El camino es agradable. Aunque continúa haciendo frío, de alguna forma el mismo me hace sentir bien, animada y feliz. Continúo tomada del brazo de Charles, que me cuenta historias sobre cómo era esta misma carretera en su época, y tenemos otras conversaciones sobre diversos temas. Amo escuchar sus anécdotas, me alegra mucho saber más de su vida pasada, pues despierta en mí una curiosidad que no puedo explicar, que me resulta fascinante. Siempre me pregunté qué tan acertados eran los profesores de historia en sus explicaciones. La historia se va distorsionando un poco con el pasar de los años, y me daba mucha curiosidad saber si ellos, que no estuvieron en los hechos históricos que narraban, los estaban narrando de forma certera. ¿Y qué mejor maestro de historia, que alguien que legítimamente vivió esos momentos magníficos?
Cuando llegamos a la mansión papá no está en ningún lugar, y al revisar mi teléfono me encuentro con un montón de fotos que me ha mandado. Está con esa mujer del museo en una disco con temas de los 80's; es increíble lo feliz que se ve, y algo me dice que la conocía desde hace mucho, pero tal vez no quería decírmelo. Lo que no me explico es cómo Winter llegó hasta acá, pues se nos lanzó moviendo la cola al instante en el que abrimos la puerta.
Charles se dirige al comedor y yo tomo una caja y voy por toda la casa recogiendo objetos. En el camino tuvimos esta interesante conversación sobre cómo la tecnología ha avanzado, y me pidió que le mostrara algunos objetos propios de mi época, que él no conoce o de los cuales nunca ha obtenido una explicación.
Cuando llego al comedor, él está de pie, esperándome con una sonrisa. Creo que no hay mejor manera de pasar el tiempo en estos momentos. Puede sonar tonto, pero hace mucho que no nos divertimos. Coloco la caja sobre la mesa y él la observa con intriga.
—Comencemos con tu familiar perdido —digo, a modo de chiste, mientras saco una botella de coca-cola—. Esta cosa fue inventada por un Pemberton.
Él la toma entre sus manos, examinándola con fijeza.
—Sí, lo recuerdo, ustedes lo mencionaron. Pero te aseguro que no es uno de nosotros.
Levanta la botella y la coloca contra la luz.
—Esto se ve asqueroso —afirma.
Yo meneo la cabeza.
—Es una cosa muy extraña. Cuando la bebes, sabes que no es saludable, y cuando te empeñas en saborearla sabes que no es lo más delicioso del mundo, además tiene mucha azúcar; pero aun así en verdad sabe a gloria.
Él me observa con los ojos entrecerrados, confundido. Ahora, ¿cómo explicar el sabor de la coca-cola?
— ¿A gloria? Pero acabas de mencionar que no es lo más delicioso del mundo. —dice, colocando la botella sobre la mesa.
—Esa es la cosa con la coca-cola. Nadie sabe por qué es tan adictiva aunque en verdad su sabor es extraño cuando en verdad te das la tarea de analizarlo. Algunos dicen que tiene cocaína y que por eso es tan adictiva.
Él toma asiento en la silla más cercana y deja el sombrero sobre la mesa.
— ¿Cocaína?
Río. No puedo explicarle que se siente estar bajo los efectos de la cocaína, pues jamás la he probado —y no pienso hacerlo nunca—. ¿Cómo explicarle a Charles que hoy en día nuestra generación está dañando su cerebro con sustancias alucinógenas? He escuchado, gracias a papá, que existían algunas drogas en la época de Charles, pero no eran de conocimiento público, sólo unos pocos sabían de ellas, y aún más pocos las usaban.
—Creo que podemos omitir eso —le digo, sacando otro objeto de la caja, esta vez uno muy liviano, el cual por un momento siento nervios de mostrarle. Pero al final lo tomo en mis manos y lo estiro, de manera que pueda verse bien su forma.
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Desde hace un sueño (En físico en Amazon)
Romansa*Ganadora Watty 2019, Romance*. Me enamoré de un fantasma. Emma se muda a una antigua mansión que ha estado abandonada por más de un siglo, en un pequeño pueblo inglés. Aquella casa guarda un pasado oscuro, aterrador; un pasado del que aún se murmur...