TREINTA

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Jack

Seis meses... Seis malditos meses sin ella, seis meses en los cuales olvidé sonreír, seis meses... desde que esa bella chica que quiero se fue para no volver.

Probablemente me vayan a llamar egoísta por querer que se quedara, pero el amor es egoísta, te hace querer a una persona tanto como para nunca dejar ir a esa persona, pero yo lo hice porque sé que su gente es lo más importante para ella, y no quiero que me odie por siquiera tratar de detenerla.

Nada es como antes, ya no hay risas, ya no hay bromas ni miradas de complicidad, ya no soy yo, no completamente porque una parte de mí se fue con Elsa aquel día.

Todo el tiempo pienso en qué habría pasado si se hubiera quedado, si nunca hubiera tenido que partir, si Black nunca hubiera atacado su reino, es algo gracioso, pues de no ser así ella nunca hubiera venido hasta acá y probablemente nunca la hubiera conocido pero, de todas formas... sólo necesitaba unos días, unos días más para aunque sea haber pasado tiempo como pareja.

- Jack, podrías prestar atención? - Susurra Hipo pues estábamos en medio de un misión.

- Dejen de discutir. Acaba de entrar una sombra al alcantarillado.

- No te preocupes, Flynn, yo iré - Dije antes de correr por la calle vacía y saltar dentro de aquel asqueroso lugar.

Al estar adentro corrí hasta alcanzar a la sombra la cual al verme pasó de ser un caballo a una figura humana la cual poco a poco logré identificar como... Emma?

- Emma?? Eres tú, que haces acá?

- Esa es una pregunta para ti, hermano mayor? En serio pretendes que tomando unas armas salvarás al mundo?? No pudiste salvarme a mi de un lago, menos al mundo de un monstruo!!

- Fue un accidente, Em, tenía 13 años, no fue mi culpa....- Dije recordando el momento en el que mi hermana cayó al hielo hace ya siete años.

- Sabes que no lo fue!! Me dejaste caer, Jack, me dejaste cuando prometiste no hacerlo?!

- Lo lamento!! Y lo sabes!!

- No eres un héroe, hermano, eres un simple cobarde, y por eso es que ahora mismo tu Elsa está muerta!!

- Tú no sabes eso!!

- Claro que lo hago, desde este lugar puedo ver todo, en cualquier mundo, donde sea y cuando sea!! Y te aseguro que ella se ha ido!!, Y sólo porque tú la dejaste!!

Emma tenía razón, yo la dejé irse, yo la dejé correr hacia el peligro, yo la dejé ir y ahora ella está muerta...

Cerré mis ojos tan fuerte que dolían pero no me importaba en lo absoluto, tiraba de los cabellos de mi cabeza fuertemente pero tampoco importa, sólo importa el hecho de que Elsa está muerta, y todo por mí culpa.

De un momento a otro escucho a unas voces gritar y luego pisadas, pero sólo como ecos pues estaba horriblemente mareado por la herida que me acaba de hacer supongo mi propia hermana.

Abrí los ojos y llevé mi mano al lugar de la apuñalada, es decir mi abdomen bajo. Al sacar la mano puedo verla bañada en sangre justo antes de caer abruptamente al agua sucia que corre por el suelo de la alcantarilla.

Con la vista borrosa veo a varios pies acercarse hacia mí rápido, eso antes de cerrar mis ojos y caer sumido en la oscuridad.

[…]

Escuchaba murmullos, con tonos de voz animados pero a la vez apagados, poco a poco mi vista se fue aclarando y enfocando bien hasta abrir mis ojos completamente.

Al principio la luz me molestaba, pero a los segundos me acostumbré a esta dejándome ver mi entorno.

Esta era la que una vez fue mi habitación, cuando las chicas estaban aquí, está obviamente es la casa de Aster, la cual dejé una vez que Elsa se fue pues los recuerdos eran demasiados.

Al tratar de sentarme mi abdomen dolió y eso me hizo recordar la herida de la última pelea por lo que pongo una mano en esa zona con dolor punzante y la otra la uso para impulsarme hasta sentarme al borde de la cama.

Miro a la mesita de noche que está junto a mí y hay un café junto a unas tostadas con queso y mermelada, la cuales me hacen recordar a Elsa

Seguro piensan que exagero, o que aquellas tostadas han de ser asquerosas, yo lo creía también, hasta que Elsa me hizo probarlas.

Tomé un sorbo de café mientras que las tostadas las dejé a un lado ya que no tenía apetito ya que recordar a Elsa implica recordar que por mí culpa está muerta.

Me paré de la cama y tomé la camiseta que estaba doblada sobre la silla del escritorio la cual supongo los chicos trajeron pues está limpia.

Con una mano en la herida, bajo la escalera hacia donde se escuchan los murmullos, es decir el salón principal.

Admito la herida todavía me ardía, por lo que caminaba más lento de los que me gustaría, además de que me sentía mareado pero los murmullos de ma sala no me dejarán tranquilo hasta saber qué pasa.

Al llegar a la sala tropiezo con algo por lo que todos me escuchan llegar y callan, al subir la mirada, la cual estaba en mi pie con el cual tropecé, veo a los chicos sonriendo tristemente y al girar un poco la cabeza, veo una melena rubia, otra roja y una pelinaranja... pero, no mi platinada.

Tal vez lo que dijo Emma, quién al parecer es más mala de lo que recuerdo, es real, tal vez Elsa Arendell si está muerta, y probablemente nunca la vaya a volver a ver, tal y como siempre temí desde que se fue, y ahora, ese temor es más real que nunca.

- Y Elsa?? - Dije casi sin aliento temiendo lo peor.

- Ella...

- Me buscabas??

Princesas de las estaciones (Jelsa) [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora