Capítulo 3 La casa

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Me despierto sobre saltada con lágrimas en los ojos y acariciando mis brazos, otra pesadilla, gracias a Dios hoy no ha sido una de las fuertes, parpadeo en la oscuridad y extiendo mi mano sobre la mesita de noches en búsqueda de mi celular para ver la hora, son las 3 de la madrugada.

Sé que si cierro de nuevo los ojos voy a seguir viendo las imágenes que atormenta mi cabeza, las que se presentan en mis sueños y pesadillas así que decido desconectar mi celular del cargador y leer, leer hasta que se me haga la hora de levantarme para ir al trabajo o que el sueño me venza y se mezcle con mi lectura, a veces me pasa y son sueños hermoso que me hacen pensar que mi realidad es diferente en algún universo paralelo. Pero no esta vez no sé si es por los nervios o el miedo a quedarme dormida en mi primer día de trabajo que no logro volver a dormirme.

Se me hace la hora de levantarme y mi rutina empieza de nuevo en mi pequeña casa, mi niña y yo empezamos danzar por toda ella, de su cuarto al baño, del baño a la cocina, de la cocina a al cuarto y viceversa. Gracias a Dios la casa en que vivimos es pequeña, tiene una sala comedor-cocina, un baño, 2 cuartos y un balcón pequeño. Desde la cocina sosteniendo una gran taza de café que estoy tomando observo y detallo mi casa, la sala-comedor-cocina es un rectángulo blanco y al frente a mí detallo que la sala es pequeña, la pared que está al frente de mí, tiene hacia la derecha la puerta principal en el centro un espejo de cuerpo completo y hacia la izquierda esta uno de los 2 mueble que hay en la casa que son de color beis de dos puesto recostado de la pared, sobre él, la tv de la sala y a su lado en la pared de la izquierda está el otro pero de tres puesto, arriba de él se encuentra una venta y al frente una mesita de café de vidrio con un mantelito en el medio de ella y sobre este un jarrón de delgado de cristal con una cala sobre él. Luego hacia la pared derecha hay 2 pus pequeños color marrón oscuro y de atrás de estos, está la pared que contiene a lo largo de ella las puertas de la habitación de mi niña, el baño y la mía. En cada espacio de pared, entre las puerta hay una 4 repisas con libros y unos que otros porta retratos con fotos de mi niña y mías. Y antes de llegar al mesón pero del lado de la pared izquierda está el escritorio con la computadora, wi-fi e impresora; encima de la silla de ella está mi bolso.

La sala está dividida de la cocina por un mesón que sale desde la pared izquierda hacia la derecha pero se corta a más de la mitad de la habitación, el mesón es blanco con unos bancos altos de madera oscuros. Arriba del mesón hay una estantería también de madera oscura para colocar sobre él 10 botella, ahora solo hay 4 botellas una de whisky, de vodka y otras 2 de ron, una está sellada pero la otra llena solo hasta la mitad. Abajo un espacio con unas hileras para colocar copas colgando de este. Hay copas de champan, vino y de jugo pero faltan algunas. Sobre el mesón hacia el lado izquierdo descansa el teléfono fijo y en el centro hay una cesta con frutas.

La cocina, nevera, licuadora, microondas, licuadora, lavada, tostador de pan y la cafetera también son blancos, las puertas de las estanterías y gavetas son de maderas oscuras a juego con los bancos del mesón. Dentro del fregador hay unas cuantas cosas que acabo de colocar que utilice para el desayuno.

Me encanta como está quedando mí casa, poco a poco voy comprado cosas que me falta... y de pronto me fijo en las copas, tengo que comprar juegos nuevos, faltan algunas y... un grito me despierta de mis pensamientos

- mamaaa- mi hija me llama.

¡Voy!!!- respondo, mientras que sigo pensando en mi casa, tal vez debería de comprar una hamaca en forma de silla para la terraza ya que solo tiene plantas que se enredan por la barandilla del balcón; 2 sillas y una mesita pequeña recostada de la pared, en el medio de las dos puertas. Una de las puertas es la que da a la cocina por la que general se entra y se sale y otra que da a mi cuarto. Si comprara la hamaca la colocaría en el lugar donde esta las silla y solo dejaría la mesita, así me podría recostar en ella por las noches con un buen libro un una taza de...

-Mamaaa-grita mi niña.

-Voy, voy, voy - grito caminando en dirección al cuarto de ella.

Nos alistamos. Recogemos nuestros bolsos y lonchera. Me hecho un vistazo en el espejo, llevo un kimono azul claro con el que hacia pasantías, suéter blanco, zapatos deportivos y mi cabello recogido en una cola alta. Bajamos las escaleras hasta la casa de Aracelis y Carmen que vive en el piso de abajo, me despido de mi viejita después de tomarme una tacita de café a toda prisa. Mi niña y la hija de Carmen siempre se van juntas a la parada del trasporte de la escuela.

Carmen me dice que aún es temprano, que me adelante para llegar a tiempo al trabajo y como ella entra más tarde, puede hacerse cargo de ellas. Lo agradezco y me despido.

Sentada en el bus, leyendo mi libro y con mi audífonos colocados en mis oidos escucho: "no te vas" de Nacho en fondo. Me ayuda a controlar mis nervios, pensamientos y miedos. Dios mío, coloco en tus manos el día de hoy, ayúdame y que sea lo que tú quieras.

Se acaba el camino para mí ya que llego a mi parada, guardo mis audífonos y mi teléfono. Realizo la corta caminata desde la parada del bus hasta las puertas de mi nuevo trabajo.

Sala de EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora