Diecinueve.

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El enfermero se acercó a la camilla donde se encontraba Joel con los ojos rojizos, mientras Chris y Richard intentaban buscar algo para ponerlo feliz pero no sabían qué.

El chico sonrió levemente intentando darle un poco de tranquilidad al rizado y hacerle saber que estaría bien, y se sintió excelente cuando recibió un intento de sonrisa por parte de Joel.

Tomó sus manos y habló mientras revisaba el pulso y otras cosas.

— Hola Joel, soy Riki, como podrás ver soy tu enfermero y espero poder estar bien contigo, yo seré lo más agradable posible y tú me dirás si algo no te gusta pero también deberás intentar llevar en paz todo.
Debía hacerte las revisiones desde que despertaste pero no lo iba a hacer si estabas alterado, era mejor que te sintieras seguro primero. —

Riki tomó el rostro de Joel con delicadeza entre sus cálidas manos, y pudo observar una pequeña sonrisa del rizado cuando habló.

— Estoy súper feliz de que hayas despertado, sé que no debemos encariñarnos con los pacientes pero para mí es súper difícil. Realmente quería que despertaras, verás que todo va a estar mejor. —

— Gracias. —

Asintió y comenzó a revisar los ojos de Joel, moviendo una lamparita en ellos también.

— ¿Te sientes bien? —

— Sí, creo. —

— Pues lo estás, físicamente te has recuperado muy bien. ¿Sientes algo extraño? ¿Dolor, picazón o algo? —

— No, sólo que me siento muy cansado, creo que necesito dormir. —

— ¡¿No te bastó con estar ahí más de un año?! —

Chilló Christopher interrumpiendo la conversación de Joel con Riki.

Richard abrazó a su novio para calmarlo y besó su sien, logrando su objetivo, sintiendo como el castaño se relajaba entre sus brazos y se enganchaba a su cuerpo.

— Es normal, necesita descansar. —

— Pero queremos estar con él... —

— Mira Christopher, por ahora llamaré al doctor para que le haga un chequeo más a fondo y luego harémos que descanse un rato, pero cuando despierte ustedes podrán estar aquí todo el tiempo necesario. ¿Okey? —

Miró a la pareja y Richard asintió, pero Chris sólo hizo un puchero.

— ¿Por qué? Podemos quedarnos, no hay nada mejor que hacer. —

— Debo hablar con él, todo será rápido y en cuanto despierte podrán verlo. —

— Bien, sólo danos unos minutos para estar con él antes de salir. —

El enfermero suspiró por la insistencia del castaño, era obvio que quería a su hermano pero también que no sabía nada sobre los transtornos que podría tener si tardaban mucho en atenderlo.

— Bien, sólo mientras hablo con el doctor. —

— Vale, tómate tu tiempo... —

Riki salió de ahí, y mientras hablaba con el doctor sobre preparar las cosas para las revisiones los chicos hablaban.

Regresó y se encontró con Christopher encima de la camilla abrazando a su hermano, quien a su parecer correspondía feliz.

Y al lado Richard intentaba bajar a su novio para que no lastimase al chico, aquello le hizo soltar una risita y se acercó.

— Bien, es hora de arruinar este hermoso momento. Ya viene el doctor así que por favor salgan. —

— Bueno, adiós hermanito, te amooo muchísimo mi bebito, despierta rápido para poder vernos otra vez y hablar mucho. —

— Lo haré Chris, también te amo. —

El castaño sonrió extremadamente feliz y después de abrazar otra vez a su hermano besó sus dos mejillas.

— Nos vemos. —

Y caminó hacia la puerta para esperar que su novio se despidiera de Joel.

Richard aún estaba algo tímido así que de lejos agitó lento su mano en forma de despedida y soltó un:

— Nos vemos Joel. —

El rizado frunció el ceño y rió, abrió sus brazos invitando a Richard a abrazarlo y habló...

— Ven aquí. —

Con lentitud y poca confianza, el chico se acercó y abrazó a Joel con muchísimo cuidado.

— Adiós cuñado, cuida a mi hermano un poco más ¿Sí? —

— Siempre. —

Ambos sonrieron y Richard se acercó también a la puerta, tomó a Chris de la cintura y salieron de ahí moviendo sus manos para despedirse.

Joel miró al enfermero y le sonrió intranquilo.

— ¿Por qué tantas cosas? ¿Qué pasa conmigo? —

— Es normal que estés cansado pero tu cerebro se dañó en aquél accidente, así que verémos que pasa contigo. Quiero hacerte unas preguntas y luego el doctor hará las revisiones necesarias para saber si estarás bien o necesitarás algo. —

— Bien, aunque si no quedo bien por favor no hagan esperar a mi familia para verme, si voy a morir o algo ya no hagan nada sólo déjenme estar feliz con ellos. —

— Si eso es lo que quieres, Joel yo te aseguro que así se hará, pero verás que no habrá necesidad porque todo va a estar bien. —

— Gracias. —

— No es nada, ahora sólo respóndeme algunas cosas. —

— Sí... —

(...)

Llegaron a casa de Zabdiel y sus lágrimas apenas intentaban parar, pero era difícil.

El chico abrió la puerta y dejó pasar primero a Erick, luego entró él y sin esperarlo sintió los labios del moreno moviéndose rápidamente sobre los suyos. Era hermoso sentir la calidez y dulzura de aquellos besos, así que cuando tuvo la oportunidad correspondió sin pensarlo mucho.

Al separarse Erick tomó su cuello y él enredó sus manos en la cintura del chico, mirándose a los ojos.

— Siento tanto el haber sido así de estúpido, no sabía cómo hablar de Joel y tampoco sabía que ustedes eran amigos pero realmente debo decir que te amo. A pesar de mi estupidez yo te amo y mucho, aunque sea algo pendejo porque apenas nos conocemos un poco, pero ya siento que he estado contigo toda la vida.
A partir de ahora te juro que no voy a tener secretos contigo, y te pido perdón porque te amo y quiero estar a tu lado. —

— Siempre vas a estar a mi lado bebé, porque no me importa lo que pase o lo tonta que sea la situación, yo también te amo.
Vamos, no hay nada que perdonar, también fue mi culpa y peor porque no sabía que eras novio de mi mejor amigo, aunque por más culpa que tenga no pienso dejarte ir. —

Y otro beso.

— ¿Quieres iniciar un noviazgo formal, ahora que estamos solos, Erick? —

— Contigo cuando sea. —

Uno beso más. Tan lento y apasionado a la vez que les erizaba la piel, pues era algo perfecto el tenerse mutuamente sabiendo que crearían su propia felicidad.

Mi florecilla || Joerick, Erickdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora