Princesas de las estaciones (Jelsa) [Terminada ✓]

DIECISIETE

Jack

— Quédate tranquila, Tooth. — Norte estaba, desde hace ya una hora, tratando de descongelar las alas de Tooth.

Literalmente ya tratamos de todo. Yo no pude descongelarlas pues, al parecer, no puedo controlar todo el hielo pues, al parecer, la reina de las Nieves es más poderosa que yo.

Tratamos de todo: romper el hielo a golpes hechos con el Boomerang de Aster, derretir el hielo con la espada de Hiccup, destruirlo con la hacha de Kristoff, hacerle, aunque sea una grieta, con las espadas de Norte y todo lo que puedan pensar pero el hielo se niega a desaparecer.

— Problemas, chicos? — Elsa y sus amigas reían de la escena.

Tal vez no me agrada Tooth pero, esto se pasa, incluso para un bromista como yo.

— ¿Por qué no puedo derretirlo, Norte? — Le pregunté algo frustrado.

— Los poderes de hielo son tal y como los copos de nieve, cada poder es diferente lo cual hace imposible que tú puedas controlar los poderes de Elsa, claro está que, si eres más fuerte, podrías hacerlo.

— Ósea que ella es más fuerte que yo? — Le dije sorprendido — Ella es más fuerte que el mejor guardián?

— No eres el mejor guardián, Jack — Eugene estaba, con todas sus fuerzas, tratando de romper el hielo — Claramente ese soy yo.

— No, ustedes se equivocan — A pesar de haberlo intentado, Kristoff seguía golpeando cos su hacha — Nadie es mejor que este rubio de acá.

— Hipo suelta un bufido — Elsie Els, amiga mía, compañera, podrías por favor descongelar a Tooth? Te lo ruego.

— Nop — Dijo aquella linda palatinada de manera indiferente mientras miraba sus uñas como si fueran lo más interesante.

Alto al mundo, dije linda!?. No lo creo, seguro es porque es mi conquista y debo prepararme psicológicamente.

Mi cerebro es genial!.

— Elsa, es imposible derretirlo o romperlo o, incluso, agrietarlo!. Te lo pido de rodillas! — Wow, Hipo estaba que lloraba y los demás rojos por la fuerza que han estado usando esta última hora.

— Pues debió pensarlo bien antes de que desafiara a Elsa — Rapunzel, la chica más dulce que he visto, actúa igual que su tierna y amargada amiga.

Esta vez no pueden decir nada, pensé en tierna pero también en amargada, eso lo reemplaza, no es así?

— Esto ya pasó antes, hace años — Mérida sonaba indiferente pero, al menos, ella si nos miraba — La única que puede deshacerlo es Elsa. — Sonrío victoriosa.

— Te odio Elsa Arendell!! — Tooth estaba  apunto de llorar, aunque, no sé si es verdad o sólo su típico drama.

— Alto ahí, loca — Reprimí una risa ya que ese meme se ajusta perfectamente a Tooth, siempre que discutimos por sus berrinches se me pasa por la mente sólo que si lo uso, se que el drama sería peor — Princesa Elsa Arendell del Reino de Invierno para ti, además, no te di permiso de tutearme.

— Juro que voy a destruirlas! — Tooth se para u queda de frente a pocos metros de las chicas poderosas.

— Yo que tú, pájaro mutante — Anna comenzó a acercarse a Tooth peligrosamente — Empiezo por encontrar la manera de descongelar el hielo de tus putas alas ya que Elsa no lo hará.

— Anna tiene razón, hadita — Elsa se pone junto a Anna e inmediatamente, a pesar de no parecerse, me hicieron recordar a aquellas gemelitas del resplandor — Y mucho menos si te atreves a amenazar a mis amigas.

— Saben? Ya me aburrí — Rapunzel llama la atención de todos al empezar a hablar — Con las chicas iremos a dar un paseo, suerte con ese frío problema, bye.

Las chicas salieron por el gran portón y se fueron por el mismo camino por donde entramos.

Aún no puedo creer que luego de que Elsa insultó a Tooht, ella congelara sus alas, bueno más bien luego de que Tooth trató de atacarla. Okey, ahora que lo pienso, sí me lo creo.

- Chicos, pueden ir a ver a las chicas? - Aster seguía tirando boomerangs a las alas de Tooth - no quiero que nada les pase pero debo tratar de resolver este problema.

- Quieres que seamos niñeras, Aster? - Eugene estaba tan desconcertado como los demás - porque hablo por todos cuando te digo que no queremos cuidar a niñas pesadas.

- Solo deben asegurarse de que nada les pase y que no hagan desorden - Norte habla como si nada pasara, además, estoy totalmente seguro que saben defenderse, al menos pelean bastante bien, mi cara y la de los chicos lo saben - Es peligroso que estén afuera solas.

- Conociéndolas, es más peligroso para nosotros cuando ellas se enteren de que las seguimos a que alguien más trate de atacarlas - Hipo suspira - pero, una de ellas es mi mejor amiga, así que prefiero sus seguridad antes que la mía. Iremos.

Kristoff, Flynn y yo estábamos apunto de reclamar pero Hipo ya estaba de camino hacia afuera por lo que no tuvimos de otra más que seguirlo para ir a vigilar que sus pesadas amigas no se metieran en problemas.

Caminamos a paso rápido por unos 5 minutos antes de alcanzarlas, apenas entraron a nuestra área de vista nos escondimos tras unos arbustos cubiertos de nieve, tal y como todas las plantas del bosque.

Ellas estaban jugando con la nieve que cubría el pequeño claro en el que estaban, Rapunzel dibujaba sobre la nieve con su dedo, Anna construía un muñeco de nieve mientras que Elsa y Mérida estaban escondidas tras unos fuertes de nieve mientras jugaban a una guerra de bolas de nieve.

                                                                                         [...]

                                                                                        Elsa

- Boom! - justo cundo me agaché luego de haberle dado con una bola de nieve en la cara a Mer, vi unas sombras moviéndose entre unos arbustos a mi izquierda.

Dirigí mi mirada disimuladamente hacia ese lugar y logré captar dos cabelleras castañas, una rubia y otra peliblanca, colores que encajan perfectamente con los de aquellos idiotas. Seguro Aster los envió y es por eso que les daré algo en qué trabajar.

- Alto el fuego, Mer! - Me puse de pie y caminé al centro de aquel bello claro que encontramos - Chicas! acérquense, tengo una idea.

Las hice venir a donde yo estaba, que era la parte más alejada de los arbustos,donde juntamos nuestras cabezas, agarramos nuestros hombros formando un círculo y les dije mi fantástico plan.

- Por si no se dieron cuenta, al parecer, esos inútiles han venido a vigilar que no hagamos o nos pase nada malo y como todo está bien, les daremos algo en que trabajar. Están conmigo?

Las chicas asintieron con una sonrisa maliciosa.

- Bien, nos separaremos y caminaremos rápido y cuando ellos no nos vean nos esconderemos y cuando estén cerca les daremos su merecido por espiarnos, bien?

- De acuerdo - me responden la tres al unísono.

Que empiece el juego, Idiotas.