AEDERLAN [Poder De Los Caídos]

-TREINTISEIS-

Doy vueltas por toda la sala hasta sentir cansados mis pies. Adel no apareció en ningún momento como esperaba, le echo de menos, necesito oír su voz y sentir sus besos, sus caricias. Hablar con él, siento que anoche no fue suficiente.

En tres ocasiones me vi obligada a pedirle el número a Lilo, pero -no lo hice-, no tengo porque hacerlo, si él no quiso dármelo tendrá su razones, lo que realmente me parece muy extraño porque quisiera comunicarme con él, dejarle un mensaje por las mañanas o puede que quizá por esa razón prefiere no dármelo, para no sentirse presionado.

De todas formas busco lo mejor de mi armario para ir a los juegos de los bolos, sintiéndome completamente desanimada. Antes le veía un poco más de emoción salir y ser libre, pero sí él no va a estar, prefiero quedarme encerrada en mi habitación hasta que él aparezca.

Me maquillo solo un poco y peino mi cabello...me cambió dos veces el Jean y termino por usar mi favorito con un suéter negro.

El teléfono suena desde la cama, lo cual corro a atenderlo pensando en la posibilidad de que sea mamá dado que le dejé varios mensajes por la tarde.

-¿Aló?

-¿Val? Mi niña soy yo. ¿Estas bien? - es mi madre Jane quien habla al otro lado de la línea, todo el día esperé su llamada. La alegría de escuchar su voz me vuelve al pecho.

-¡Mamá!... No sabes cuanto desee ponerme en contacto contigo. Te dejé varios mensajes. - me siento a la orilla de la cama y me dejo caer hasta contemplar el techo.

Las palabras de Adel me vienen todas amontonadas a la cabeza... ''puede que uno de los dos no sea tu padre"

Me da una puntada en el pecho si llegase a ser mi mamá. ¿Y Qué si ella lo sabe y nunca me lo dijo? Realmente me dolería mucho.

-Siento no haber podido llamarte antes. ¿Cómo están yendo las cosas? ¿Está todo en orden? ¿Dónde estás ahora? -sus preguntas consecutivas me dan una pista que aunque ella trate de disimular, la percibo, está nerviosa, algo no va bien.

-Todo está perfecto. ¿Qué sucede mamá?

Escucho el suspiro al otro lado del teléfono.

-No pasa nada mi vida. Todo está bien, solo quiero que sepas que te amo demasiado y aunque no esté lo suficiente contigo, no significa que ya no te amo.

-¿Mama que es lo que pasa? Se que me amas. ¿Por qué debería pensar lo contrario? - me incorporo en la cama.

-Todo está bien, pronto vuelvo a casa. Te llamo luego. Ahora no puedo hablar. - corta la llamada sin siquiera esperar mi respuesta.

Quiero saber que pasa, algo no anda bien en su voz. Me guardo el teléfono en el bolsillo y espero que pronto uno de los dos vuelva a llamarme.

Ni tía toca a la puerta para avisarme que ya está lista. Le pido que se adelante que bajaré en un momento. Penélope me deja un mensaje diciendome que va a esperarme en Gran central restaurante y bowling.

Salgo de la habitación y camino hasta la sala oscura y siniestra llena de estatuas sin vidas. Miro hacia el balcón para asegurarme de que Adel no está. Decido por acercarme al piano y toco unas taclas...

Do...

Re...

Mi...