-TREINTIOCHO-

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Mi tía es la primera en iniciar con el juego. Lanza la bola por última ves y apenas ha derribado tres bolos.

Lilo se ríe de ella y le asegura que para la próxima le irá mejor. Se sientan en el mueble para contemplar la siguiente jugada.

Han entrado más personas al lugar y entre los motociclistas que están en la barra hay uno que no deja de observar a mi tía y de vez en cuando a mi, no se si Lilo lo habrá notado, pero su aspecto me da mala espina.

-¿Tu o yo? -pregunta Penélope.

-Ella. -responde Dus con una sonrisa torcida en los labios.

No me apetece jugar, la hora esta corriendo y Adel no aparece por ningúna parte, me hubiese gustado que estuviese aquí y que fuera él quien me enseñase —suponiendo que ya ha jugado antes—.¿Dónde podrá estar metido? Es estresante estar a la espera de que pase algo que tanto deseas.

-No, jueguen ustedes primero. - respondo alejandome de la pista. Pero siento la mano de Penélope sobre mi brazo para regresarme a mi lugar.

-Ha, ha... Azael tiene razón, sigues tú - contesta Penélope y escucho la voz de Lilo y mi tía apoyándome.

-No es para tanto. Toma. -Dustin me entrega la bola en la mano. Miro directamente sus ojos verdes, luego el resto de su cara lisa, se le ve unas manchas grises debajo de sus ojos, las ojeras deben ser debido a la hora que se ha acostado. -No es nada complicado, ven y te explico.

Asiento con mala cara y le sigo hasta la pista. A nuestro lado hay otro grupo de chicos que gritan por su partido que está por terminarse. Dos chicas hispsters* le echan un vistazo de vez en cuando a Dustin. Porque es sexy.

-Sitúate aquí - me deja a unos cuantos pasos de la línea. - sostén la bola a la altura de la cintura y el pecho -voy siguiendo lo que me dice y recordando los pasos que dió mi tía. -Ahora lleva primero el pies derecho hacia delante. Mira el objetivo que tienes al frente. Balancea la bola un poco - imito cada uno de sus movimientos. Sin quitar la mirada del objetivo, mantengo los hombros paralelos, deslizo mi pies izquierdo flexionando la rodilla también y dejo balancear la bola hasta casi la altura de mi pie para luego lanzarla como las indicaciones de Dustin.

Se me hace lento el tiempo cuando veo la bola andar hacia los diez bolos que, —cruzando mis dedos
—espero derribar por lo menos más de tres.

Solo cierro un ojo a último segundo cuando estas impactan. Se derrumban siete.

-¡Siii! No ha ido tan mal. -abrazo a Dustin por la emoción. Para luego retroceder algo incómoda.

-Eso ha sido fascinante - comenta mi tía.

Lilo no dice ninguna palabra ya que parece concentrado observando a lugar donde están los motociclistas bebiendo y riendo entre ellos.

Debe haber notado que el más alto y delgado es quien echa un vistazo hacia nosotros de vez en cuando.

Vuelvo a lanzar la bola y esta vez solo derribo dos.
Se me termina el tiempo y he perdido, le cedo el paso a Penélope.

Me siento en el mueble negro de cuero y tomo un vaso con Refresco Coca Cola para refrescarme.

Mi tía se dirije al baño batiendo su larga melena de un lugar a otro. Lilo sigue viendo fijamente el lugar donde están los robustos hombres motociclistas.

-¿Pasa algo? -pregunto suponiendo la respuesta.

-Creo que debemos irnos.

-¿Tan pronto?

AEDERLAN [Poder De Los Caídos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora