-VEINTINUEVE-

1.2K 205 173
                                    

Cuando era pequeña mi mamá siempre se preocupaba por mostrarme los lugares más bonitos de portland. Pero siempre había un problema, y ese problema era Jack. Era demasiado protector con respecto a todo lo que me rodeaba.

Cuando tenía diez años conocí a un niño qué para aquel entonces podía considerarlo mi mejor amigo. Mi papá al enterarse discutió con mi madre a cerca del asunto. Recuerdo claramente lo que le dijo aquella noche.

«Ella no debería estar en una escuela común y lo está porque me lo pediste»

Duró poco aquella amistad ya que ese niño se mudó tres meses después de manera repentina. Han pasado casi ocho años desde entonces.

Pero hay rostros que uno nunca olvida ni con el pasar de los años.

Dejo la fotografía en su lugar y sigo detrás de Adel quién me ha invitado a la cocina para preparar algo de comida hasta que lleguen sus amigos.

Lo del espejo me ha dejado muy pensativa. No se exactamente que debo ver allí y Adel no dicho una palabra más del asunto. Tampoco quiero preguntarle si ese chico de la foto vive aquí ya que es muy parecido a ese amigo que más nunca vi.

-Soy algo torpe en la cocina. Comunmente como afuera...-se ríe hermosamente mientras saca un trozo de queso de la nevera.

Este demonio es demasiado sexi.

-No te preocupes. No tengo hambre en realidad.-me quedo cerca del mesón viendole como ahora saca unos panes de hamburguesa.

Adel levanta la vista.

-No puedes mentirme pequeña. Se que tienes tanta hambre como yo. -me guiña un ojo.

Trago saliva...

-Yo solo no quiero incomodarte con esto de que tengas que cocinar...

-Quiero hacerlo por ti. No me gusta la idea de llevarte a un lugar público estos días.

-¿Por qué no?

Él deja los panes sobre el mesón y ahora va por los tomates.

-¿Recuerdas el auto detrás de nosotros hace rato?-Adel toma el cuchillo y corta el tomate en rodajas mientras lo sostiene en su mano.

-Lo recuerdo.

-Son vigilantes.-sentencia dejando los tomates mal picados sobre un plato.

Realmente no sabe...

-¿Vigilantes?-camino hasta él con la intención de ayudarle con las hamburguesa.

-Si. Suelen investigar a cada persona que se acerque a un demonio.

-¿Por qué? ¿Qué son?

-Son demonios de menor rango encargados de proteger a los humanos que han hecho trato con satanás ó sus familiares más cercanos. Hace mucho tiempo atrás estuve delante del temible por matar a unos de estos vigilantes.

Debo suponer que el temible es otro demonio superior a él.

-¿Por qué lo hiciste?.-pregunto sorprendida.

-Puedes ayudarme con esto-se encoge de hombros al pasarme los panes para abrirlos en dos.-estaba siendo un estorbo para una investigación.

-¿Y cada vez que andas con humanos, ellos te vigilan?

-No siempre. Al menos qué se te trate de algo importante.

-¿Y cuál crees que sería el problema en este caso?

AEDERLAN [Poder De Los Caídos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora