Capítulo 24 Quirófano

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Alejandro pasa por mi casa para llevarme a al trabajo, va a operar y tiene que llegar temprano y luego me va a llevar ir al cine. Me deja cerca del trabajo y el sigue a la panadería para comprar desayuno y más café para los dos, ya tomamos en el carro del café que yo prepare, pero se acabó. Me cambio y salgo, paso por emergencia, él ya está allí viendo a su paciente que va a operar, lo saludo como si no nos hubiéramos visto y en un momento de descuido de la enfermera que está en esta área, tomo mi desayuno y café, él me dijo que iba a pedir el desayuno en bolsas separada y lo hizo. Llego al star después de mi recorrido, voy comiendo mientras trabajo pero me arde el estómago otra vez creo que es porque ya me acostumbre a no desayunar. Recojo el material médico que hay que esterilizar y llamo a quirófano a ver si todavía no ha empezado la operación y pueden recibirlo, me contestan, quieren decir que aún no ha empezado la operación.

-Ay Lares tú eres un caso perdido- escucho más risas de fondo y a mi se me sube la sangre a la cabeza- quirófano buenos día- por fin me hablan por teléfono.

-Buenos días- digo con todo el trabajo que me cuesta hablar normal- tengo un material del área de consulta y quiero ver si lo puedo subir para que lo esterilicen- digo mientras escucho más risas y cosas que no puedo distinguir a través del teléfono.

-Claro mami, súbelo de una vez porque ya va a empezar una operación- me dice muy contenta la enfermera atreves del teléfono. Respiro profundo.

-Ok, gracias- cuelgo recojo el material y subo por el ascensor hasta el quirófano, voy atravesando las puertas y puedo ver que están todo en el star de enfermería de allí. También noto a Alejandro sentado al fondo del salón en un escritorio con un quimono, se cambió la camisa morada que llevaba hoy cuando me fue a buscar, claro va a operar, pero eso no es lo que llama mi atención como lo hace la enfermera que esta recostada del escritorio, al lado de él, girando si cabeza para quedar frente a frente, se mueve un poco a su izquierda y quedaría adentro de las pierna de él. Lo mira desde arriba. Él está con sus manos cruzadas encima del escritorio y la observa desde abajo. Esta tan concentrado hablando que no me siente llegar, hasta que dejo caer el material en un mesón cerca de la puerta, donde esta recostada la otra enfermera tomando café.

Todos giran para ver qué fue lo que sonó, están sobresaltados por el susto, claro si las dos están como unas estúpidas viendo a él, no pueden notar que yo llegue. La enfermera que esta con él es morena, de mi estatura pero con un cuerpo espectacular, gracias a Dios no puedo decir lo mismo de su cara, debe ser mayor que yo por lo menos 5 años. La otra enfermera es una señora de aun aproximado de 45 años también baja, blanca y delgada. Las dos con quimos al igual que Alejandro.

-¡Ay por Dios! que susto- dice la enfermera que está tomando café, la otra enfermera no le da importancia a mi llegada y se gira de nuevo para seguir hablando con Alejandro, miro de reojo y Alejandro me está viendo.

-Buenos días, disculpen, no sabía que iba hacer tanto ruido - digo mientras forzó una sonrisa y me esfuerzo por no ver a Alejandro-Aquí está el material que te dije que iba a subir.

-¿De qué estábamos hablando?- le pregunta la enfermera que esta con Alejandro a él.

-Bueno, les dejo, no los quiero seguir interrumpiendo- digo y le dedico una rápida mirada Alejandro que no ha dejado de mirarme y la otra enfermera, la que esta con el- sigan en lo que están.

-Yo te llamo para subas a buscarlo- me dice enfermera recibiendo el materia.

-Ok- digo y me giro para salir, con la sangre tan caliente, que va a derretir mi piel, esta tan tranquilo con esa tipa allí coqueteándole mientras yo estoy como una estúpida trabajando abajo.

Sala de EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora