Diecisiete.

100 10 2
                                    

— Hey, te extrañé muchísimo. —

— ¿Por qué? Dime porque estoy aquí... —

Joel no soltaba ni un segundo a su chico, necesitaba sentir el calor de sus abrazos.

— Aquél día que no quise ir contigo por un taxi, algún ebrio idiota te arrolló y estuviste en coma por mucho. —

— No es verdad... ¿Cuánto? —

Erick aún lloraba, estaba emocionado pero en parte triste.

— Más de un año, amor. —

— Eso no puede ser cierto, yo no he estado aquí por tanto tiempo y menos, porque no aguantaría ni un minuto sin besar tus dulces y perfectos labios. —

Richard y el enfermero estaban en la puerta en completo silencio, ambos querían ver a Chris y que ese ojiverde se largara porque lo único que le haría a Joel, sería romperlo en mil pedazos.

Y justamente, como si hubiese escuchado sus pensamientos llegó el hermano de Joel junto a su amigo.

Christopher entró y se quedó en silencio cuando vió que Erick besaba a su hermano, aunque para su mala o buena suerte Zabdiel no vió aquello, ya que se estaba arreglando la ropa y el cabello fuera de la habitación para verse guapo ante su amigo.

— Te amo. —

— Te amo. —

El ojiverde le dió una sonrisa y lo escuchó...

— ¿Erick? —

Era Zabdiel, que reconocía muy bien a su casi chico, aún cuando no veía su tierno y hermoso rostro.

El nombrado se volteó y lo miró nervioso.

— Holaa... —

— Hey, ¿Qué haces aquí? —

— ¡Él ya se va! —

Alegó Christopher interrumpiendo para no poner mal a su hermano, que parecía desconcertado.

¿Cómo no? Ni si quiera lo habían saludado.

— ¿Tú qué haces aquí? —

Preguntó Erick ignorando a Christopher.

— Pues yo he venido a ver a mi mejor amigo, Chris y Jo son como... —

— ¿Chris es tu mejor amigo? —

— Pues sí, pero Joel es... —

— Zabdiel cállate, ven a abrazarme. —

Pidió Joel, a quien no le agradaba la idea de que lo estuviesen ignorando, además que era raro que esos dos se conocieran.

Zabdiel lo miró y sonrió para luego correr hacia él y abrazarlo con cuidado. Y nada, besó su mejilla y lo siguió abrazando mientras Joel sonreía débil.

— Lo siento bebito, ya estoy aquí. —

— Siempre quise que regresaras, te necesité siempre, siempre. —

'¿Qué pasaba?', eso era lo que se preguntaba Erick.

Al separarse Joel miró a su hermano y le sonrió, haciendo que el castaño temblara con emoción por ver esa cálida mirada una vez más.

— Hermano... —

Mencionó Joel estirando los brazos para que Chris se acercara y le diera amor.

El castaño no dijo nada y muy lentamente se acercó para abrazar con sumo cuidado a su pequeño hermanito.

— Te quiero Joe, muchísimo. —

Mi florecilla || Joerick, Erickdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora