24. Un mundo pequeño

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Alice

La cabeza me da vueltas.

Mi novio se encuentra sentado a mi lado trazando líneas imaginarias en las partes descubiertas de mis muslos, ya que hoy decidí usar una falda que me llega más o menos unos diez centímetros arriba de la rodilla.

—Alice —susurra llamándome y entonces lo miro —Mañana en la noche quiero llevarte a un lugar especial, ya tengo todo reservado, planeaba decírtelo al salir del colegio, pero no sabía que terminaríamos sentados a las afueras del despacho de Fuentes.

Mañana cumplimos un mes más juntos.

—Parece que dos años y cinco meses pasaron volando —sonrío a la vez que llevo mi mano a su mejilla, lo veo cerrar los ojos ante mi tacto —Te amo demasiado, Erick.

—Y yo a ti —abre los ojos para darme un corto beso.

—Ustedes me dan náuseas —comenta Max llegando hasta nosotros. Me separo de Erick riendo.

—Cuando te enamores entenderás —le dice mi novio de manera tranquila y veo como Max rueda los ojos aun sin quitar su gesto burlón y se sienta a mi lado.

Siento unas inmensas ganas de devolver mi almuerzo al oler lo que ha comprado.

—¿Qué rayos es eso? —me abanico el rostro con mis manos.

—Fui por un hotdog al puesto que está afuera. Tengo mucha hambre —arquea una ceja subiendo el pan como si no fuese muy obvio, pero lo único que logro ver es la excesiva cantidad de cebolla encima.

—Huele asqueroso, por favor aleja eso de mí —saco la lengua y niego repetidas veces.

—Eres toda una diva —se queja.

—Menos charla y más distancia, por favor —lo señalo.

Erick se ríe y Max refunfuña mientras hace lo que le pido y se pone de pie para sentarse a exactamente seis sillas más lejos.

Dejo salir aire de mi boca y volteo a ver a Erick.

—Al salir de aquí necesitamos ir a la farmacia que está aquí en la esquina —le digo —Esta mañana a Eylen le vino el período y por suerte aun teníamos un par de toallas, pero hay que comprar más.

—Ew —Erick rueda los ojos, no es muy fan de estos temas —Eso significa que a ti te va a venir también, con eso de que están sincronizadas —me señala con aburrimiento.

Sonrío a medias y asiento. La puerta del despacho frente a nosotros se abre y rápidamente me pongo de pies. Erick y Max también lo hacen y este último tiene un pedazo de pan en la boca que mastica rápidamente para poder acercarse.

—Alice, me gustaría hablar contigo antes de que se vayan —pide el abogado y asiento, veo a Eylen salir con lágrimas en los ojos de la oficina y acercarse a Erick quien la rodea por los hombros en cuanto llega hasta él.

—Está bien —respondo adentrándome a la oficina y una vez sentada el abogado cierra la puerta para poder sentarse también, del otro lado del escritorio que nos separa.

—Lo diré rápido —comienza —La orden de restricción contra Benjamin emitida hace un año llegó a su fin la semana pasada.

—¿Podemos emitir una segunda? —pregunto rápidamente.

—Lastimosamente, señorita Meyers, me temo que no será posible. Si Ben no ha atentado contra la señorita Stone en todo el período respectivo, se considera exento de cualquier orden.

Imágenes de mi prima casi muriendo desangrada ante mis ojos llegan de inmediato y luego veo a Ben llorando, diciendo que todo fue sin querer, que él la ama y no quería recurrir a la violencia.

Eylen & Harry - When We Fall [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora