Cuatro.

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— Hola Joey. Te busqué por todos lados y mira donde te encuentro. —

Ríe nostálgico y se sienta a su lado para continuar.

— Oye, jamás creí que esto te pasaría. Venía muy feliz de verte y poder hablar contigo, a la vez pienso que no fue buena idea porque me duele verte así.
Pero sé que es muy egoísta de mi parte sólo pensar en mí.
Me quedaré el tiempo que tenga que estar aquí, así tenga que vivir por años junto a tí. Pero sé que eres fuerte, siempre lo fuiste y sé que vas a salir de esta tan pronto, como te sea posible.
Te doy todo de mí, toma la fuerza que necesites. Toma mi vida si es necesaria, pero vuelve, vuelve y ámame como siempre lo hiciste.
Tú eres mi mejor amigo y créeme que, no podría tener una vida feliz sin tí. Y no es que no pueda vivir si no estás, simplemente es que no quiero. Eres lo único que tengo. —

Lágrimas silenciosas bajaban por sus mejillas, él quería ser fuerte para su amigo, lo estaba intentando pero era difícil verlo así después de tanto tiempo.

Tenía la esperanza de estar a su lado como lo hacía antes, pero será más complicado de lo que imaginaba.

— Dicen que tienes un novio por ahí. La verdad es que jamás pensé que te gustarían los chicos, pero te apoyo, tú me apoyabas cuando conocías a mis novias feas.
Hasta llegaste a halagarlas con tal de no hacerme sentir mal. —

Ríe por el recuerdo.

— Me agradaría conocer a ese chico tan especial en tu vida.
El amor no viene a mí, me agradaría conocer a alguien pero definitivamente no sé escoger.
¿Crees que yo me podría enamorar de un chico?.. —

Miró a Joel esperando una respuesta y rió, como si la hubiese escuchado.

— Tienes razón, yo tampoco lo creo.
Soy muy grosero, y a los pasivos no creo que les guste ser insultados.
Me encanta el masoquismo. —

Rió nuevamente, parecía como si de verdad estuviese teniendo una charla con Joel.

— Pues talvez, si conozco a alguien así no dudaría aún si fuera hombre y me lanzaría por él, qué tal y me termino enamorando. Claro que sí, tienes toda la razón. —

Abraza a Joel.

— Te quiero amigo, despierta. Me tengo que ir, pero vendré a verte todos los días. Espero tener charlas más extensas. Adiós. —

Da un beso a su mejilla, sonríe y se va.

— ¿Quién era ese Joel Pimentel? Tú eres mío. —

Hablaba Erick al entrar a la habitación, seguido por la pareja quienes lo veían con diversión.

— Quiero que me respondas. —

— Erick está celoso hermanito, no le hagas caso. —

Entonces Erick se sintió ridículo, poniéndose celoso del pobre chico.

— Lo siento, es que tengo miedo. Como te dije, no creo que sea normal eso de que la camilla estuviese tirada y todos son sospechosos para mí. —

— Bueno Chris, en eso tiene razón Erick. No hay que confiarnos de todos. —

Argumentó Richard.

— Sí, lo entiendo chicos. Pero ahora hay que hablar con él. —

Ambos aceptaron.

— Hola Joe, ¿Recuerdas que te hablé de alguien muy especial? ¿Sí? Pues lo tienes enfrente bebé, él es mi novio, Richard. —

Señaló al moreno.

Mi florecilla || Joerick, Erickdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora