Lonely Soul.

66: ¡Cumpleaños feliz!

Hoy era mi último día en la casa de Simón.

Hoy tenía una mudanza por delante.

Hoy tenía una carrera por correr.

Hoy era el día en que el Estado comenzaría a considerarme una adulta.

Hoy era el cumpleaños de mi amigo.

Hoy, hace dieciocho años, comenzaba mi vida y nunca hubiese pensando, que pese a todo lo que tuve que vivir, sería un gran momento en mi vida.

Sentí los rayos del sol sobre mi rostro y en cuanto me estiré sobre la gran cama de Simón noté la ausencia de su cuerpo allí. La noche anterior me había deseado de una manera muy especial un feliz cumpleaños y en ese momento comprendí que no había mejor forma de arrancar un día así que en los brazos de alguien que te ama.

Abrí los ojos brevemente, a la espera de ver algún movimiento que me indicara que seguía en la habitación pero no había nada. Un poco desilusionada por despertarme sola, debía saludar a alguien más que estaba de festejo.

Finalmente, Cameron y Amy habían viajado el día anterior para estar descansado para la carrera que le tocaba. Las miradas cómplices habían sido más que evidentes cuando Parker les informó que ambos viajarían para correr. Sin embargo, la felicidad les duró poco porque nuestro jefe había decidido que era importante que uno de los mecánicos viajara con ellos. Jonathan había sido el elegido después de que Cindy amenazara con patearle el trasero si la obligaba a viajar. La chica siempre se salía con la suya.

No dudé en llamarlo, debía intentar ser de las primeras personas en desearle feliz cumpleaños. Dejé que sonara un par de veces hasta que escuché como descolgaban.

— ¡Feliz cumpleaños compañero! Espero realmente que hayas comenzado el día con el pie derecho porque te espera algo grande hoy...

—Emm... —Ese no era mi amigo. Una voz femenina fue toda una sorpresa de escuchar, sobre todo porque creía conocerla— Lo siento Valery, soy Amy no Cam...

—Oh... —Un millón de imágenes cruzaron por mi cabeza, ninguna apropiada claramente— Dime que no he interrumpido nada...

— ¿Qué? No, Dios, nada que ver Val... ¡Dios! —El horror en la voz de Amy me hizo reír, era como un niño que había sido atrapado haciendo travesuras— Sólo vine a desayunar con Cameron por su cumpleaños, fue al baño y cuando escucho sonar el teléfono me dijo que atendiera.

—Supongo que habrá supuesto que era yo —Dije con una pequeña sonrisa en los labios.

—Supones bien —Amy se había relajado, sonando menos alterada—. Ahí viene, dame un segundo.

—Suerte para hoy Amy —Dije pero no estuve segura de que hubiera escuchado.

— ¡Feliz cumpleaños compañera! —La alegre voz de Cameron me hizo reír— Espero que ese Hilton esté haciendo las labores de novio y te tenga en la cama tratándote como una reina.

—En la cama estoy, pero sola —Solté un suspiro, estaba un poco decepcionada por eso—. Feliz cumpleaños compañero, creo que tu día arrancó mejor que el mío.

—Amy es genial —Cameron había dicho todo con tan solo tres palabras, no necesitaba decir más.

—Lo sé, pero tiene que cuidarla, ¿entiendes? —Como lo conocía, debía advertirle para que no se mandara una de las suyas. Solía sabotearse cuando las cosas iban bien— No es una de tus conquistas fáciles, sabes.

—Lo sé Valery, lo sé —La seriedad en sus palabras me decían que era completamente sincero—. ¿Dónde está tu novio en estos momentos? Debería evitar que hicieras ese tipo de comentarios el día de mi cumpleaños.