- ¿Erick? -
Preguntó Zabdiel adormilado, viendo como Erick se levantaba desesperado y se vestía rápidamente.
- Lo siento, me tengo que ir. -
- Erick, son las cuatro de la madrugada, ¿Qué pasa? -
- Olvidé a mi novio. -
- ¿Tu novio? ¿En tu casa? No creo que le pase nada si se queda una noche solo. -
Estaba celoso, acababan de tener "su noche" y ya quería irse, lo peor era que hablaba de aquél chico como si fuese un bebé que no sabía cuidarse, ¿No podía llamarle por su nombre? De verdad no era agradable escuchar de los labios de Erick un "mi novio" y que no hablara de él.
- Él no está en casa, además es peligroso que se quede solo. -
- ¿Por qué? -
- Él no está bien. -
- ¿Y qué pasa? ¿Dónde está él? ¿Por qué no me hablas bien y me dices lo que está pasando? -
- Entiende Zabdiel, te dije que no quiero hablar de eso, no ahora, es algo muy difícil para mí. -
- Estamos bien Erick, puedes confiar en mí. Te juro que te apoyaré. -
- Zabdiel, apenas nos conocemos... -
El rizado soltó una risita irónica, al mismo tiempo que su mirada se iba y luego regresaba a Erick con una sonrisa desanimada.
- ¿Sabes qué? Vete si quieres... -
Erick quería responder algo pero no se le ocurrió nada.
Caminó un poco pero rápidamente se aventó al suelo para sentarse.El rizado quería preguntar si estaba bien, si le ayudaba o si algo le dolía, pero no lo hizo, su orgullo era mayor.
Lo que Erick tenía era un ardor tremendo en el trasero, no era insoportable pero si incómodo.
Al sentarse o ponerse de pie no había sentido nada, pero con el movimiento para dar pasos sí.Se levantó y dió otro paso, ignorando lo que sentía.
Al estar en la puerta se giró para ver a Zabdiel, quien lo observaba atento.
- Oye Zabdi, yo... -
- No se te olvide cerrar la puerta cuando salgas. -
El ojiverde bajó la mirada, tirándola hasta el suelo.
- Bien, adiós. -
No hubo respuesta, como pudo, Erick salió a tomar un taxi.
(...)
05:37 a.m.
- Joe llegué, perdón, perdón... -
Cuando buscó su silla notó que el enfermero se encontraba ahí y estaba despertando.
- Lo siento por estar aquí, es que vine a cuidarlo para que no se quedara solo. -
Habló bostezando y cubriéndose con una mano.
Erick maldijo para sus adentros, no le gustaba ese chico, no tan cerca de su hombre.
Era muy atento con él, pero aunque le disgustaba agradeció el que no lo hubiese dejado solo, así que le sonrió.
- No es problema, gracias por cuidarlo... ¿Qué sucedió? -
Interrogó señalando a Joel, al notar que estaba muy bien arreglado, en realidad más lindo de lo normal. Aunque aún le faltaban los mejores detalles; las blancas perlas que acompañaban sus sonrisas y los bellísimos ojos que brillaban como las mismas estrellas.
ESTÁS LEYENDO
Mi florecilla || Joerick, Erickdiel.
FanfictionTe daré tanto amor, como los rayos del sol, porque tú eres mi florecilla 🌸