57: El mundo es un pañuelo.

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Todos sabíamos que la sonrisa de Parker tardaría días y días en quitarse. Se había sacado la lotería prácticamente. Y definitivamente no era para menos. De ser sólo dos pilotos había conformado un equipo de tres, sumado un mecánico bastante experimentado y podría cumplir su meta más próxima. Lo mío era llevarme las flores por haber tenido la maravillosa idea.

—Wells, muéstrale y cuéntale a Harrison de que va el trabajo en el taller, de que te encargas y en que tendrá que poner las manos. —Parker había regresado a su modo trabajo.

—Harrison. —Cindy se puso de pie y le hizo un gesto con la cabeza a Jonathan para que la siguiera.

—Ahora, Smith, Adams y Dolce, vamos a la pista. —Arqueé una ceja ante su modo imperante.

—Sólo hay dos motos genio. —Le recordó Cameron, poniendo en palabras lo mismo que estaba pensando.

—Necesitas un nuevo desafío y creo que Dolce está lista para patear tu trasero. —Fue la respuesta de Parker.

—No creo que sea una buena idea, debe estar falta de entrenamiento. —Cameron se rascó la cabeza, un poco molesto.

— ¿A caso tienes miedo niño bonito? —El brillo en los ojos de Amy ante el desafío era muy familiar. Esa chica me agradaba.

—En tus sueños cariño, te enseñaré lo que es correr de verdad. —La sonrisa lobuna apareció en el rostro de Cameron.

—Yo solo voy a decir que definitivamente hicimos una muy buena incorporación —Levanté la mano para captar la atención de todos antes de seguir mi camino a la pista.

Este pequeño intercambio entre Amy y Cameron me dejó un poco más tranquila con respecto al tema que estaba atormentado a mi amigo. Al final tenía razón. La chica Hilton sólo era algo pasajero y Cam pronto estaría bien de vuelta.

Ante la emoción de la chica Dolce no dude en prestarle a Chris, se merecía lo mejor de lo mejor para que le cerrara la boca al flojito de mi amigo. Amy parecía bastante divertida con la idea de tener nombre en la motocicleta y me aseguré de que entendiera que esa elección era pura y exclusivamente potestad de Cindy, el resto sólo lo aceptamos.

—Serás la encargada de la largada Smith, yo tomaré el tiempo. —Parker se paró en su lugar habitual luego de darme las instrucciones.

Me paré entre ambos corredores con la gran bandera que Cindy solía agitar cuando entrenábamos con Cameron, mientras Parker ponía las pautas para la carrera. A la cuenta de mi jefe, levanté la gran tela y la hice flamear en el aire al tiempo que ambas motos salieron disparadas.

—Cinco grandes a que gana Amy —Le dije a Parker una vez que estuve a su lado para admirar el espectáculo.

Parker asintió y me dio la mano para sellar nuestra apuesta. Me ganaría unos buenos billetes gracias a Dolce. Cameron podía llevar la delantera gran parte de las vueltas, pero no me perdí el detalle de que Chris no iba a toda su capacidad. Amy Dolce sabía cómo manejar los tiempos. Cuando Parker y Cameron casi saboreaban la victoria, la chica aceleró dejando a un Cameron muy sorprendido con su segundo lugar.

—Mierda. —Parker dijo a mi lado, lo que me hizo disfrutar aún más mi victoria personal.

—Entrega mi botín querido. —Dije haciendo gestos con mi mano.

—Toma tus cinco billetes —Sacó de su billetera antes de que los corredores llegaran, aun con una sonrisa pese a haber perdido—. Hemos hecho muy bien en reclutarla.

—Te aseguro que cuando esté corriendo contra el nuevo piloto de su antiguo equipo va a ir por más —Sonreí—. Y más si terminamos de perfeccionar su técnica al mejor estilo Katelyn, ya lo verás.

Lonely Soul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora