6: Noche de descubrimientos.

1.1K 57 3
                                    

Emily había tomado por el brazo para apresurarnos. Tenía una gran sonrisa en sus labios, súper grande, imposible de ocultar.

—Gracias, Val, gracias por aceptar —Un pequeño chillido salió de entre sus labios mientras me abrazaba con una fuerza que era imposible de explicar—. ¡Muchas gracias!

— ¡Por el amor de Dios! ¡Ya, cálmate! —Dije mientras me reía de toda su emoción. Emily era muy efusiva cuando conseguía algo que quería— Preparémonos de una vez, a ver si todavía ese par se arrepiente.

—Tienes razón. —Emily asintió sin eliminar la sonrisa que traía en sus labios.

Tardé nada en meterme en mi camisola azul con unas calzas negras y unas botas de motociclistas negras, todo un atuendo para salir. Tomé mí adorada chaqueta de cuero negra entre mis manos luego de haberme maquillado sólo un poco, con un buen delineador y un labial no tan fuerte. Estaba a punto de levantar mi cabello en una coleta alta, para que no me molestara cuando Emily me quitó toda posibilidad de hacerlo.

—Aleja esas manos de allí, yo me encargo. —Con sus hábiles manos, y luego de ocuparse de su propio cabello, Emily dejó el mío cayendo tan lacio como era posible gracias a su planchita de pelo.

La miré por unos instantes, intentando reconocerla dentro de aquel pequeño vestido negro con bucaneras hasta las rodillas y con bastante tacón. Tenía una camisa rosa anudada por sobre el vestido para cortar con tanto negro. Sus ojos estaban ahumados y sus labios en un delicado tono rosa. Ella estaba impresionante. Definitivamente conseguiría deslumbrar al niño Hilton con su cabello rubio todo hacia uno de los lados.

Al lado de Emily estaba segura que parecía un vagabundo. Pero no estás interesada en llamar la atención de nadie, no como Emily. Me encogí de hombros cuando Emily me miró con ojos acusadores por no esforzarme un poco más con mi apariencia. Bastante que te dejé arreglar mi cabello. Además, sólo saldríamos con el par de Hilton, nada más. No era la gran cosa.

— ¿Estás segura que...? —Emily quedó en la mitad de la frase con la mirada que le di— De acuerdo, estamos listas.

Los chicos nos estaban esperando en la cocina, conversando como si no se hubiesen visto en años. Sus risas llegaron a nosotras mientras Emily me arrastraba para que nos encontráramos con ellos de una buena vez.

—Aquí estamos —Dijo Emily aún con su voz repleta de regocijo por salir con este parte—. Podemos irnos cuando quieran.

—Vaya, estás preciosa —Ian le sonrió de oreja a oreja a mi amiga haciendo que la pobre chica se sonrojara muy profundamente—. ¿Y Valery?

—Aquí estoy. —Dije levantando mi mano para captar su atención. Me había quedado cerca de la puerta, para salir en cuanto todos estuvieran listos para terminar de una buena vez con toda esta noche.

Simón e Ian dirigieron sus miradas al sector de donde mi voz había salido. Intenté no prestarle atención, ignorar como ambos me analizaban de arriba hacia abajo pero era imposible. Dejen de mirar. Entrecerré mis ojos en su dirección y ambos chicos apartaron la mirada mientras Emmy ocultaba una de sus risitas.

—Te lo tenías... —Ian sonreía como un idiota pero las palabras dejaron de salir de sus labios.

—Ni se te ocurra hacer algún cumplido o te dejaré sin pelotas, Hilton —Fulminarlo era lo menos que estaba haciendo mi mirada—. No me provoques.

—El sólo está diciendo la verdad —Notar que Simón era inmune a mi mala mirada me afectaba de una manera que no podía explicar—. Ambas se ven hermosas, no hay nada de malo en reconocerlo.

Lonely Soul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora