~ 32 ~

865 57 0
                                    

Jack

Hoy era un día muy especial, o al menos para Elsa porque a mí sólo me tiene más tenso y estresado que nunca.

Hoy es 7 de Diciembre, es decir el cumpleaños 19 de Elsa, y el día en el que le pediré sea mi novia.

He estado planeando esto desde que llegó y gracias a los chicos en este poco tiempo todo está preparado para esta noche. Primero una simple cena con amigos (Nosotros y los guardianes a excepción de Thoot ya que Elsa la odia) y enemigos de mi enemigo (Thoot), y luego yo me la llevaría al lugar donde fuimos para nuestro primer beso, hablaríamos, y le preguntaré si quiere ser mi novia.

Todo va a salir bien, si es que mis nervios no me ganan...

- Estás listo?

- No lo sé, Hipo. Estoy más nervioso que nunca en mi vida. Realmente quiero estar con ella, y no sé si sea el mejor momento, ella está mal y, no lo sé.

- Eso hace que sea un mejor momento. Necesita a alguien que le de estabilidad emocional. Pasó por muchas cosas cuando yo estuve con ella, muchas después y ahora. Jack, sus padres murieron hace un año, mató a cosas con forma humana por meses, vivió en la oscuridad sumida en la tristeza con sus amigas en el mismo estado, cuando volvió a reencontrarse con el resto de su familia se vio obligada a dejarlos otra vez. Necesita a alguien que la haga sentir luz otra vez, a alguien que la divierta y la haga reír. Quién mejor que el guardián de la diversión?

Hipo tenía razón, Elsa pasó por mucho y no es hasta ahora que me doy cuenta. Elsa es mucho más fuerte que cualquier persona, a pesar de todo sigue de pie y luchando por salvar a los que ama. Es una mujer admirable, otra razón para quererla.

- No sé cómo es que eres tan bueno con los consejos amorosos y aún no logras conquistar a Mérida. - Le dije riendo.

- No sé a qué te refieres.

- Lo sabes perfectamente bien, es demasiado obvio que ella te gusta. - Le respondí sonriendo.

- Pero no es importante. Hoy es la noche de Elsa. Más te vale no hacerle daño, me escuchaste, Frost?

- No le haces daño a la gente que quieres, y estoy seguro que siento mucho más que eso por ella?.

- La amas? - Pregunta sorprendido.

- Creo que sigue siendo un palabra algo fuerte, pero sé que pronto será buena muy débil para expresarle que siento.

- Si que te dio duro, Jack. Te volviste poeta! Como sea. Debemos preparar la cena junto a Punzie. Mérida sacó a Elsa ya que no sabe que haremos su comida favorita, y Anna con Kristoff están decorando el lugar de tu sorpresa.

- Crees que pase algo más que eso?

- Seguro que se besan.

Reí antes de que Hipo saliera de mi habitación.

A pesar de la pequeña conversación seguía nervioso, Elsa no es como las demás que con un par de flores baratas y un simple y repetitivo cumplido ya quería todo contigo. No, claro que no, ella pide más, ella exige más porque sabe que se merece más que una simple palabras que pueden ser mentiras, y amo eso de ella. Amo que sepa lo que vale, amo que sepa quién merece estar a su lado, quien merece ser su amigo y quién no merece ni siquiera estar bajo su mirada. Amo el que se haga respetar porque incluso me hace sentir mucha más confianza en ella de la que ya sentía.

- Podrás hacerlo Jack. Podrás hacer todo mientras sea por ella.

Al decir eso y verificar que lo que traía puesto se vea bien. Bajé al comedor para ver que falta y ayudar en lo que se necesite.

La mesa estaba perfectamente decorada y repleta de ensaladas y agregados los cuales se veían demasiado deliciosos como para no querer comerlos ahora, pero lastimosamente aún falta poco más de una hora para que Elsa llegara.

Espero todo salga bien. Debe salir bien.

[...]

Ya habían pasado varias horas desde que Elsa había llegado, horas en las que cenamos, confirmé que la sorpresa estaba totalmente preparada, y en las cuales terminamos por abrir unos cuantos regalos que Elsa recibió.

Norte le regaló un látigo mágico, el cual se larga y se acorta según la necesidad. Aster una motocicleta que vuela (la cual pedí una vez y me lo negó inmediatamente), Thoot una pequeña porción de polvo de hadas, Sandman una porción más grande de polvo de sueños, Hipo unas cuantas armas camufladas en accesorios, Mérida unas cuantas estrellas ninja al parecer encantadas para que siempre que ella quiera vuelvan a ella (Cómo el martillo de Thor) y Anna con Rapunzel le hicieron un nuevo traje con más compartimientos y con resistencia a cualquier temperatura extrema y a las sombras.

Esta chica es una máquina de matar.

- Y ahora, el último y mejor regalo, el de Jack.

Todos me miraban expectantes. Era hora de llevar a Elsa a nuestro lugar, que ya no es tan secreto peor igual de especial, lugar donde fue nuestra primera cita y donde fue el primer beso que nos dimos.

- Cuál es? - Pregunta Elsa confundida al ver que sigo sentado.

- Tendrás que venderte los ojos para averiguarlo. - Le dije poniéndome de pie y sacando la misma tela que usé la primera vez.

- Una sorpresa. Genial - Dijo sarcásticamente poniéndose la venda sobre los ojos.

Llevé a Elsa hasta el auto y comencé la trayectoria hasta ese bello lugar en el que tengo uno de los mejores recuerdos del mundo.

Elsa me pedía música, yo la ponía, ella cantaba y yo disfrutaba de su voz por los largos minutos hasta que llegamos a nuestro destino.

Al llegar, antes de pasar por las ramas hasta llegar al lugar donde había hecho el picnic, le saqué la venda y le entregué un hilo rojo que se encontraba en el suelo en dirección al centro del bosque pasando por varias ramas y curvas a lo que ella me mira confundida.

- Conoces la leyenda del hilo rojo del destino? - Pregunté a lo que ella asintió - Entonces, síguelo para encontrar el tuyo.

Sonriente comenzó a seguir el hilo conmigo detrás de ella viéndola como se entretenía tratando de averiguar por donde ir.

Creo que esto también me beneficia a mí en alguna forma ya que aquí yo recibo la mejor parte.

Su sonrisa.

Princesas de las estaciones (Jelsa) [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora