Eylen & Harry - When We Fall [✔️]

06. Empleo

Eylen

—¿Cómo te fue? —Alice brinca a mi cama golpeándome una pierna en el proceso —Quiero todos los detalles, incluso el más mínimo cuenta, así que habla —aplaude como niña feliz mientras ruedo los ojos.

—Alice, basta —la pateo suavemente en la pierna para que deje de brincar —No pasó nada.

Lo cual es bastante cierto, luego de desayunar en silencio Harry me llevó a casa de Erick nuevamente y se despidió, espero que para siempre.

La madre de Erick me recibió en la entrada y me dejó pasar, ella no estaba anoche cuando llegamos porque doblaba turno en el supermercado donde trabaja, pero su hijo le había avisado que dormiríamos allí. Al parecer venia llegando. Obviamente me preguntó porque no estaba en el colegio ya que eran las siete de la mañana y tuve que mentir diciendo que estaba en camino, pero me sentía tan mal que me regresé. Tomé mis pertenencias que consistían únicamente en la ropa sucia que traía ayer y me despedí de ella para regresar a mi casa. Sabía que la mujer necesitaba descansar.

Para mi suerte el tío Ryan no estaba cuando me escabullí por la parte de atrás de la casa y trepé por la escalera llena de matorrales que daba a la ventana de la habitación de invitados, jamás estaba cerrada ahí.

Cuando entré miré escaleras abajo y noté los estragos de la noche anterior por la fiesta, todo tirado, con basura de latas de cerveza, cigarrillos y numerosas cosas que prefiero evitar nombrar, así que solo corrí a mi habitación y con la llave de repuesto que estaba escondida bajo una madera hueca a un lado de la puerta abrí y me encerré hasta que Alice llegara, no tenía ánimos de limpiar sola.

—Hoy quedará marcado en la historia como el día en que, Eylen Stone faltó a clases para escabullirse con su amado, Harry sin apellido —bufo con una sonrisa —... A las seis de la mañana a vé tú saber dónde —continua y pone una mano en su pecho como si hiciera un juramento.

—Que exagerada —le tiro una almohada —Ya sé porque eres la presidenta del club de drama.

—No me cambies el tema, Valeria —mueve su dedo índice en mi cara —Ya dime como te fue.

—Te diré si ya no me dices Valeria —bromeo.

—Soy toda oídos, querida prima —se sienta en la cama y sonríe de oreja a oreja.

—Cálmate, pelo naranja, tampoco es la gran cosa —ella rueda los ojos sin decir nada —Bueno, fuimos a la plaza-

—Uy... la plaza —sube las cejas de arriba abajo y mueve los hombros.

—¡Alice!

—Ay, disculpa, pero es que-

—Deja de hablar —subo mi mano a la altura de su cara. Mi prima se muerde el labio evitando soltar una carcajada y niego —Me invitó a desayunar.

—¿Y qué pasó después? —junta sus manos como si estuviera diciendo una oración y sonríe aún más.

''Vamos Eylen, dile la verdad...''

—Me dijo que no debo preocuparme porque haya sido testigo del asesinato de los tres hombres, a los que el disparó. Que la muerte es algo normal, que no pertenece a una banda criminal, cuando claramente debe estar en una ya que posee un arma que usa sin pudor, tiene un auto lujoso que ningún adulto joven puede pagar y regala el dinero a las cajeras como si este lloviera del cielo. Tengo mucho miedo —digo rápidamente, cierro los ojos, para no verla y suspiro.

''Ni que fuera tan valiente como para decir eso en voz alta...''

—¡Eylen! —Alice aplaude sonoramente cerca de mi rostro y yo abro los ojos para verla sonreír dulcemente —¿Sigues ahí? Parece que te fuiste a otra galaxia. ¿Qué paso después? Dime ya.