Sala de Espera

Capítulo 14 Buenos días

Llego al trabajo se puede percibir en el ambiente la presión del día que tenemos en las mano. Al terminar el recorrido por los consultorios Luna y yo llegamos al star y ya hay un aproximado de 20 personas esperando para ser atendidas. Ok, el día pinta pesado, muy pesado.

-Siento que me va a encantar este día- me dice Luna con su tono se sarcasmo número 2 y levantando las manos en señal de alegría. Me rio mientras abro la puerta del star.

Como lo imaginamos la mayoría de los pacientes son de Dr. Lares, todo iba normal hasta que unos de los pacientes dice que necesita hablar con la enfermera del Dr. Lares

-Aquí los doctores no tienen enfermera, señora, aquí hay muchos doctores y pocas enfermeras, la que esté disponible en el momento, trabaja con el- dice Luna, me parece que esta estresada.

-Sí, pero el Dr. me mando hablar con su enfermera...- se detiene mientras que busca algo en sus anotaciones, me imagino el nombre de la licenciada Adelina - la enfermera Estela.

-¿Yo?- digo con sorpresa, veo la cara de Luna y su boca se abre pero se vuelve a cerrar, trato de descifrar su rostro no sé si es de asombro, sorpresa, intriga... no lo sé.

-Ven hija necesito date algo- dice la Sra. Llamando mi atención y señalado a la puerta del star. Salgo y me entrega una carpeta con unos documentos y un recipiente dentro de una bolsa - le dices al doctor que aquí hay un detallito por el favor y que yo paso mañana.

-Ok...- no sé qué puedo responder, no sé de qué habla, se despide y entro de nuevo al star. Luna abre su boca y la corto antes de emitir sonido alguno.

-No sé de qué va todo esto ¿ok?- digo con un dedo levantando hacia ella.

-Ok- dice mirándome con ojos cautelosos, pero no dice nada más y sigue trabajando, me uno a ella, no sé qué pensar ¿Por qué el doctor mando a esa señora conmigo? ¿Por qué le dijo que yo era su enfermera? en un pequeño momento en que baja la marea de personas Luna me dice:- voy a desayunar, necesito un café o voy a matar a alguien.

Yo sigo pensando y trabajando, trabajando y pensando. Me prometo que después que ella llegue yo haré lo mismo. Llegan y llegan más personas, también Luna de comer, la neumóloga, el cirujano, el primer ginecólogo. Luna se va con él, la Sra. Adelina aparece y se queda ayudándome y le doy gracias a Dios por eso, porque sentía que me iba a volver loca, llega el traumatólogo, el cirujano plástico y la Dra. De gastro. Esto es un caos de persona y aparece de nuevo Luna.

-Huy! No tienen buena cara, tienen cara de que les hace falta un café y tan... tan...- saca su mano que tenía oculta tras su espalda y un gran vaso de café aparece. Es increíble cómo le cambia el humor.

-Gracias mi niña, yo no he tenido tiempo ni de desayunar- dice la Sra. Adelina.

-¿En serio? Estamos igual, yo pensé que era solo yo la que no le había dado tiempo- digo sosteniendo mi vasito de café lleno.

-No, hoy no me ha dado tiempo ni de sentarme- dice saboreando el primer sorbo.

-Se van a enfermar, si lo saben ¿verdad? - dice Luna mirando hacia afuera del star.

-Pues si me ha traído mis consecuencias...- la Sra. se corta a ver que Luna brinca de su asiento y se incorpora.

-Me voy, llego el otro ginecólogo-dice y se termina su café.

-Vaya mi niña- dice la Sra. Yo le hago señas de adiós con mi mano y ella recoge las historia para marcharse. Llegan un par de pacientes más y suena el teléfono, es para la Sra. Adelina, la necesitan en otro servicio, sale dispara.