Capítulo 54

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Ya había gestionado la matrícula de la universidad, ahora solo faltaba cancelarla, las cosas se complicaron, pero hallé una forma de arreglar todo.

Aprendí que debo acostumbrarme a mí, a brillar solo, sin amigos, sin pareja, ahí es donde te encuentras tú mismo. Porque estando solo es cuando construyes tu autoestima; es el espacio propicio para forjar tu mejor versión ¡Disfútalo!.

Seguía haciendo mis vueltas de la universidad, esa es mi prioridad ahora. Quizás suena loco, pero Dios siempre me hablaba, de una u otra forma, cada vez me decía que no me desesperara, que él estaría conmigo durante toda mi batalla, pero que confíe en él, no que sea como santo Tomás, que solo creyó mientras vio, que debo creer en lo que él es, que tenga fe, que las cosas me van a llegar en el momento indicado.

Los días iban mejorando, ya no discutía con mi mamá, sentía que estaba cada vez mejor, me sentía otra persona totalmente diferente, veía las cosas desde otro punto de vista. El que quiere puede, se esfuerza y hace por conseguirlo. Para todo hay que hacer un sacrificio y eso hacia en esos momentos por mi. Aunque no hayan problemas entre mis papás y yo, pues hasta el momento no me han dado nada para hacer la gestión de la universidad, todo ha corrido por mi cuenta, no los culpo, porque se y soy consciente que no puede darme en estos momentos lo que necesito, sin embargo yo me he esforzado en ganarme unos pesos para mis cosas, mis necesidades y los pasajes para ir a la universidad.

Mis días ya no son tristes, la tristeza ya no hace parte de mí, una que otras veces algo trata de derrumbarme, pero no me dejo, no permito que eso me haga daño. Dedico mi tiempo a escribir, adquirir conocimientos, porque también aprendí que tengo mucho por aprender aún.

En los únicos momentos en los que estoy bien con mi mamá, por decir que hablamos y eso; ella me dice que no quiere una mala vida para mi, que estudie, que es lo único que ellos me podrían dejar.

Ya tomo las cosas con calma, quiero ser una nueva persona, olvidar todo lo que he pasado, sanar todas las cicatrices que tengo. Estoy volviendo a sonreír, y trato de animar a las personas a ser cada vez mejores, que no se sientan miserables, que no se queden en el hueco, si no que miren y velen por su vida, se sientan bien consigo mismo, que no tomen en cuenta a personas que le hagan creer que no sirven para nada, porque si comienzan a creer que se así son, estarían atados a la mediocridad del mundo. Como dicen, si tu lo crees posible, es posible, solo debes creerlo, creer en ti, que eres capaz.

Duele Como El Infierno [Completa✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora