AEDERLAN [Poder De Los Caídos]

❄ VEINTE ❄

»La anciana solo sonrió y no me dió respuesta de quíen era Adel«

Jacob me lleva hasta la pared dónde ya está Francis y Mica y en menos de un pestañeo ésta desaparece de nosotros.
Aparecemos de la nada en un lugar lleno de personas que están de espalda hacia nosotros, que parecen disfrutar de algo que los emociona en gran manera.

Todos alzan sus manos y gritan el nombre de alguien que no logro entender muy bien porque se mezcla la extraña música con los gritos del público.

-Será dificil conseguirlo aquí-Alega Francis viendo a las personas qué estan a escasos pasos de nosotros.

-¿¡Qué sucede aquí!? -Le pregunto a Jacob al tener que ponerme de cuncliyas para que pueda oírme. Apenas unas tres personas se giran a vernos, uno de ello no es normal, su piel es pálida y sus ojos son muy grandes y brillosos.

-Hay muchos vampiros, brujos, seres que debes acostumbrarte a ver. Todos vienen aquí cuando se pronuncia una pelea con una luz negra. Solo no te separes de mi. Debo encontrar a Lilo.-me toma de la mano y comienza a caminar por un lado de la barra qué está llena de personas bebiendo, riendo a carcajadas y disfrutando.

-¿Luz negra?-Le pregunto.

-Si. Seres extraños que dentro de poco veras uno de ellos.

-¡Por Jack! ¡Por Jack! -grita un hombre de camisa roja qué tiene una cerveza en la mano y la alza victorioso. Otros le siguen el coro. Quiero ver quienes son los que pelean, pero la multitud no lo permite.

Jacob empuja a uno de los hombres que se atraviesa en su camino y me hala para que avance entre el resto. Pero no es tan facil avanzar cuando las mujeres se interponen en su camino para acariciarlo.

Hace calor, no hay casi luz, solo la que alumbra el lugar dónde se oyen golpes, gritos de lucha y cadenas con fuerza qué parecen querer romperse.

De pronto el techo que está encima de nosotros a unos dos metros cruje, hace unas ondas como cuando se produce un terremoto, un sismo.

-¡Demonios! -grito aferrandome a Jacob y Francis quién viene detrás choca conmigo.

-Acostumbrate. Es normal esto aquí. -veo mi al rededor y nadie parece prestarle atención a lo sucedido.

-Está perdiendo. No debí apostar a ese loco.-dice una mujer sumamente alta de vestido rojo y tacones de aguja color blancos. Es elegante y hermosa.

-No te distraigas-me pide Jacob al ponerme la mano en el rostro y me mira fijamente. -Encontraremos a Lilo y saldremos de aquí.

-¿Realmente entregarás a Lilo?

Jacob suspira y aprieta los labios.

-Solo estoy tratando de ayudarte-Se gira y avanza.

-¿Ayudarme? La seguiré viendo en la escuela, no puedes librarme de Francis.

Jacob se voltea muy cerca de mi y me susurra al oído.

-Ella ya no es Francis. Ya no volverá al colegio. Ya no volverá a hacer tu amiga. Solo has silencio y camina Sellers.

Guardo silencio y lo miro avanzar, había olvidado lo amargado que era mi guardespalda. Ahora tengo más dudas, pero si Francis no volverá a clases qué pasará con sus padres, su hermano. ¿Seran igual que ella? Puede que si.

Echo un vistazo a la mujer alta que está observandome, a su lado está un hombre pequeño, lleva un traje blanco y un cigarrillo en la boca.

-Jamás la había visto-Le dice la mujer al hombre pequeño.

-Yo si he visto parecidos.-Dice él al meterse algo pequeño en la boca.

Mi cuerpo le da un escalofrío terrible. Este lugar es horroroso, me doy cuenta que estamos decendiendo, qué el bar está quedando atrás y el espacio se va haciendo más amplio, más claro, la gente agrumada va quedando atrás en lo alto y los principales que disfrutan de la pelea están sentados cómodamente en un orden como si se tratara de especie de un cine.

-Yo aposté por él, saldrá a pelear en cualquier momento-es la voz de una chica qué recuerdo muy bien.

La ex de mi hermano.

-¿Qué hace ella aquí?-detengo a Jacob de golpe.

-¿Quién?

-Dara, la ex de mi hermano.-ella se ríe, parece disfrutar al lado de un chico extraño que lleva capucha, que no se le puede ver el rostro.

-Él solía venir aquí y lo sabes. Pues ella lo sigue haciendo Valentina.

-Y por eso murió, por venir aqui. Quiero saber que lo mató realmente. Esto no es solo un bar...-vuelven las ondas en el techo tan fuerte que me asusto nuevamente.

-No, no es solo un bar. Es un lugar de distración. Para que el dueño gane dinero. Es su negocio con el diablo. Ya deja de distraerte con lo que ves.

Asiento dos veces y le sigo, Francis viene detrás de mi silenciosa, sin decir ni una palabra, de igual manera Mica.

No estoy acostumbrada a tanto alboroto, a estar cerca de tanta multitud extraña. Unos tienen deformidad en el rotro, su colores de piel varía.

La gente grita nuevamente, comienza a levantarse.

-Quiero los mejores puestos. Ya está por salir la segunda ronda. Yo aposté mis pelotas-dice un enano a otro enano y se ríen.

Esto es una locura, el ruido en el techo vuelve.

-¡Oh! Ahí está. Quiero ver como lo destrozará. Él es el mejor. Siempre lo ha sido.

Son muchas voces a la vez. Quiero que Jacob llegue al sitio donde vamos de una vez por todas porque ya no soporto oir sus voces.

-Ahí viene. Dame dos tragos más-pide otro.

Edcucho hasta la voz más lejanas. Todos se están apoderando de mi cabeza. Quiero que pare.

-¡Solo sacáme de aquí!-le grito a Jacob.

-Allá está la puerta-dice señalando a unos dos metros.

Asiento nuevamente, mi cuerpo comienza a sudar aún más. La gente ve a una misma dirección, allí a ese lugar de dónde viene la luz, pero no veo nada, solo escucho unos grilletes.

-¡Oh que sexy!-apuesta por ese demonio.-grita otra al mostrar su dentadura, tiene afilados cormillos.

Siento que todo me marea, me da vueltas. Las voces aumentan, hasta qué algo me detiene.

-¿A quién deseas apostar?-es un hombre que hace la pregunta.

-Por él. Por Adel.

***

MARATÓN 2