Capítulo 50

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En esos días estaba haciendo las vueltas de la u, hablando con el asesor de la universidad, para hacer la gestión de inscripción. Se escuchaba una voz muy gruesa, yo lo trataba de señor.

Ya había pagado la inscripción, cuando se lo envié a las 24 horas. Solo faltaba que le enviara unos papeles, se los envié, pero algo estuvo mal que no pudo abrir, así que tuve que reenviarlo. Luego más tarde llamó para validar los documentos que le había enviado. Bueno terminamos de hablar.

-Bueno señorita, nos vemos el día lunes.

Colgué, solo me reí, su voz era encantadora.

En que andas pensando hija del mal

Llegó el día lunes, pasé todo el fin de semana preparándome para la entrevista, leyendo sobre las competencias en la página web de la universidad. Aparte investigué por otros lados. Pero no dejaba de sentirme nerviosa.

Pensaba y pensaba que iba a decir, que me iban a preguntar. Me desperté, me bañe, me cepillé los dientes, y me dispuse a buscar una ropa presentable. Tomé un jeans azul, de flecos, tiro alto. Una blusa que llegaba hasta el inicio del Jean, era blanca, tiene como bordado botones pequeño de tela en toda la blusa. Unos tenis que tienen de adorno unas pelusas. Me peine mi cabello semi ondulado, me hice una trenza entre las dos esquinas. Me maquille un poco, en tono natural. Me apliqué un poco de perfume. Aliste el bolso, y tomé los papeles, me dispuse a caminar para tomar el metro.

En camino pensaba y pensaba, que le diría realmente a la psicóloga. Tenía muchos nervios. Tomé el alimentador para llegar a la estación, cuando subí se me cayó la carpeta, me dio un poco de pena, sentía la mirada de todas las personas puestas en mi.

Llegamos a la estación, me bajé del alimentador y recargué la tarjeta. Luego me subí en el metro, iba lleno, así que me metí así, me sentía apretada. Osea yo pequeña, la gente es alta, sin donde agarrarme, y quedé aprisionada con un muchacho de no más de 25, me puse nerviosa porque si me rodaba podía tocar sus partes y que asco JAJAJA.

Ni pude sacar los audífonos para escuchar música, que miedo que me fuera a robar el celular. Cuando el metro tomaba una curva me sostenía el muchacho, eso me daba rabia porque yo no alcanzo a los tubos esos donde uno se sostiene y no había manigueta libre, trataba de mirar para todos lados, la gente se concentraba en mi, osea era una pitufina en medio de un montón de gente alta, juro que ni me vía. De pronto como mandado de Dios desocuparon una manigueta, pero me iba agarrar luego que el metro doblara, para no caer encima de nadie. Yo con mi timidez de poder agarrarme, me agarré y dobló, el muchacho me quedó mirando

"Como si dijera un :ahí si te agarras o un por qué no te agarraste antes "

                      No alcanzaba idiota

Llegué a la estación para disponerme a caminar hasta la universidad, seguía pensando que iba a decir, que resultaría, que me dirían, pero terminó siendo todo como cuando hablo con mi mejor amiga.

El miedo no conlleva a nada, debes sentirte segur@ de ti misma, si no todo será lo contrario a lo que quieres realmente.

Duele Como El Infierno [Completa✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora