Veintiséis.

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Las terapias llevaban ya un mes, y para suerte de los chicos todo iba bien. Con Yoandri las cosas eran muy tranquilas, era muy paciente cuando Joel se estresaba y busca a siempre la forma de ayudarlo a salir de su tristeza, logrando hacerle sonreír casi cada que lo necesitaba. La vida para Joel era difícil, seguía siendo duro él no poder valerse por sí mismo y saber que posiblemente su hermano no se casaría, porque realmente estaba pegado a la idea de que él tenía que ser su padrino, estar sano y festejar juntos, como era debido.

Aquello lo hacía sentir bien, aunque en parte culpable. Pero también le daba el impulso para mejorar, para lograr que Christopher fuera feliz. Por otro lado, no dejaba de pensar en cómo sería su vida en aquel momento si el amor que había tenido hubiese sido de alguien diferente a Erick. ¿Qué habría pasado? ¿Seguirían juntos? No imaginaba cómo alguien podría amarlo de aquella manera, sin sentir lástima por él o asco al estar a su lado.

- ¿De nuevo pensando en eso? -le reprendió Christopher, que seguramente había notado algo en su mirada- ¿Sabes? Yo me he preguntado desde que conocí a Richard el por qué de su amor por mí, desde siempre he dudado. Como ya sabes, él y yo no tuvimos un comienzo romántico y creía que todo lo que teníamos era puramente sexual. Que todo lo que el veía en mí era físico, y cómo no, si por lo fácil que fuí la verdad es que sus pensamientos por mí pudieron ser de lo peor. Pero el caso es que él me ha demostrado al final que realmente me ama, aunque no me lo diga, él no estaría conmigo si no lo hiciera -se sentó a su lado y le sonrió-. Si alguien estuvo contigo fue porque te amó, si alguien lo está ahora es porque te ama. Pero no debes dudarlo, la gente no se queda tanto tiempo por un aspecto que poco les conviene cuando no aman a alguien.

- Y Erick no está... -respondió el moreno y una mueca salió de Christopher.

- ¿Puedes pensar en algo más? Algo importante, que realmente valga la pena, no lo sé, en que todo esto de las terapias te devolverá más movilidad de la que ya te ha dado. Vas muy bien, no entiendo por qué pretendes seguir haciéndote daño con un chico que no ha sabido mantenerse a raya en el último momento. Cuando estés bien, verás que encontrarás a alguien que te ame de verdad, y aún si no todo es perfecto, se quedará contigo hasta que el barco se hunda. Porque hermano, tú no necesitas a alguien como él, lo que tú mereces es el amor de alguien valiente, que sepa afrontar cada obstáculo para amarte diariamente por el resto de sus vidas. Pero no entiendes, que aún si al final no hay alguien que viva un romance contigo, yo siempre seré tu hermano y voy a cuidarte como el bebé que siempre has sido para mí, y estoy seguro que Rich también lo hará.

Las manos y el rostro habían retomado un poco de movilidad, podía hacer gestos leves, entendía que todo debía ser poco a poco pero realmente estaba desesperado por correr, bailar y brincar. Necesitaba tanto volver a vivir, necesitaba realmente tener alguien con quien compartir cada minuto de su vida. Aún cuando estaba seguro de que su hermano era sincero al decir que estaría con él, no quería ser esa persona que siempre estaba en medio de una pareja. Quizá no lo había escogido él de esa forma, pero como fuera, no quería serlo.

Entró Yoandri con una gran sonrisa y un ramo de hermosas rosas blancas, dirigiéndose hasta ellos.

- ¿Y eso? -preguntó Joel señalando las rosas, aliviado por haber desviado el tema que llevaba con su hermano.

El pelinegro soltó un chillido antes de extender las flores hacia él, sonriendo ampliamente, colocándolas muy cerca de su nariz para que pudiera olerlas.

- No sabes, mi novio es el mejor del mundo.

Christopher frunció el ceño al escuchar aquello y lo miró interrogante.

- ¿Tienes novio?

- Por supuesto, es ese chico que viene a dejarme y viene por mí en las noches para llevarme a casa -se quedó un momento en silencio, notando que los hermanos aún no entendían su punto, aclaro su garganta-. Bueno, la cuestión es que Johann sabe lo mucho que te quiero Joel, y me dijo que ya que siempre que salgo de aquí parezco tan feliz, quería agradecerte por ser tan bueno, así que él mandó esto para tí.

Mi florecilla || Joerick, Erickdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora