49: Mi cable a tierra.

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— ¡Chris está listo!

El grito de Cindy fue lo que nos recibió en cuanto entramos al taller. Nos habíamos dividido para llegar, sobre todo porque Parker y Cameron habían ido con sus motos a la casa de Ian.

—También tengo a punto la que usará Kate —La sonrisa de la chica dejaba ver su emoción por el trabajo que había puesto en ambas maquinas—. Ya quiero que las pongan en acción.

—Quiero verla antes. —Kate besó a Parker en la mejilla y corrió con una sonrisa en los labios a donde se encontraba la otra motocicleta.

— ¿Ella también corre? —Emily tenía en ceño fruncido.

—Piensa en esto: ella vive con un mecánico que es jefe del equipo, pasa gran parte de su tiempo en este taller y conoce a chicas que corren —Cameron apareció justo para pasar su brazo por los hombros de la chica—. Todos los caminos te conducen a una motocicleta...

—Y que Wells no te engañe —Parker tomó la palabra esta vez—. Si no fuese tan buena manteniendo las motocicletas a punto, la tendría corriendo.

— ¿Hablas en serio? —Ian parecía bastante sorprendido ante tanta nueva información.

—Sólo espera y verás —Cindy apareció a nuestro pequeño grupo charlatán con un casco bajo el brazo—. Esto es tuyo, Katelyn te está esperando.

—Voy.

Le arrebaté el casco a Cindy y corrí a tomar la moto para alcanzar a Kate que ya estaba en posición, a la espera de que llegara. Adoraba correr con ella. Pese a ser una chica tierna y dulce abocada a su pastelería, Katelyn tenía una fascinación por las carreras que le había contagiado Parker con el tiempo y le encantaba competir con nosotras de vez en cuando, solo por diversión.

Cuando estuve en mi lugar, justo al lado de mi competidora, vi a Cameron tomando la bandera a cuadros para darnos la salida. Ambas estábamos haciendo rugir el motor de las motos antes de salir, listas para comenzar. De todas las veces que habíamos competido, nunca pude ganarle a Katelyn. Seguía sin descubrir si tenía que ver con mi inexperiencia o con que Parker se había encargado de entrenarla mejor que a nadie.

— ¡Muy bien chicas! ¡Serán tres vueltas y la primera llegar a la meta, gana! —Parker gritó las reglas desde el costado.

— ¡Que la niña agite la bandera! ¡Que la niña agite la bandera! —Gritó Cindy desde el costado haciendo que todos riéramos a excepción de Cameron que la estaba mirando con odio en estos momentos— ¡Vamos niño bonito! ¡Olvídate de lo que he dicho! ¡Queremos ver a las chicas en acción!

— ¡Adoro que me digas niño bonito! —Gritó Cameron antes de agitar la bandera y provocar la risa de todos una vez más.

Con el movimiento de esa tela aceleré la moto tanto como pude, sin embargo, Kate ya me había sacado la delantera. Me apresuré a alcanzarla para acortar las distancias pero hizo que me abriera cuando tomamos la primera curva. Ella me había enseñado un par de trucos y ahora los usaba en mi contra. Sonreí al darme cuenta que me faltaba mucho para superar a mi maestra.

Con la primera vuelta adentro, Kate iba un poco adelantada, así que fue mi turno de alcanzarla justo cuando estábamos acabando la segunda. La risa de Kate me llegó a los odios pese a los cascos, el ruido y la velocidad a la que íbamos. Lo estaba disfrutando. La vi acelerar para alejarse lo que me llevó a seguirle el paso todo el tiempo Me había olvidado de todo y todos, inclusive de mis problemas. Sólo podía pensar en ganarle a Katelyn Stwart.

Cameron estaba esperándonos en medio de la pista para agitar la bandera. Por un momento creí que estaba a punto de ganarle a Kate, sin embargo, ella aceleró en el último segundo y, por tan solo unos centímetros, terminó ganando. Había olvidado su factor sorpresa. Siempre, en cada una de las carreras que Katelyn y yo habíamos corrido, ella aceleraba en los últimos metros. Una carcajada salió de lo más profundo de mí ser. Ella realmente era buena y tendríamos que insistirle una vez más que corriera para nosotros.

Lonely Soul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora