-TREINTIUNO-

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—¡TE ODIOOO! VOY A MATARTE HIJO DE PUTA!—vocifera la mujer que está atada tanto de manos como de pies en el mueble más pequeño de la sala.

Adel me ha advertido que no me sorprenda con las cosas que pueda presencial ésta noche ya que sus amigos demonios son unos locos.

La joven y hermosa mujer tiene sus ojos tan rojo que parece llorar sangre. Lleva un vestido negro ajustado a su cuerpo, tan corto que deja a la vista unas largas piernas pálidas. Cerca de ella está un chico casi de mi estatura que la mira con un rostro furioso, lleno de odio, con evidente decepción. El otro está sentado en el mueble de piernas cruzadas y con un cigarrillo en la mano.

Ver esa escena me pone los pelos de punta.

¡Tienen una chica atada en un mueble! Si que están demente.

Pero Dus no está aquí, solo son ellos tres.

—¿Qué es lo que sucede David?—todos voltean a ver a Adel quién se detiene justo a mi lado, incluso la chica de ojos rojos.

Pero sus miradas se desvían tan rápido hacia mi porque claramente soy una extraña para ellos.

—¿Quién es ella?—pregunta el chico de cabello ondulado acercándose un poco a nosotros. Se cruza de brazos al verme fijamente con esos ojos verdes que parecen querer asesinarme.

—¿Es qué no lo ves? Podré tener todo el sueño del mundo, pero aún así veo con claridad la belleza cuando hace acto de presenta.—es el chico de piel oscura que fuma cigarrillo en el mueble el que ha interrumpido. Estira sus manos a cada lado del espaldar y cierra sus ojos nuevamente.

Algo le pasa y debe ser que está ebrio.

—No hablaré delante de ella. —retoma Adel la conversación. —¿Por qué está aqui tu novia?—pregunta muy serio al de cabello ondulado que se llama David por lo que tengo entendido.

¡Tiene su novia amarrada! ¿Que tan loco puede estar para hacer algo así?

—¡La seguí! Seguí a esta traicionera —la señala con su mano—¿Sabes dónde estaba?

—Dimelo tú.

Pero David vuelve a verme...

—¿Es seguro hablar delante de ella?

—Claro. Por esa razón está aquí. Necesitaré un favor de Brat luego de que termines con este asunto tuyo.

—Si. Todo el que necesiten—contesta Brat abriendo solo un leve momento sus ojos y vuelve a desplomarse en el mueble.

¡Dios mío!

Comienzo a sentirme observada y volteo solo un poco para ver otra chica que entra en la sala. Lleva en su mano una botella de vino y una copa vacía. Camina como modelo de pasarela sin dejar de verme ni un segundo.

—¿Entonces, con quién la viste?—inquiere Adel.

—Estaba con la bruja mayor. —escupe aquellas palabras con asco.— sácale toda la información posible. ¡No quiero volver a verla! ¡La mataré!

AEDERLAN [Poder De Los Caídos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora