Capítulo 8

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Llegó 31 de diciembre, era el cumpleaños de su mamá; le dije que podía venir después de 12am, y así fue.

Estaba sentada de espalda en el mesedor, esperando a que él llegara, me tomé unas selfies. Cuando sentí la presencia de alguien tras mío, cubrió mis ojos con sus manos, fue lindo sentirlo ahí. Solo había una silla así que me senté en sus piernas. Nos quedamos hasta las 2 y luego entramos, ese día durmió aquí en mi casa, mi mamá lo quería tanto que nos dió permiso, pero obvio no conmigo.

Al día siguiente, 1 de enero de 2018, nos acompañó a misa, y se quedó hasta la tarde, luego se fué. Lo momentos eran mágicos, vivíamos el día a día, sin pensar en lo que ocurríria, aunque a veces yo me ponía a pensar en lo triste que sería que él se fuera de mi.

Pasaron unos días, fuimos a un buque de libros, al que yo quería ir y él me llevó. Ese día fui muy feliz con él, tomada de su mano. Odiando a todas las chicas que lo miraban y él reía al verme celosa. Lo apreté de la mano, le dí muchos besos hasta que se fueron. Ese mismo día se enojó porque un chico me preguntó la hora, recuerdo algunas cosas a la perfección.

Un mes después, ya se acercaba su cumpleaños, el 20 de febrero. No sabía que regalarle, pero ya había pensado en algo, y estaba trabajando en ello semanas antes, pero tuve un inconveniente y no pude entregarlo a tiempo. Sin embargo ese día lo llamé temprano, él se alegro mucho, lo sentí en su voz.

No recuerdo que día le dí el regalo, pero ya era marzo, le hice un cuadro a mano, en donde coloqué una foto de los dos, la qué a él más le gustaba, compré un dije con mi inicial, y le hice una carta, en dónde le pedí disculpas por haberme atrasado con el regalo. Día en el cual también discutimos, no recuerdo el por qué, tomé la decisión de no darle nada, y rompí la carta que le hice, él se puso a llorar, lo lastimé un poco y ya no sabía que decir, así que dije lo siento, aunque luego se contentó al ver, lo que decía la carta.

Quizás yo no supe expresar mis sentimientos de la mejor manera, pero sí lo amé de verdad.

Una vez me dijo que me mintió en su edad, que me había dicho que tenía 18, pero en realidad tenía 19, es decir que cumpliría 20 para el 2018. En ese momento, no tomé mucho sentido que me había mentido, pues no le presté mucha atención.

Vaya mentiras las que venían.

El y yo, eramos el dúo perfecto, así decía  cada vez que escuchábamos perfect two, verlo, besarlo, para mi era como tocar el cielo. Sentirlo, sentir su amor, su calor, y todas esas cosas bonitas que se sienten estando de esa forma. Los dos nos complementabamos a la perfección, cantábamos juntos, yo le cantaba, el reía, nos molestabamos, yo bailaba como loca solo para verlo reír, y su sonrisa, mierda, era lindo verlo, mirarlo, tocar su cabello negro y esponjoso.

Cuando íbamos al parque me cargaba en su espalda, eso era cálido, era tierno. Jugábamos a muchas cosas, pero nunca dejábamos de reír.

Todo lo malo vino después, empezaron los problemas, pasábamos más peleados que arreglados, y eso cada vez se ponía más tenso para mí. Luego reaccionabamos, terminabamos riéndonos de nosotros mismos, que peleábamos por unas bobadas, y finalmente llegábamos a la conclusión de que no queríamos separarnos nunca en la vida.

Recuerdo abril, aún no tengo claro que ocurrió, creo que ese día cumplimos meses de novios, fue un día pésimo para los dos, pasamos discutiendo toda esa semana, pero tú hiciste algo lindo por mi, después que te había escrito algo, ahí me di cuenta de muchas cosas, no quería dejarte ir nunca.

Duele Como El Infierno [Completa✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora