35: Festejos, reencuentros y alcohol a montón.

527 32 4
                                    

Mientras todos comenzaban a salir del lugar, me dediqué a buscar a Emily, Ian y Simón por el sitio donde Cindy los había dejado. Cuando finalmente logré localizarlos, pude ver como los tres estaban metidos en una gran conversación que no los tenía apartados de todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Y estaba segura que conocía el centro de la misma.

Algo dentro de mí me decía que si bien yo había ganado, Brad Hilton se había llevado toda la atención de esos tres luego de que se enteraran de que era corredor de motos. En especial Ian. Enterarse que su hermano iba montado en una motocicleta, corriendo a toda velocidad, y que todos los presentes hablaran de él como si fuese una especie de celebridad; sin contar que sus padres consideraban a su hijo mayor como el perfecto ejemplo y eso estaba bastante lejos de la realidad. Sip, definitivamente tenía que ser un caos de preguntas sin respuestas el chico.

Poco a poco me fui acercando al lugar donde Simón se encontraba parado. Quería que me abrazara y me hiciera girar por los aires, y no me importaba lo cursi que estaba sonando en esos momentos en mi cabeza.

—Hola guapetón —Susurré al oído de Simón cuando estuve lo suficientemente cerca, intentando no tocarlo—. Te estaba observando, sabes, y creo que podríamos irnos por ahí a pasar un buen rato, sólo tú y yo...

—Lo siento cariño, pero estoy esperando a alguien —Simón giró para hacerme frente, quedando a escasos centímetros de mí cuando lo hizo—. De hecho, capaz puedas ayudarme a encontrarla, es la mujer más sexy y hermosa del lugar.

—Oh, lo siento... realmente lo lamento —Fingí un poco de asombro, sabiendo que este pequeño juego comenzaba a llegar a su final—. Creí que eras otra persona, Simón Hilton de hecho. Prometo no volverte a molestar, ¿Si? —Simón sonreía ampliamente— Lo que si te voy a pedir es que si lo vez, le digas que Smith lo está buscando por todos lados.

—No creo que vayas a tener suerte, la verdad —Las manos de Simón se plantaron en mi cintura—. Lo he visto salir corriendo detrás de Valery en cuanto la vio y estoy seguro de que estará bastante entretenido en estos momentos.

Cuando estaba a punto de continuar con nuestro juego, Simón decidió ponerle punto final. En cuanto sus labios se unieron a los míos un calor se extendió por todo mi cuerpo, el mismo que se apoderaba de mí cada vez que estaba cerca de él. Sus brazos no tardaron en rodear mi cintura, haciendo que nuestra distancia de acorte. Como si mis manos tuvieran vida propia, poco a poco las fui subiendo por sus hombros hasta llegar a su sedoso cabello. Adoraba enredar nos dedos en su pelo y notar como afectaba a Simón con aquel simple jugueteo.

Una sonrisa se dibujó en los labios de Simón en medio del beso, sin que yo pudiera evitar sonreír también. Me encantaba lo espontaneo que podía llegar a ser todo con él. Por un momento nos apartamos con la única intención de poder mirarnos a los ojos. Era tan fácil perderse en esa mirada. Esos ojos verdes que tanto transmitían, eran la ventana al alma de Simón y estaba fascinada por todo lo que me mostraba cada vez que podía.

—Valery Smith alguien tiene que enseñarte que las demostraciones públicas de afecto no están bien —Cindy se paró a nuestro lado mientras se cruzaba de brazos—. No tengo idea de lo que ha hecho este tipo pero esta no eres tú, alguien te cambio y no sé si termina de agradarme.

—Supéralo Wells, me veras así bastante seguido. —Aseguré antes de apoyarme en el pecho de Simón mientras él seguía sosteniéndome.

—Estás rompiendo mi corazón Valery Smith —El dramatismo esta vez vino de Cameron, quien terminó parado al lado de Cindy—. No puedo soportar ver cómo me estas cambiando por un niño rico, eso no es justo.

Lonely Soul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora