Eylen & Harry - When We Fall [✔️]

03. Volvió

Eylen

La alarma suena a las 6:30 am. Abro un ojo con pesadez intentando reincorporarme, Alice no está en su cama. Me levanto y observo el panorama. Cuando pongo un pie en el baño escucho como algo se rompe a lo lejos. Abro los ojos a tope y corro escaleras abajo tan rápido como puedo.

—¡Maldita seas, Alice! ¿Dónde están mis cigarrillos?

—¡Ya te dije que no se, papá! —responde ella de vuelta.

Me acerco al marco de la puerta, si, el tío Ryan ya salió de la comisaria.

''¿Cuánto duró? ¿24 horas?''

—¡Yo los dejé aquí! No soy idiota, las cosas no desaparecen por sí solas —golpea el gabinete de la cocina. Alice da un salto y yo solo cierro mis ojos —¿Ya uno no puede dejar las cosas en su lugar?

—¡¿No entiendes que no tengo ni la menor idea de donde están?! —Alice está alterada y sus gritos lo demuestran —¡Sólo compra otra maldita caja!

—¡Cállate!

—Me enfermas —susurra Alice. Yo abro mis ojos.

—¿Que dijiste? —Su padre la mira con odio.

''La va a golpear...''

—¡ME ENFERMAS! —le grita y pasa, la golpea, una cachetada aterriza en la mejilla izquierda de Alice —ERES UNA MIERDA ¿POR QUÉ NO TE DEJARON MÁS TIEMPO ENCERRADO?

Ryan aprieta los puños y golpea la mesa. Me aferro a la puerta cuando mi tío pasa por mi lado empujándome por el hombro con demasiada brusquedad, estoy segura de que un moretón saldrá en un par de horas.

—¡Tú y tu maldita prima me tienen cansado, esta es mi casa! ¡par de malagradecidas! —grita desde la sala y tira un jarrón al suelo que se quiebra al impactar violentamente.

—Genial —susurro —Algo más para limpiar.

Me acerco a Alice y la abrazo. La escucho llorar, pero no dura más de un minuto ya que se aparta.

Llegaremos tarde.

—Alice-

—Vamos —me interrumpe y toma mi mano para subir escaleras arriba.

Subimos en total silencio, ella se mete a bañar primero y yo me pongo a hacer el horario de hoy de ambas.

Una vez dada mi ducha rápida salgo. Alice se encuentra sentada en su cama texteando. Aferro la toalla a mi pecho y me acerco al armario. Jeans negros, camisa manga larga color gris, es más bien como un abrigo. Saco la ropa interior y me introduzco nuevamente al baño. Paso desodorante por mis axilas, crema por mi cuerpo, me cambio y salgo. Me ato una coleta alta frente al espejo, para poder cepillar mis dientes.

Entonces, noto que mi mejilla aún está roja. Suspiro y me coloco mis tenis blancos.

—Estoy lista —aviso al salir del baño.

—Vámonos pues —responde la pelinaranja en susurro, mientras guarda su celular y toma su bolso. Bajamos las escaleras y salimos.

Como cada mañana vamos en silencio. Todo se tensa al llegar a la calle donde ocurrió el asesinato, hay cámaras de televisión, y policías. Una cinta amarilla rodea el área. La carretera tiene sangre, mucha sangre, en su mayoría seca y las imágenes del chico de ayer disparando sin piedad alguna a los tres sujetos viene a mi mente.

—¡Qué horror! —exclama Alice escandalizada —Ya no volveré a caminar por aquí de noche —muerde su labio inferior viendo todo.

—Ni yo —murmuro y me abrazo a mí misma.