Lonely Soul.

38: Un pedacito de ti.

En medio de nuestro momento en la terraza, mi celular comenzó a sonar. Emily estaba intentando ponerse en contacto conmigo y sabía a la perfección que no iba a poder escapar.

—Hola Emmy, ¿Cómo estás? —Respondí mientras me recostaba sobre Simón.

—Valery Smith júrame por el amor de Dios que nunca más volveremos a hacer esto —Podía imaginar a la perfección el rostro de Emily en esos momentos, imagen que terminó por hacerme reír—. No es gracioso, deja de reírte.

—Estás exagerando un poco amiga, esto no fue nada —Simón se apartó un poco y me hizo una seña extraña que no llegué a entender del todo. Momentos después, lo vi saludar a su mamá—. Veras que cuando pasas un par más, el día después se hace más fácil.

Helen agitó su mano para saludarme mientras Simón articuló un "Estaremos en la cocina", para asegurarse que me uniría a ellos después de colgar.

—Tú tendrás noches como esa nuevamente, yo no pienso volver a ingerir una gota de alcohol nunca más en mi vida —La seguridad con la que mi amiga hablaba me estaba haciendo reír demasiado—. Lo digo muy en serio, Val. No entiendo por qué lo disfrutas tanto.

—No es tan malo cuando te acostumbras, lo digo en serio.

—Se supone que estás acostumbrada a beber y me dijeron que estuviste igual de mal que yo. No veo donde es que la cosa mejora con la costumbre. —Me regañó.

—Pero hace demasiado tiempo que no consumo la cantidad de alcohol que bebimos anoche, Emily —Sabiendo que no podía verme, puse los ojos en blanco. Esta chica estaba buscando tener la última palabra y no se lo permitiría—. No tienes que enojarte con el alcohol, sólo debes encontrar el punto que te funciona a ti sin pasarte como sucedió anoche.

—Por lo pronto, mi relación con el alcohol está en un impasse —Un silencio se produjo en la línea hasta que no pude aguantar más y estalle en una gran carcajada. Emily y sus ocurrencias. Puede escucharla reír del otro lado también—. Bueno, basta. No puedo seguir riéndome cuando te llamé sólo para regañarte, no puedo entender por qué te fuiste sin despedirte.

—Sin contar que te robé un poco de ropa... —Miré hacia abajo, viendo la falda y la camiseta que había tomado— Y antes de que me regañes, tenía pensado volver hoy mismo pero entre una cosa y otra se me hizo demasiado tarde. Ahora tendré que ir mañana.

—Bueno, debo decir que fue mejor que no volvieras hoy —El tono de voz de Emily era bastante molesto en estos momentos—. La princesa del hielo y el señor mayor anduvieron rondando por la cocina, y ambas sabemos que Brad no está preparado para verte luego de que patearas su trasero.

—Diciéndome eso sólo me das ganas de haber estado ahí para restregárselo en la cara al idiota y que su hermana fuese testigo —Sonreí de sólo imaginarlo—. Pobre idiota, pensaba que podía conmigo...

—Nadie puede con Valery Smith —La firmeza de las palabras de Emily sólo me hicieron reír—. Basta de hablar de los idiotas, cuéntame ¿Cómo van las cosas por allí?

—Mejor de lo que esperaba —Dejé ir un largo suspiro—. Es la primera vez que me tratan como una verdadera invitada, Emmy. Jamás me habían tratado así antes, la verdad.

— ¿Y la mamá de Simón? ¿Qué tal es? ¿Cómo te trata? —El nerviosismo que manejaba Emily era palpable en su voz, el mismo que había sentido yo minutos antes.