-VEINTIUNO-

1.2K 220 23
                                    

Escuchar ese nombre me acelera el corazón. La primera razón es porque he oído claramente que él está aquí y es evidente qué pueden verle. Nunca antes había tenido un deseo tan grande como el que se apodera en este momento de mi. No me basta oír su voz, ver una sombra negra en mi balcón, quiero ver su rostro, con quién hablo cada noche.

Es mi oportunidad de buscarlo, así que ni Jacob, ni muchos menos Francis van a impedirmelo.

Las personas siguen gritando. Se amontonan para disfrutar de la pelea, se escuchan los golpes, los gritos de mujeres y hombres desesperados por saber quién ganará.

¿Sabrá él que estoy aqui? No, no lo creo.

Jacob sigue avanzando, la puerta está más cerca, su mano ya no se aprieta con gran fuerza a la mía. Debo aprovechar esta oportunidad antes de que entremos allí.

El techo comienza a retumbar nuevamente, a hacer esas ondas molestas y ruidosas como la pelea. Suspiro una y otra vez, es ahora o núnca.

Me suelto lo más rápido que puedo de Jacob y sin mirar atrás me echo a correr entre las personas.

-¡Maldita sea! ¿a dónde vas?...Ve por el otro lado-le grita Jacob a Francis o Mica, no lo se y ni me importa. Simplemente empujo a las extrañas personas que ven la luz.

-¡¿Qué te sucede!? Busca otro lado bruja.-grita una joven al pasarle por un lado y rozarla.

Siento mi cuerpo afixiarse, empujo más personas llenas de sudor, frías, con temperaturas extremadamente calientes, pero no me detengo, tomo el lado derecho. Bajo a empujones, los gritos siento que acabaran con mis oídos, así que me llevo ambas manos para taparmelos.

-¡Adel! ¡Adel! ¡Adel!-Gritan muchos a la vez.

Escucho más cerca las cadenas rechinar, alzo mi cabeza entre la múltitud, ya puedo verlas. Son inmenzas, chocan entre si, se mueven de un lugar a otro. El corazón parece querer salirseme del pecho y realmente me asusta porque una brisa fría se apodera de mi cuerpo.

-¿Dónde estás?-me pregunto en medio del público. Es dificil apartar a las personas, no se mueven de sus lugares. Solo gozan de la diversión que le proporciona Adel y su contrincante.

Miro a mi izquierda para comprovar que continúo sola, pero puedo ver el rostro de Jacob furioso, tan rojo que parece un tomate.

Me agacho un poco y un niño está observandome.

¿Qué hace un niño en un lugar como este?

-Tengo el doble de tu edad. Niña.-su voz es extremadamente gruesa, lo que me asusta y comienzo a gatear un poco antes de levantarme nuevamente.

-¡Adeeeeel estaaa ganando ésta batalla nuevamente.!-dice alguien por medio de un parlante.

-Si, si. ¡Nunca falla ese maldito!-bocifera una mujer de mediana edad que permanece sentada y no se como es que realmente ve la pelea.

En realidad no entiendo como es que todos le hacen para ver y yo no puedo ver nada.
Desciendo pero no llego a ningún sitio, es como si estuviese atrapada en el mismo lugar.

-Debes apostar para poder ver-la voz es del niño nuevamente, que en realidad no es niño. No se en que momento he aparecido nuevamente a su lado.

-No tengo dinero para apostar.

-¿Entonces a que has venido?-se cruza de brazos y deja de verme. Sus pupílas azules vuelven a la pelea.

-Quiero ver la pelea antes de que termine. Solo dame algo de dinero, prometo pagarte.

-¡Ja, la útima vez que presté lo perdí casi todo! ¿A quién vas a apostar?-me ve nuevamente de pies a cabeza con una ceja en alto.

Desearía tener esa cara lisa que él lleva, impecable. Menos esa berruga cerca de su labio.

-A ese que todos gritan su nombre.

-¿Adel? Buena elección. -se lleva una mano al bolsillo de su pantalón y saca un billete.

Llama al mesonero más cercano y le susurra:

-Ella apuesta por Adel...Puedes meter una más-no deja de verme. El mesonero asiente.-¿Tu nombre y apellido?

Me lo pienso antes de decir mi verdadero nombre, pero cuando al fin mi cerebro ha encontrado uno falso de urgencia, sale el mío verdadero.

-Valentina Sellers.

Los ojos del niño se agrandan.

-He oído ese nombre antes. Bienvenida a la diversión Sellers. -me guiña un ojo y se aleja de mi.-si ganas la apuesta no olvides pagarme. De igual forma te encontraré.

El mesonero termina por anotar mi apellido. Una vez le veo poner la última letra, todo cambia delante de mi.

Ya no solo hay una luz, puedo ver ahora con claridad, sin interrupciones, sin nadie de por medio a dos personas peleando a unos seis metros lejos de mi.

Son dos hombres, uno de ellos es mucho más alto que él otro y coorpulento, ambos tienen grilletes en la mano derecha y pelean con la mano zurda.

Reconozco a Adel de inmediato. No por los gritos de las personas, no por como lo señalan las mujeres, si no por el tatuaje que recorre su cuello y se pierde en la mitad de su pecho desnudo.

Ahora entiendo porque todas apuestan por él.

***

MARATÓN 3

Al fin encontré al actor adecuado para el personaje, no saben cuanto tiempo llevaba buscandolo :D

AEDERLAN [Poder De Los Caídos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora