Princesas de las estaciones (Jelsa) [Terminada ✓]

~ 45 ~

Jack

Estaba demasiado preocupado. Dónde está Elsa? No la veo desde ayer que salió con las otras chicas. Anoche no llegó a dormir y con esto de Pitch la verdad me preocupa no tenerla cerca. Anoche estaba muy asustado pero ninguna chica llegó anoche y no parece que algo malo les haya pasado, si hubiese sido así ya lo sabríamos pero eso no quita el hecho de que me preocupe.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho varios pasos venir por el pasillo, en pocos segundos Rapunzel, Anna y Mérida entran con caras bastante desanimantes a la sala de reuniones, las tres tenían ojeras y estaban pálidas, principalmente estaban enojadas pero claramente había mucho más detrás de eso.

— Qué les sucedió? Ayer ninguna llegó a casa y no dieron señales de vida. — Dice Kristoff levantándose de su silla.

— Ja! — Ríe Anna — Oh Dios, deberían trabajar en Hollywood chicos.

— De qué hablas? — Pregunta Flynn.

— De qué pretenden demasiado bien, idiota, cómo si realmente les importase alguien más que ustedes mismos, cómo si realmente nosotras les importaramos. — Habla Mérida con el mismo tono borde con el que comenzó todo.

— Qué les sucede? por qué están tan a la defensiva? y dónde está Elsa? Deberían de haber llegado hace 1 hora y no han dado ni una mínima señal. Saben que no puede estar sola.

— Y eso realmente te interesa o es otra de tus mentiras?. — Dice Elsa entrando al la habitación.

Tenía la misma ropa que ayer solo que estaba desordenada y sucia con varias manchas de tierra y polvos t, estaba descalza y su cabello estaba aún peor que la ropa, sus ojeras eran más notorias gracias a su piel pálida, maquillaje corrido en signo de llanto, ojos rojos e irritados, se veía demacrada, que le habrá pasado?.

— De qué hablas, amor? — Dije viendo cómo se acerca a la bolsa de Rapunzel y saca unas toallas húmedas para luego pasarelas por las manos y cara.

— Si me llamas así otra vez te juro que sabrás lo que es tener lágrimas cristalizadas.

Miré a los chicos y a los otros guardianes quienes estuvieron mirando atentos todo el tiempo sin entender nada, y la verdad los chicos y yo estamos igual de confundidos.

— Saben qué? No puedo estar acá, iré a un bar o algo así, no me busquen.

— No! Alto, Els! No te vallas — Hipo suspira. — Qué les sucede, no entendemos nada?.

— No entienden nada?! — Dice Elsa mirándome a los que yo niego confundido. — Te doy un recuerdo. A- pues-ta.

Mi boca se abre sin poder evitarlo y miro a los chicos quienes están igual de sorprendidos que yo, excepto Hipo quien solamente pasa sus manos por su cara murmurando cosas que honestamente no entiendo para nada.

Mi mirada vuelve a aquella platinada y luego de tomar una bocanada de aire pregunto — Cómo lo supiste?.

— Entonces es verdad? Dios, una estúpida parte de mí aún esperaba que fuese una mentira. — Elsa tenía la voz más neutra de lo normal y estaba seguro de que se estaba rompiendo poco a poco.

Odiaba verla así, y odiaba aún más que fuese por mí culpa.

— Elsa, por favor, podemos hablar esto? Es sólo un malentendido, todo va a estar bien, sólo tenemos que hablar. Podemos resolverlo juntos. Por favor, Els. — Dije nervioso, tenía miedo, no quería perderla y mucho menos ponerla en más peligro del que está.

— No hay nada que resolver. Chicas iré al bar que nos gustaba, no me busquen, quiero estar sola.

— No! — Dije mientras ella seguía caminando hacia la salida — Elsa, no puedes ir a resolver tus penas bebiendo, hablemos, siempre que tenemos problemas los resolvemos, sólo hay que hablar, no puedes escapar está vez, mi Elsa jamás haría eso.

— Ya no hay tú Elsa, Jackson! — Grita dando media vuelta mirándome con lágrimas en los ojos. — Y no tienes ningún derecho a juzgarme por ir a beber para intentar olvidarte, porque sólo estoy tratando de encontrar una manera de arreglar lo que tú rompiste!.

— Els..

— Y lamento muchísimo que extrañes tanto a esa Elsa porque déjame decirte que el hecho de que ella no esté es tu maldita culpa!. Esa Elsa se entregó a ti confiando en que jamás la dejarías caer, y mientras creía estar a salvo tú solo te reías a sus espaldas con tus amigos, esa Elsa que extrañas tanto Jack, tú la destruiste, tú la dejaste caer, la dejaste romperse y esto es lo que con suerte pude rescatar! Maldita sea... confié en ti Jack, te di todo lo que podía, y tú jamás tuviste la valentía de decirme la verdad, eres un maldito cobarde!

Paso mis manos por mí cabello desesperado, no sabía que hacer, estaba perdido, jamás me perdonaría y yo jamás me perdonaría lo que le hice. — Els... por favor, podemos resolverlo.

— No puedo creer lo estúpida as que fui, Jack, di todo por ti y ahora no tengo nada, no tienes idea de cómo se siente amar a alguien que no te ama de vuelta.

— Elsa, yo si te amo, tal vez todo empezó como un juego pero eso ya acabó, realmente te quiero. Vamos... sé que podemos salir de esta, vamos a estar bien.

— No, Jack, no podemos solucionar algo que jamás fue real, y al menos yo no estaré bien, no después de ver como todo lo que creí tener fue una fantasía, fui demasiado tonta, después de todo siempre supe que el amor era una maldita fantasía.

Niega en silencio mientras deja caer sus lágrimas.

Todos estábamos en silencio, los guardianes shockeados, y los chicos mirando a las chicas, Elsa me miraba mientras lágrimas caían de sus ojos son parar, era la peor escena del mundo pero es mucho peor saber que yo soy el culpable de eso.

Eché todo a perder, jodí la relación más bonita que he tenido, rompí el corazón de la mejor chica del mundo y de paso rompí el mío, antes de ella no sabía lo vacío que estaba, no tenía idea de que eso era lo que sentía y luego llegó ella a compeltarme, y ahora que como se siente estar compelto, estar sin ella, estar vacío duele más que nunca. La perdí, y honestamente no tengo idea de si alguna vez la recuperaré.

Quién lo diría? Gané la maldita apuesta, pero perdí todo aquello que alguna vez me hizo realmente feliz.