Compramos canelones para el almuerzo, Julieta pide unos mojitos mientras llega la comida y para acompañar la comida... y para después de la comida. Pasamos la tarde entre risas y chistes. Conozco más de la infancia y adolescencia de Ale, gracias a su hermano, me gustaría conocer más de la familia de mi Ale.
Luego de pasar la tarde entre comidas y mojitos, deciden marcharse; tienen cosas por recoger para su viaje. Anthony, tiene que salir de la ciudad para ver unos negocios y Julieta lo va acompañar.
Los chicos van a buscar las camionetas al estacionamiento, Julieta y yo nos quedamos esperando a que lo saquen de su lugar.
-Gracias por todo lo que hiciste por mí anoche y hoy- le digo a Julieta.
-Tranquila, es mi trabajo- me sonríe, pero la siento fría.
-Creó que no te agrado y...- me corta.
-No es que no me agrades- fija su mirada en mi- es solo que no se me da mucho "la amistad con mujeres"- dice haciendo comillas con sus dedos- Pero... tú no te ves de mal corazón... Alejandro esta muy interesado en ti- salen las camionetas del estacionamiento, mira por arriba de mi para verlos llegar y continua - tenía mucho tiempo sin verlo así...-bajan los vidrios de las ventamas y Julieta decide cortar sus palabras.
Julieta se sube en el lugar del copiloto en su camioneta y yo hago lo mismo en la de Ale.
-Recuerda que tienen 3 días a partir de mañana para reiterar la denuncia- dice Julieta desde su lugar hacia nosotros, a través de la ventana- creo que estaré aquí para el miércoles, me llamas para acompañarte.
Los caminos se dividen, Anthony y Julieta toman su rumbo y nosotros él nuestro.
Llegamos después del atardecer, Carmen me hizo el favor de recoger a mi hija con la escusa de que yo estaba haciendo una guardia.
-¿Quieres entrar?- pregunto, sabiendo las consecuencias de esta pregunta.
-En otra ocasión, se me va hacer más tarde- miro por la ventana y no hay nadie asomándose en la ventana de Araceli.
-Ok- respeto su decisión, debe estar cansado.
Lo beso para despedirme pero Ale no me suelta, me da uno de sus besos apasionados, abrazándome por arriba de mis hombros, tomo su cuello entre mis manos, su mano izquierda baja por mi cuerpo. De pronto recuerdo las manos de Dani y lo detengo, abro los ojo y es Ale.
-¿Estamos bien?- me pregunta Alejandro confundido.
-Si, es solo... que se te va hacer tarde- le doy una escusa.
Lo medita un momento pero decide no seguir indagando.
-Te amo, te voy a extrañar esta noche- entre cruza sus dedos con los míos.
-Yo también, eres lo mejor que me ha pasado- lo miro desde mi asiento, frenando mis ganas de secuestrarlo.
Nos despedimos, enciende la camioneta y yo me bajo para que pueda iniciar su camino. El saca la camioneta de donde estaba estacionada y yo inicio mi camino hacia mi casa.
Me toman por la espalda y me arrastran en retroceso de mi camino, me jalan hacia a tras, intento girar mi cabeza para ver quién es pero no logro, la mano que sujeta mi boca para que no grite también inmoviliza mi cuello.
-Ahora sí vamos hablar. Sin que nadie nos intervenga - Es Dani, no lo puedo creer ¿otra vez?
Cruzamos la casa de mis vecinos, forcejeó e intentó zafarme y gritar pero no puedo, ahora cruzamos la calle.
-Dani, no otra vez, ya tienes una caución... no empeores las cosa- me quita la mano de la boca y provecho para hablar y tratar de calmarlo.
Llegamos al parque de niños que está del otro lado; me gira para quedar cara a cara.
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Sala de Espera
RomanceEstela es una chica, recien graduada de enfermera , viuda y con 1 hija. Su vida siempre se visto envuelta en relaciones tóxica y dolorosas, además de no poder evitar despertar envidias, pasiones en su ambiente laboral. No entiende ¿Qué le pueden env...