Capítulo 4 El primer día

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Entro al hospital, hecho un vistazo y a esta hora, ya está full y aun no es hora de comenzar el turno me indican que me siente junto con otra chica que también va a empezar hoy su trabajo, que la gerente de enfermería vendrá en cualquier momento. Esperamos sentada ya cambiadas con nuestros uniforme de enfermera, me retoco un poco el maquillaje, me miro en el espejo y observo que además del polvo y el rubor también llevo maquillada las cejas, un poco de rímel en las pestañas y mis labios de color rojo rubí ¡que me encanta! (aunque no sé si sea un maquillaje acorde, no quiero verme exagerada). Tengo puesto un uniforme de enfermera blanco: blusa con botones en el centro que van de arriba a abajo, un pantalón y zapatos blancos. Nos presentamos y hablamos de cualquier cosa mientras que esperamos. Me cuenta que ya ha trabajado antes como enfermera pero tuvo que retirarse por su embarazo y ahora que su bebe está más grande decidió que ya era hora de volver a trabajar. Yo casi no digo nada de mí porque nunca antes había ejercido y ella casi no me pregunta sino habla y habla de ella.

Llega por fin la gerente de enfermería: la señora Tina, acompañada de otra enfermera pero esta es una señora mayor, aparenta casi unos 90 años.

-Buenos días muchachas, ella es la licenciada Adelina, coordinadora de enfermería en el área de consulta.

-Buenos días mis niñas- dice la señora Adelina.

-Buenos días- respondemos al unísono.

-Quisiera tener más tiempo, para darle un recorrido del hospital pero me tuve que desviar en el camino hasta acá y se nos hizo tarde- continua la gerente explicándonos.

-Ella - señalándome- es la enfermera que va a trabajar contigo en el área de consultas, te la llevas y que vaya aprendiendo sobre la marcha. Mientas que yo me voy con ella - señala la otra chica, que ya se me olvido el nombre de ella, debo de admitirlo soy un asco para recordar nombres y cara ¡qué horror!- y la entrego a hospitalización.

-Perfecto, comencemos la faena de hoy entonces- me dice la señora mientras me hace señas para que la siga.

Caminamos por el área y me va explicando cuantos consultorios hay y que especialidad se ven allí, y cuáles son los médicos. Que material es lo que no debe faltar en cada uno de los consultorios dependiendo de que se haga allí y de dónde puedo abastecer si se acaba el material a media mañana (esto incluye tanto insumos médicos como papelería). Estoy anotando en mi libretita de apuntes las cosas que ella me va diciendo, porque para mí en estos momentos no tiene ningún sentido, pero como dice la gerente: "esto lo aprenderé sobre la marcha". Llegamos por fin al star de enfermería, allí me explica otras cosas, tips sobre los medico sobre cómo trabajan y donde se guardan las carpetas de las historias, ya que no solo se guardan en las computadoras sino también hay un respaldo físico. Las personas se van acercando y la Sra. Adelina los va atendiendo mientras que yo la veo como lo hace, tiene una agilidad y una retentiva de cada especialidad, doctor, horario y consultorio; estoy impresionada, creo que no voy a llegarle ni a la mitad de su nivel. Es increíble, además de eso observo más a fondo y confirmo que si debe de tener aproximadamente 90 años y de los cuales debe de llevar aquí como 70 años, fácilmente podría ser mi abuela. Su espalda esta doblada por el peso de sus años, me imagino que antes era alta porque un doblada llega a mi altura, es blanca y muy delgada. En la forma que habla se le puede percibir amabilidad y respeto pero también que es de carácter fuerte y que a pesar de sus años aún tiene voz de mando. Termino mis conjeturas hago un esfuerzo sobre humano de entender y captar cada una de sus explicaciones hacia los pacientes, solo noto que se repite más unos apellidos que otros.

Sala de EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora