19: ¿Cuestionar o sólo sentir?

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Emily encabezaba la caminata hacia el viejo sauce que nos ofrecería la tranquilidad que necesitábamos para que la chica me regañara. Nada me importaba hoy. El sol brillaba y la sonrisa que traía en mis labios sería difícil de borrar. Se suponía que debía prestar atención a todo lo que la chica tenía para decirme, pero en lo único que podía pensar era en el chico que me había besado minutos atrás y cuanto me gustaría que lo volviera a hacer en este instante.

Sabía que no prestarle atención me causaría más problemas de los que ya tenía, pero no había manera de que me concentrara en otra cosa. Su mirada fija me hizo entender que debía frenar y centrarme en lo que decía, pero luego de su sermón sobre dejar de ser agresiva para conseguir lo que quiero, solo podía escuchar un bla, bla, bla, constante. Definitivamente estaba teniendo un déficit de concentración importante.

Y todo se lo debía a mi memoria recordando una y otra vez lo que había sucedido en la habitación de arriba. Aun sentía la suavidad de sus labios y la firmeza de su agarre que mostraba un lado posesivo de su parte. Incluso comprendí que el enojo de Simón se debía a los celos que había sentido. Definitivamente fue algo loco de ver. Sonreí al recordar que las cosas no terminaron como imaginé que lo harían en un principio. No había manera que pensara en algo más que el aroma de Simón o el sabor de sus labios... ¿Y si iba a buscarlo para...?

- ¡VALERY SMITH NO ES ME ESTAS ESCUCHANDO! -Emily gritó, sorprendiéndome por lo enojada que sonaba, y me sentí culpable por no prestarle atención- ¡Sabes que lo odio!

- ¡Lo siento, lo siento, lo siento! -Junte mis palmas en un pedido de disculpas, realmente no había sido mi intención ignorarla- Es sólo que no puedo quitarme cierta situación de la cabeza.

- ¡Pues no me importa! ¡¿Quiero saber que está sucediendo contigo?! -Cuando Emily levantó los brazos en señal de frustración, supe que su paciencia llegó a su tope. Tenía que encontrar la manera de tranquilizarla y que se tomara las cosas con calma para poder explicarle todo lo que quería saber.

-Está bien, está bien... Necesito que te tranquilices un poco para que pueda contarte lo que quieras -Emmy respiró profundamente, cosa que me dio el pie para ponerme cómoda y darle una abierta invitación a ella para que hiciera lo mismo-. Pero tienes que prometer que no me vas a interrumpir cuando esté hablando.

-No puedo prometerte eso -Emily se sentó en frente de mí y puso los ojos en blanco-. Me cuesta estar callada cuando no tengo idea de lo que ocurre y lo sabes.

-Pues tendrás que hacer un esfuerzo o me levantaré y me iré si llegas a interrumpirme -Mi seriedad seguramente sorprendió a Emily como su enojo fue una sorpresa para mí-. Y sabes que lo hare, Emily.

Tras ver que no se trataba de ninguna broma ni de una amenaza en vano, Emmy meditó por unos segundos lo que le estaba pidiendo. Sabía cómo era Emily y cómo reaccionaría cuando le contara todo lo que tenía para contarle. Era su costumbre irse de tema cuando las cosas no respondían su duda hasta encontrar la forma de marearte y que le respondas todo sin que te dieras cuenta.

-De acuerdo, prometo no interrumpirte -La chica aceptó mientras se preparaba para escuchar-. Ahora cuenta que está sucediendo.

Llegó el momento de decirlo todo. Le conté desde la noche en el club con Cameron, el baile con Simón mientras era alguien anónimo, todo lo que él me había dicho cuando en la barra le pregunté que pretendía. Me encargué de recordarle como nos había interrumpido esa noche y que, después de eso, habíamos pasado los últimos tres días sin hablar. Le expliqué que no era por una razón en particular, sino por no encontrar el momento, lo que frenó una catarata de preguntas por su parte.

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