Compañeros (Parte 7)

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Owen percibió la caricia de la camarera sobre su hombro y se sintió incómodo.
La chica, de la cual le avergonzaba, no acordarse el nombre, era amable, con una voz suave y armoniosa, quizás un tanto afectuosa para el poco tiempo que llevaban conociéndose pero podría ser el sueño de cualquier hombre. Menos el de él. Si fuese honesto, sus sueños desbordaban de imágenes de la mujer pelirroja, demandante y agresiva con la que vivía. Es por eso que se sentía fuera de lugar, observado y casi a disgusto en su cita. Porque esa chica que hablaba a su lado no era la que en relaidad quería. La que en realidad necesitaba.
Apuró un trago de cerveza evitando que la chica lo besará y miró nervioso su celular intentando pensar en una salida elegante -Ahhh, sabes lo siento pero...tengo una emergencia en el trabajo y como soy nuevo...
La chica se desilusionó y lo rodeó del cuello -Y si voy con vos y después vamos a tu casa?
Owen se apartó de nuevo sintiéndose incómodo. Con cuidado retiro las manos de la chica de su cuello y miró a su alrededor avergonzado.
-No me digas que tenés novia?
Owen bajó la mirada y negó -No...no tengo...quiciera pero...creo que ya es tarde...
La joven sonrió de pronto esperanzada y alegre pero cuando lo vió pagar y caminar hacia la salida y todas sus espectativas se desintegraron.
Owen se detuvo debajo del pequeño techo del bar. La lluvia era una cortina de agua impenetrable y le daban pocas ganas de hundir el cuerpo en el agua helada. Entonces recordó que, como si el temporal no fuera suficiente maldición, Claire había salido con Kevin esa noche. La recordaba sonriendo desde el reflejo del espejo diciendo algo como "cita doble" y se llenó de furia. Dió un paso adelante y el agua lo empapó. Maldijo en voz alta y comenzó a caminar pensando en que quizás Claire no volviese esa noche ni la siguiente. Si hay algo que sabía era que ellos eran opuestos irreconciliables que no tenían nada en común más que vivir juntos por necesidad. No quiso hacerlo pero un par de lágrimas se formaron en sus ojos y continuó caminando sin apurar el paso para sacarse del cuerpo el dolor de saber que no podía tener lo que quería.

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