Doce.

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Erick tocó el timbre y al instante la puerta se abrió, dejando ver a un Zabdiel bastante arreglado y perfumado.

El rizado sólo lo miró, esperando alguna palabra.

— Hola. —

Le sonrió sin recibir respuesta o gesto alguno. Sólo seriedad.

— Lo siento, voy a salir. —

— Sólo quiero hablar contigo, perdón por lo de la mañana. —

— Si quieres puedes esperarme, tengo que ver a mi amigo, te quedas en tu casa. —

— No Zabdiel, yo... —

— Adiós. —

Dejó la puerta de su casa abierta, subió a su auto y se fue.
Erick no supo que hacer así que solo cerró y se dirigió a su casa, la cual no visitaba hace mucho.

Al abrir se encontró con el lindo rostro de Joel frente a él, pero no estaba solo, sino con él.

Su foto favorita.

Aquella foto estaba enmarcada con cedro, era el cuadro más grande de la casa.

Recuerdos de los días más felices de su relación estaban presentados en la sala, en la pared principal frente a la puerta.

Sus ojos se aguaron al recordar aquella época, donde su amor parecía ser eterno y puro.

Sin problemas, sin culpa ni traiciones, sin ningún obstáculo o persona que los separase.

Se adentró más, y al comenzar a subir a su habitación, la pared al lado de la escalera estaba repleta de fotos de ambos, y también de Christopher.

Algunas eran de las más recientes, otras, de las primeras que sacaron.

Al llegar a la habitación se aventó a la cama y comenzó a llorar. No se arrepentía de lo que había hecho porque en realidad había amado aquello y Zabdiel, ese chico le parecía perfecto.

Simplemente tenía coraje por ser tan estúpido y no estar con Joel, por no quedarse con él, pues si lo hubiese hecho no habría encontrado a Zabdiel y nada de eso estaría pasando.
Quería regresar el tiempo hasta el día en el que no quiso acompañar a Joel a tomar un taxi para que fuera a trabajar, porque si lo hubiese hecho, habrían tardado más mientras se arreglaba y su amor estaría despierto.
Quería regresar el tiempo, al día en el que se sorprendió porque Joel no tenía pena y quería sexo, pero él le dijo que quería "hacer el amor", no sexo. Si no hubiese quitado a Joel y no lo hubiese corrido de la habitación por miedo y pena, su primer encuentro habría sido con él. Su primer amor.
Si pudiera regresar el tiempo no se sentiría tan culpable y deshecho por traicionar a su bello y hermoso novio, que siempre le fue fiel, aún cuando no fue a la escuela por un mes, pues tenía yeso en la pierna.

Si pudiera regresar el tiempo, no estaría entre un dilema sobre Joel y Zabdiel.

Si pudiera regresar el tiempo hasta la madrugada de ese día, no hubiese corrido de la casa de Zabdiel al hospital, si no que, al despertarse, hubiese subido al chico y lo besaría para que lo hiciera suyo nuevamente, para hacer el amor con él y no parar hasta el día siguiente.

No hubiese dejado a Zabdiel por ver a Joel, pues si de todos modos se iba a sentir culpable, Christopher lo iba a descubrir, no iba a cuidar ni un poco al moreno, e iba a perder todo, lo hubiese hecho con provecho.

Comenzó a dormirse en medio del llanto, mientras pensaba en lo que pudo ser y no fue, en lo pudo hacer y no hizo, en lo que pudo decir y no dijo, en lo que era con Joel y lo que podría ser con Zabdiel.

Mi florecilla || Joerick, Erickdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora