VEINTE

1K 74 2
                                    

Elsa

Ya han pasado tres meses desde que le contamos a los guardianes sobre el collar que Pitch buscaba, también fue la última vez que vimos a los guardianes, al menos todos juntos.

Durante estos tres meses nos hemos apegado un poco a los chicos puesto a que al parecer, este de compartir un secreto ayuda en lo de llevarse mejor, además, gracias a este acercamiento, pudimos ver que los chicos son unos idiotas, pero, idiotas que disfrutas como compañía, al menos ahora lo hacemos, tanto así, que ahora todos vivimos en la mansión de Aster, y él, para no molestar, aunque realmente fue para nosotros no molestarlo, se fue a un penthouse cerca de acá.

Ahora es un sábado a las tres de la tarde en el que estamos todos sentados en el salón muertos de hambre ya que ninguno sabe o tiene ganas de cocinar.

- Qué tal si compramos hamburguesas? - Dice Anna luego de estar echados en el piso o sofá escuchando nuestros estómagos rugir.

- SII - Responden todos levantando un brazo.

- Bien, que Elsa vaya - Dice mirándome desde el suelo.

- Claro que no, que vaya Jack - Dije apuntado a aquel viejo.

- Por supuesto que no.

- Basta de problemas - Dice Mer gritando - Vayan ambos y ni una palabra más, si no van, yo no dudaré en comemelos a ustedes primero.

Con un bufido Jack y yo nos levantamos del sofá en el que estábamos y nos encaminamos a la salida para subir a su auto y manejar directo a las hamburguesas.

- Que flojera... - Dice Jack cortando el silencio.

- Lo sé.

- Puedo hacerte una pregunta, Snowflake?

Snowflake es el apodo que Jack me puso hace poco más de dos meses, el cual, claramente amo. Aún recuerdo que fue durante otra guerra de nieve sólo que en un parque, nos tocó hacer equipo por lo que decidimos ponernos apodos, yo le dije frostyboy por su apellido y poderes y porque es un chico, y él luego de pensar unos minutos me dijo, te pondré snowflake, recuerdo que cuando le pregunté porqué me dijo cosas muy lindas, porque tal y como un copo de nieve, eres única y muy bella, aparentas delicadeza pero eres capaz de soportar hasta la más fuerte ventisca y lo más importante, eres especial, demasiado especial.

Fue la primera vez que no dijo algo pesado y la primera vez y única vez que le di, inconscientemente, un beso en la mejilla.

- Por supuesto, qué sucede, Jack?

- Te gustaría salir conmigo, mañana por la tarde, tal vez ir pon un café, ya sabes algo agradable, para hablar y pasar tiempo juntos, pues, ya sabes...

- Es una cita? - Le dije algo nerviosa.

- Tal vez... si? - Dice con una mini sonrisa.

- En ese caso, mañana a las seis tengo una cita con un chico.

- En serio? y cómo es?

- Lindo, gracioso, valiente.

- Suena a que es un gran partido. - Dice Jack con su voz arrogante.

- Tal vez, es sólo que es demasiado idiota, arrogante, tonto, y la lista sigue. - Dije riendo.

- Ja, ja, muy graciosa, vamos a comprar. - Cuando Jack se termina de estacionar, bajamos del auto y caminamos dentro de la hamburguesería.

Mientras estábamos en la fila calculamos cuántas hamburguesas necesitaríamos.

- Veamos, cada uno de nosotros se come dos - Dice Jack - Así que ocho de los chicos más cuatro para ustedes.

- Ja! Mérida se come tres, punzie y anna dos y media mientras que yo dos, así que serían, ocho más tres, más cinco, más dos, lo que nos da un total de... 18 hamburguesas.

- Son unas glotonas.

- Deberías de vernos con la pizza.

Luego de pedir, y de una pequeña pelea con la señora que nos atendió ya que al pedir 18 hamburguesas me miró extraño y y le dije que miraba peleamos y luego nos dieron un 50% de descuento, recibimos las hamburguesas y fuimos de vuelta a casa.

- Acá están la hamburguesas!! - Grité mientras Jack cerraba la puerta tras nosotros.

Todos corrieron hasta mí y me arrebataron las bolsas con las hamburguesas y porciones de papas francesas y las vaciaron sobre la mesa de centro justo frente a la gran pantalla plana donde se reproducía Frozen.

Maldita película.

- Por qué está puesta esa mierda? - Pregunté enojada.

- Cómo que mierda? - Reclama Eugene - Es genial, ahhh, claro, te recuerda a lo que le hiciste a tu hermana.

- Lo único real de esa película, es que tengo poderes y que somos princesas, el resto... mentiras.

- Entonces cómo explícas el mechón blanco en el cabello de Anna?? - Me cuestiona Kristoff sonriendo.

- Cuando teníamos ocho Anna enfermó con una fuerte y mortal fiebre, especialmente porque ella no debería de sentir calor fuerte, hasta ese entonces Anna jamás tuvo fiebre. Un doctor nos dijo que había grandes posibilidades de que muriera por lo que investigué y descubrí que si le lanzaba un rato de hielo podría contrarrestar la fiebre, cosa que hice.

- Así es, Elsa me salvó la vida - Dijo sonriendo - Por eso y mucho más digo que es la mejor hermana del mundo.

- Basta de charlas, tengo hambre - Dice Mérida mientras comienza a comer y mira la película.

Luego de unos diez minutos comiendo, en los que Mérida y los chicos casi terminan su segunda hamburguesa, sólo que los chicos no se comieron sus papas, silenciosamente llamo a Punzie para que se siente junto a mí, cosa que hace algo confundida.

- Qué sucede, Els? - Dice susurrando extrañada.

- Mañana tengo una cita - Punzie sonríe emocionada y abre los ojos tanto que casi salen de órbita.

- Con quién? - Dice sin quitar su expresión anterior.

- Con Jack, por la tarde y, pues sabes como se pone Anna con estas cosa y también sabes que Mérida las odia, así que... puedes ayudarme?

- Claro!, ya verás amiga, mañana te verás tan linda que te aseguraré una segunda cita, sabía que tú y Jack tendrían algo alguna vez, ese es mi sueño, como sea, mañana iremos de compras tú y yo.

Genial. Mañana será un largo día.

Princesas de las estaciones (Jelsa) [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora