Capítulo 46 El Fin

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Dudo si entrar en el consultorio o no ¿qué está pasando? ¿Por qué, Ale, toma a Andreina, en esa forma tan posesiva? ¿Metí a Andreina en problema al decirle a Ale que ella me había mencionado que su ex podía estaba embarazada? Bueno, la que tendría que estar hablando con él debo ser yo y no ella, tenemos mucho de qué hablar.

Entro y encuentro los encuentro frente a frente, él la sujeta de sus brazos, ella tiene sus manos cerradas en puños, aferrándose a la bata blanca de él y... ¿está llorando? Solo alcanzo a escuchar en voz baja de ella un: "por favor, Alejandro" mientras él responde: "no" una y otra vez.

-¿Que sucede aquí?- pregunto.

-¡Estela! nada, solo estábamos... hablando, sobre la confusión de ayer- se explica dejando en libertad a Andreina.

Andreina se coloca de espaldas para limpiar su lágrima.

-Claro princesa ¿qué más podríamos estar hablando?- dice Andreina dándome la cara.

-No lo sé... pero algo más estaba sucediendo aquí -¿qué es esto?

-Andreina, por favor retírate, termino la conversación - dice Ale serio.

-¿Qué? por supuesto que no, a leguas se nota que interrumpí una conversación privada ¿qué sucede?- tengo que llegar al fondo de esto.

-¿Lo ves, Alejandro? La princesa no es tonta, ella sabe que hay algo más- Andreina ríe amargamente.

-No hay nada más, Andreina - Ale le insiste.

-¿Por qué ella no puede saber? ¿Ella es la única que no puede saber?- lo enfrenta Andreina.

-¿De qué hablas?- mierda, que hable de una vez, odio este misterio.

-¡Me cansé! me cansé de guardar silencio... de hacer como si nada hubiera sucedido - le dice Andreina a Alejandro, como si yo no estuviera en el lugar.

-No sé de qué hablas Andreina- le asegura Ale, pero pareciera que mandara un mensaje subliminal en sus palabras.

-¿Nunca le vas a contar lo que hubo entre nosotros? Hace dos largos años- Andreina le lanza a la cara de Alejandro.

Pero para mí fue como si ella hubiera lanzado una granada en el consultorio... se la lanzó a Ale pero también me explotó a mí.

-Andreina ¡por Dios! eso fue hace mucho tiempo y... - Ale acaricia su barbilla- fue una sola vez... además, yo ni recuerdo que fue lo que pasó realmente- ¿Ale se excusa bajó esa frase? No es algo de él.

-¿Ahora no te acuerdas? ¿Te acuerdas cuando yo llegué aquí? Así como ella, primero fui tú paciente, luego tu enfermera y después...- enumera uno a uno los pasos que siguió- fingiste ser mi amigo y en la primera oportunidad: me hiciste el amor, claro, como yo estaba vulnerable porque recién me había separado de mi pareja te aprovechaste - le asegura.

-Andreina, tú estabas en esa discoteca, yo no te obligue... ni siquiera recuerdo como salí... solo recuerdo despertarme en tu cama al día siguiente... pero, nada más- Ale confiesa algo que nunca pensé escuchar.

Ellos discuten olvidándose de mí.

-Yo si lo recuerdo ¡todo! como me besaba y acariciabas... tu olor y sabor a menta y... todas tus frases y promesas... pero, como no lo recuerdas... no existió ¿verdad?- sus lágrimas salen de nuevo y las mías junto a las de ellas.

-Andreina...- Ale intenta hablar pero ella no lo deja.

-¡No! Tú te levantaste esa mañana y dijiste que no había pasado nada... yo me tuve que tragar mi orgullo y decir: "tampoco me acuerdo de nada" para no quedar como una estúpida- hace una pausa para secar sus lágrimas -Después tuve que ver como ibas enamorado a cada una de las enfermeras que llegaron después de mí... a las que no aceptaron y superaron ese: "no me acuerdo" como yo - se señala- ¿por qué Alejandro? Las que se hacían las difíciles... te obsesionabas más con ellas... -me señala- eras capaz de todo: flores, chocolate, cenas... pero a mí... nada ¿por qué? Yo solo tenía el título de tu mejor amiga- aush Andreina habla con tal dolor que imposible no sentir pena por ella.

Sala de EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora