Capítulo 28 Encuentros

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Llegamos un poco antes de la puesta de sol a un pueblo cerca de la playa, corremos a la tienda más cercana para comprar ropa para cambiarme parezco un personaje sacado de una película de terror, compro un vestido beis largo de tirillas que se amaran en el cuello con un escote amplio para mostrar el traje de baño, y un traje de baño blanco con la parte de arriba en forma de top y la parte de abajo es una tanga corte alto, esta ropa seria para salir ahora a la playa con Alejandro y para mañana un pareo largo blanco en forma de vestido y un traje de baño completo negro. Abuso un poco y también pido un traje de baño rojo con varas tirillas entre cruzadas en el pecho y otra tanga en la parte de abajo y un pareo corto, para acompaña este me llevo un short de jean, cintura alta y un vestidito corto. Aparte de todo esto me llevo toallas y esterillas, ropa interior, bronceador, sandalias y un par de lentes y sombreros.

Alejandro me pasa buscando. También compramos comida en el súper al salir y reanudar nuestro recorridos vemos playas con muchas personas dentro de ella y otras afuera. Todo es colorido con luces y guirnaldas, los autos con su sonido haciendo competencia sobre cual se escucha más fuerte; restaurante a reventar al igual que las tascas y licoreras; parques con niños y personas jugando... todo es espectacular. Luego atravesamos una zona sin playa solo rocas en la orilla, un puente y un rio embaulado con muchas rocas, las orillas del puente sirve de mirador, después entramos a una especie de urbanización y vamos hasta una casa cerca de la orilla de la playa, el frente de la casa da a la playa, es de dos piso y tiene apariencia de una casa antigua. Las paredes son beis y de ladrillo, una puerta grande rodeada por ventanales; el segundo piso tiene un balcón que lo rodea, desde don estoy se observa varias puertas y ventanas que dan a este, el techo es un tejado.

Entramos y es bonita y amplia por dentro, en el piso de abajo hay una sala amplia con un sofá en forma de L y una cocina. La sala y la cocina tienen puertas del lado izquierdo hacia el jardín este tiene un comedor bajo techo y más allá una piscina, separando la sala de la cocina hay una escalera que da al primer piso.

-Estamos llenos de tierra y tu aparte de la tierra también tiene manchas de sangre, arriba hay tres habitaciones toma la que está a la izquierda para que te cambies y te des un baño y yo tomare la que está al frete- me dice Alejandro señalando la escaleras - ponte algo bonito y vayamos a cenar-.

Subo y hay un corredor, del lado derecho hay 2 puertas y del lado izquierdo una puerta y una terraza con 2 macas, desde la terraza se puede ver la piscina y parte de la playa. Tomo la habitación de la derecha, en esta hay una cama matrimonial rodeada con un mosquitero, 2 mesitas de noches, una peinadora, una silla mecedora y una tv; del lado derecho un balcón con vista a la playa y del lado izquierdo una puerta que da al baño.

Entro me doy una ducha rápida y me coloco el traje de baño blanco con el vestido beis, me recojo el cabello en una trenza, solo me coloco polvo, rímel y mi pintura de labios roja, salgo y me consigo en la sala a Alejandro está de pie en el centro de esta, revisando su celular. Lleva un short playero de múltiple bolsillos y una camisa guayabera manga corta, todo de blanco.

-Esta bellísima -me dice mientras bajo las escaleras.

-Gracias- le digo y me acerco a el- tú también te ves muy guapo.

-Gracias- me dice y me toma entre sus brazos, aprovecho para mirarlo a los ojos a través de sus grandes lentes y me besa.

Luego de unos cuantos besos decidimos salir a comer como lo teníamos planeado. Hace unos días hubiera entrado en pánico solo al pensar en estar en una casa sola con él y ahora es tan normal para mi esta situación... Caminamos agarrados de la mano hasta unas playas más adelante vamos conversando de las playas cristalinas que tiene este pueblo. Llegamos a un restaurante a la orilla de una playa con una gran churuata y debajo de ella una gran barra y barias churuatas más pequeñas, cada una con una mesa y 4 sillas; es un lugar bonito y me imagino que por los detalles de los acabados es un restaurant caro. Adentro del restaurant está un poco lleno.

Sala de EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora