El corazón de Owen latió más rápido y la respiración se detuvo cuando intento dejar a Claire sobre la cama y sus manos se aferraron a su remera para retenerlo. Por unos segundos intento comprender si estaba realmente despierta, si era consciente de lo que hacía pero después se dejó vencer por su propia atracción y se acostó a su lado.

Claire despertó lentamente cuando la luz violeta del amanecer teñía el ambiente proyectando sombras irregulares a través de las ventanas parcialmente cerradas. Hacía muchos meses que se había acostumbrado a dormir con la habitación completamente iluminada y la parcial oscuridad la atemorizaba. Intento moverse y se encontró con el brazo de Owen aferrado a su cuerpo. Respiró profundamente y se volvió esperando encontrarlo despierto pero no fue así. Solo logró que aún dormido la atrajera aún más hacia su cuerpo murmurando algo indefinido.
Lo miró detenidamente. Sus facciones se veían tan relajadas que eran casi infantiles y sus brazos la abrazaban tan posesivos que parecía una locura que no se soportarán.
Antes de que pudiese detenerse levantó su mano izquierda y lo acarició en la mejilla. Una vez más los brazos de Owen la comprimieron contra su cuerpo, de forma instintiva y escuchó un suspiro involuntario salir de sus labios cuando percibió el contacto.
Owen abrió los ojos. Parpadeo varias veces para terminar de descifrar si todo era parte de un sueño. Rápidamente la realidad de las sensaciones lo despabilo y no logró comprender porque Claire Dearing no lo había evaporado de la faz de la tierra con el poder de su mirada mientras la abrazaba, en su cama, sin permiso y con una inevitable erección.
Se apartó avergonzado -Voy...el...voy a preparar el desayuno- balbuceó y se levantó con la velocidad de la huida.
Claire se incorporó con un vacío poderoso en el cuerpo. La calidez que sentía desintegrarse en las sábanas a su lado la habían sumergido en sensaciones profundas que había olvidado. Cuando el celular comenzó a sonar la necesidad por tener a Owen a su lado la desespero.
El aroma de café despabilo por completo a Owen sacándolo del caos de sus sentidos. Difuminado, en parte, el recuerdo de la curvatura del cuerpo de Claire fusionado con el suyo, el perfume sutil de vainilla y la presencia fantasmal de su caricia.
-Owen?- lo llamo Claire con las manos crispadas sobre la pantalla de su celular. Una llamada desconocida sonaba por varios minutos. Owen tomo el dispositivo y atendió -Hola-!...hola...-escucho en el silencio la respiración vulgar del acosador y una oleada de furia lo domino- sos un imbécil! Mientras estás escondido escribiendo mensajes o llamando sin hablar. Yo desperté con ella! -colgó con tanto desprecio que se dio cuenta de que estuvo a punto de romper el celular sobre la mesa.
Entonces sintió la caricia de nuevo. Tan tenue, tan delicada que  parecía no estar ocurriendo. 
-Claire...-susurro Owen y al mirarla a los ojos se encontró con una expresión dulce que lo hizo sonrojarse segundos antes de que lo besara suavemente.

 

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