Capítulo 2 La llamada

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La mañana pasa, llega el mediodía para almorzar. Almorzamos casi todos juntos en el comedor de la oficina, excepto Kelvin, a él solo lo vemos en las mañanas y pocas veces en la tardes para devolver lo que le sobro del material. Luego de eso, nos retiramos a seguir trabajando y aproximadamente a eso de las 2 de la tarde recibo una llamada:

-Hola -.

-Sí, buenas tardes ¿la señorita Estela?-.

-Sí, diga-.

-La estamos llamando del hospital San Pedro Aposto. Hace unas semanas dejo un currículo para optar por un puesto en el área de enfermería-.

-¿Yo? ¡Ah¡ sí. Ya se me había olvidado- le digo desorientada y apenada por el olvido- bueno, dígame.

-Requerimos de sus servicios, si es que aún sigue disponible- gran dificultad para mí, ¿le digo que ya tengo trabajo? aunque no es lo que estudie, me da para comer y tiene horarios flexibles... ¿o acepto esta oportunidad de ejercer lo que estudie?

-Hemmm bue...- comienzo a decir pensando en mis opciones pero la señora me corta mis balbuceos.

-Necesitamos, que este aquí en una hora aproximadamente para una entrevista de trabajo, debido a que hay un lugar para ofrecerle como enfermera. Pero la necesitamos hoy- afirma la mujer detrás del teléfono.

-Ahora ¿en una hora? pero yo estoy en la calle y no tengo ropa adecuada para ir a una entrevista...- digo, dándole escusas y al mismo tiempo diciendo la verdad, porque la ropa que tengo puesta es: una franela, un Jean y unas zapatillas deportivas; simplemente. A diferencia de cuando fui a llevar los currículums, me coloque mi mejor camisa: negra de botones y un jean presentable y no de huecos como el que tengo ahora... con esto tal vez logre más tiempo para pensarlo, pero me interrumpe de nuevo la voz.

-No importa, yo le explico a las Licenciada que estabas ocupada haciendo otras cosas y que va venir corriendo y por eso no vas a estar vestida adecuadamente. ¿Pero si vas a venir de verdad?- pide la confirmación la mujer.

-Bueno... si, ok, en una hora estaré allá- le confirmo, convenciéndome que tal vez no me contratan por mi falta de experiencia o porque no doy con el perfil que buscar. Tal vez puedo ser yo la que no le guste lo que ofrecen o no sé... pero decido que voy a ir a escuchar primero y luego tomare una decisión. La voz se despide y yo hago lo mismo.

En el bus camino al hospital luego de pedir permiso en el trabajo para según hacer unas diligencias, me coloco mis audífonos y comienza a sonar la última canción que se iba a reproducir, se reproduce: si yo fuera chico de Beyonce, me gusta. Le mando un WhatsApp a Carmen para avisarle que a lo mejor no llego para el cierre de las estadísticas que se entregan cada tarde porque voy a la entrevista de trabajo pero que tratare de llegar.

-"Ok, suerte"- responde ella, me dedico a revisar las notificaciones y a leer las noticias del Facebook. con mis nervios siento que va hacer el viaje más largo de mi vida y eso que solo es un viaje de 4 a 5 canciones.

AL llegar se levanta frente a mi un gran y antiguo hospital de color blanco y gris, y sus tejados rojos, aún conserva un estilo colonial en sus fachada de dos pisos, pese a sus pequeñas remodelaciones que se le han hecho a lo largo de sus años. Atravieso el jardín de la entrada y al pasar por las puertas de este entro a un salón con taquillas para información entrega de resultados y caja para pagos( los cuales al parecer están vacíos, lo digo por las personas esperando afuera de estas). Observo un vigilante de aproximadamente unos 7

Negro y blanco, y ojos marrones oscuro. Lo dejo que me acompañe porque presiento que es una buena persona y mi radar para eso, pocas veces se equivoca. Me desea suerte y me dice que cuando comience a trabajar allí, contara con él para cualquier cosa; cuando llegamos al frente de la oficina que tiene las siglas RR.HH.

Sala de EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora