Sala de Espera

Capítulo 16 La espera

Llego a casa de Aracelis, ya está Carmen y le cuento en voz baja junto a un café lo que paso el consultorio.

-¿Qué?- Grita Carmen llamando la atención de la niñas que están en el cuarto de Aracelis viendo tv- tranquilas niñas, sigan en lo que están- le dice y luego para nosotras bajando la voz-¿y no te lo comiste a besos allí mismo?

-No ¿estás loca? es nuestro lugar de trabajo ¿cómo puedes pensar eso?- digo asombrada de sus palabras.

-Mira al hombre y la tipita esa ps- dice Aracelis.

-No sé qué hacer, ni pensar... cuando estoy con él no lo hago, anula mi capacidad de reaccionar, pensar y razonar...- digo colocando mi cabeza entre mis manos.

-Eso en mi pueblo lo llaman amor -me dice Aracelis.

-No, es imposible- digo horrorizada- sabes cómo es el y no nos conocemos...

-¿Y? A mí me pasa todo el tiempo, veo un chico en la calle y me enamoro, a veces voy en el bus y veo algún chico y él me ve a mí, nos conectamos, nos enamoramos y luego uno de los dos llega a su parada y toca bajarnos y separarnos... hasta allí dura nuestro amor- dice suspirando y recordando- pero el hecho es que uno se puede enamorar sin conocerse y más rápido si es un caballero como ese.

-Si te puede enamorar, no como dice la loca esta, pero, si es posible- me dicen Aracelis enlazando sus dedos alrededor de la taza de café.

Nos reímos, pero yo no logro hacerlo por completo, no puedo en medio de mi angustia- sabes que para mí sería imposible estarlo, sería una locura intentarlo...

-¿Pero por qué?- dice Aracelis.

-Porque sabes todo lo que me paso y me ha pasado, no quiero volver a intentarlo y volver a sufrir... que me hagan daño de nuevo- digo mirándola a la cara.

-No tiene por qué pasarte lo mismo, lo que te pase de ahora en adelante va hacer lo que tú permitas que te pase, y no te vas a permitir que te pase de nuevo ¿verdad?- me pregunta.

-Ese es el detalle, el anula en mí la capacidad de razonar; tengo miedo de que me atraiga como la hormiga al dulce y luego...

-Luego te comes ese dulcito, ¡sí!- dice Carmen, alza unas décimas su voz para no llama la atención de las niñas. Nos reímos, esta vez sí me hace reír a plenitud.

-¡Ya! hablando en serio, tienes que darte la oportunidad. Estoy cansada de decirte que no te puede cerrar al amor así- continua Carmen.

-Lo mismo me dijiste con Dani y ¿cómo termino? -Le pregunto.

-Dani no cuenta ni como ensayo, tú y yo sabíamos que no iba a funcionar. A demás, tú no hiciste ni el mínimo esfuerzo de intentarlo con él, en todo los casos- se defiende Carmen.

-Es verdad- confirma Aracelis.

-Con él no me quise ilusionar y gracias a Dios porque mira todo lo que paso- les digo haciendo señas con mis manos.

-Y si haces lo mismo con el doctor vas a obtener el mismo resultado- dice Aracelis.

-Mira, como siempre te digo, inténtalo, arriésgate. No te digo que salgas de aquí a comprar el vestido de novia o que pienses en cómo se van a llamar sus futuros hijos... - reímos mientras Carmen continúa- solo te digo que te arriesgues a continuar el camino por donde te lleve la vida.

-¿Y si no funciona?- le pregunto.

-Tu abras aprendido cosas nuevas, experiencias... tal vez puedas ser feliz 10 o 15 minutos o 1año, pero de verdad abras probado esa felicidad y una vez que lo seas nadie te podrá quitar lo vivido.

No respondo nada, solo lo pienso, podría tener razón... pero...

-¿Y si intenta tocarme y más allá de...?- comienzo a preguntar y me cortan.

-Eso solo lo vas a permitir o no, tú- dice Aracelis.

-Tus limitaciones y bloqueos están en tu cabeza- completa Carmen.

-Para ustedes es fácil decir eso, cuando no son ustedes las que siente todo...- no me deja otra vez terminar.

-Yo no digo que sea fácil solo digo que tiene que intentar superarlo, existe algo que se llama...- se detiene Carmen para buscar las palabras que olvido.

-Terapia de shock- completo su frese.

-¡Eso! Sí, terapia de shock ¿ya la habías oído? -Me pregunta.

-Sí, de ti, tú me lo mencionaste cuando estábamos tomando con Luis- le recuerdo.

-¿Si? no lo recuerdo, pero bueno, el punto es que tienes que intentarlo.

-Ok, les respondo lo mismo que la última vez, no prometo nada, solo voy a ver qué pasa con él... pero recuerden que a él le gusta jugar con las mujeres-

-Eso tienes que recordarlo tú y jugar...

-Mama tengo sueño- nos interrumpe mi hija apareciendo parada en frente de nosotras en medio de la sala, frotándose los ojos.

-Ok nena, dame un segundo ¿sí?-Miro a Carmen y Aracelis.

-Solo voy a ver lo que pasa ¿ok? Solo eso- dejo la promesa en el aire.

-Más que de acuerdo- dice Carmen.

-Suficiente para mí- continua Aracelis.

Reviso mi teléfono mientras me levanto de la silla y la guardo debajo de la mesa, solo hay notificaciones del Facebook y mensajes del grupo de WhatsApp, y ningún mensaje de él.

-¿Esperas algún mensaje?- me pregunta Aracelis agitando sus pestañas.

-No, solo... revisaba.

Subo a la casa, caliento mi comida para comérmela como cena, me siento a comer y vuelvo a revisar mi celular... nada, ni un mensaje de él ¿y porque debería de haberlo? él lo dijo, quería mi numero para cosas de trabajo al igual que me dio su número por si me sentía mal, no para que lo fastidiara ¿Sera que todo su coqueteo de hoy fue solo un juego, para entretenerse mientras que trabajaba? ¿si? puede ser eso. Tengo que recordar que él está acostumbrado a relacionarse con la enfermeras que trabajan con él, a lo mejor a eso es lo que se referían mis compañeras... pero en realidad no está interesado mí.

Termino de comer, arreglo todo para mañana y me voy al baño para dame una ducha. Mientras me baño reproduzco los eventos de hoy en mi cabeza ¿por qué reaccione así con Andreina? ¿Son celos cómo me dijeron mis vecinas? Hace tanto tiempo que no los siento, que... sí, tengo que reconocerlo, hoy sentí celos. ¿Qué habría pasado si... no nos interrumpían cuando estábamos frente a frente? ¿Adónde habrían viajado su mano?...

Mis ensoñaciones son interrumpidas por el sonido de un mensaje, ¿será él? Me termino de duchar rápido salgo del baño y recojo mi celular del mesón de la cocina, esto me pasa por no bañarme escuchando música como siempre. Desbloqueo y reviso, y el mensaje es de... Carmen preguntando si ya el doctor me escribió. Esto es lo que no me gusta de las ilusiones y esperanzas de amor... aquí estoy sufriendo esperando un simple y estúpido mensaje. Debo de ser la idiota más grande de este mundo.

Me coloco mi pijama, un conjunto de cachetero y blusa de tiritas de seda y encaje, me introduzco dentro de mis sabanas y me obligo a leer para distraer mis pensamientos y no seguir pensando en tonterías. Son más de las 2 de la mañana y no he logrado dormirme ni mucho menos concentrarme en la lectura, he tenido que leer una y otra vez una línea para poder entender lo que dice porque mis estúpidos pensamientos me nublan. Salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina para tomar un vaso de agua, mis deseos de revisar mi celular es más fuerte que yo y lo hago, para dejar así mi orgullo y dignidad por el piso, porque no hay nada. Me introduzco de nuevo en mis sabanas rogando dormirme y no pensar en... nada.