Capítulo 10 (Sebastián)

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Todavía no puedo creer lo que acabo de presenciar "la chica me ha vomitado encima" ¡No me lo esperaba! Puede que lo de las ganas de vomitar sí, pero el que lo hiciera nunca lo esperé. De todos los fluidos que deseaba obtener de su cuerpo, ese era el único que no formaba parte de la lista.

He sido un puto cabrón y lo sé, no debí correrme en su boca, pero estaba demasiado excitado, había fantaseado con ese momento desde la primera vez que la vi.

Sé que eso me convierte en un enfermo ¡Joder, lo soy! Me tengo muy merecido lo que paso hace unos momentos.

Dejé la ropa en el ciclo de lavado mientras me doy un baño, ahora que ha pasado un rato y tengo la cabeza literalmente fría me encuentro intrigado al no saber por qué la Ratoncita reaccionó así, tengo muchas teorías en mi cabeza, pero no tengo forma de saber cuál de ellas es la correcta y después de como actué  no será fácil que la Ratoncita quiera explicarme qué hay detrás de todo, porque mi instinto y experiencia me dice que su conducta esconde algún acontecimiento grabe.

Debo admitir que en ocasiones soy muy impulsivo, la forma en que la traté no fue la correcta, pareciera que cuando estoy cerca de la Ratoncita lo peor de mí sale, como si el monstruo que llevo dentro se liberara cada que la tengo cerca. Reflexiono que fue una terrible idea lo ocurrido, sigo dando por hecho muchas cosas respecto a la Ratoncita.

Primero: no debí dar por sentado el que ella supiera practicar una buena felación, después de todo no es la primera vez que me toma desprevenido su inexperiencia. Y segundo: comida y semen no es una buena combinación, al menos en nuestro caso.

Solo terminé ganándome vómito encima, claro está que, si lo comparo con el placer que me hizo sentir la inexperta, pero profunda boca de la Ratoncita, la situación toma su equivalencia, pero eso no quita lo innecesario del mal rato que ambos pasamos.

Ahora tengo que ver la forma de arreglar un poco lo sucedido. No puedo dejarlo así, la chica debe comer, prácticamente todo el almuerzo lo expulsó, hace un rato y la necesito fuerte, no quiero tener que canalizarla otra vez, no me gusta verla así, la situación solo me trae malos recuerdos.

Será mejor que busque una forma de disculparme con ella y el problema está en el cómo, después de todo, jamás lo había tenido que hacer en el pasado.

De lo que estoy seguro es que necesito darle tiempo, seguramente no querrá verme en un buen rato, al menos esta vez dejé agua a su disposición, con eso ganaré algunas horas, mientras permanezca hidratada no llegará a los extremos de hace unos días.

Debo preparar el terreno, ser tan paciente como pueda y solo si se pone demasiado difícil tendré que ser rudo de nuevo. Espero que no me haga llegar a esa situación de nuevo, si coopera también puedo ser racional.

El teléfono no deja de sonar, no quiero atender. ¡Maldita sea!, se supone que estoy de vacaciones, ojalá pudieran respetar eso. Tengo mucho en que pensar, pongo el teléfono en modo avión, luego tomo las llaves de mi coche y salgo de la casa.

EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora