AEDERLAN [Poder De Los Caídos]

-OCHO-

De vuelta al apartamento el trayecto se hizo eterno. Solo quería tocar aquella noche, se sentía triste por la ausencia de las dos únicas personas más cercanas a su vida, porque una ya se había ido.

La lluvía se apoderó de la ciudad, Valentina sentía que nada podía alegrarle la noche. Se bajó del audi y subió con Dante y Lilo quien llegó un minuto despues al ascensor.

Se miraba pensativa en el espejo y hubo un momento en el que miró fijamente a Dante. A esos ojos negros y preguntó;

-¿De que pueden cuidarme ustedes? Llevo casi toda mi vida sin tener la libertad que deseo y ni siquiera se a que se debe. Nunca ha ocurrido nada ni ocurrirá. Creo que papá exagera con todo esto...

Ninguno respondió. Es como si hubiese estado hablando consigo misma. Quería un día poder salir sin ser seguida por ninguno de ellos.

Entró al apartamento seguida de los dos únicos hombres que le harían compañía aquella noche. Solo confiaba en Lilo más no en Dante . Echó un vistazo a la sala y decidió darse una ducha para luego tocar el piano.

Antes recibió una llamada de Francis.

-¿Cómo va todo con Jack?-preguntó Francis.

-Ya él se marchó. Fué algo pronto. -contestó mientras luchaba para quitarse el pantalón.

-¡Oh, pero que pronto ha sido! ¿Estás sola? ¿en manos de quién te dejó?

-Dante y Lilo.

-¡¿Qué?! ¿solo con ellos? ¿y Jacob?

-Si, solo con ellos. Jacob no volverá, no quiso darme explicación al respecto. Solo estaré sola hasta el domingo por la mañana, llegará mi tía.

-No puede ser, ¿Cual de las dos?

-¿Cual crees tú?

-¡Carajo, le haremos la vida inposible a esa mujer¡

-Espero y haya cambiado con el tiempo.

-Brujas como esas no cambian.-chilló.

Valentina se río acompañada de Francis, salió a la sala y apagó todas las luces, antes observó el balcón y la ventana, todo permanecía tranquilo, ya había escampado un poco. Suspiró, se despidió de Lilo quién se dirijía a la habitación de al lado y entró nuevamente a la habitación.

-Esperemos que ésta bruja si.

-Amiga, para mañana haremos la fiesta.-le cambió el tema de inmediato.

-No lo veo posible. Creo que es demasiado riesgoso. Ya sabes que no estoy sola. Ellos no van a permitirlo, el primero en enterarse será mi padre.

No podía entender ni necesitaba buscar explicación de como le haría Francis para convercer a dos hombres que trabajan para su padre, que no traicionarían su confianza solo para consentirlas con sus caprichos y arriesgarse a perder sus trabajos. No, eso jamás pasaría.

-Tú tranquila Valentina. Deja todo en mis manos. Yo hablaré con ellos. Solo será una reunión pequeña, ellos van a entender.

-Me parece que la que no esta entendiendo eres tu Francis. Estamos hablando de traer personas aquí. Sabes que papá va a quitarme la cabeza por hacer algo como eso. Los únicos que han tenido entrada han sido tu y Melinda.

-No olvides al intruso del que me hablaste.

Valentina ya había olvidado por completo la presencia de aquel ser que nadie más hasta ahora había podido ver. Y le extrañó que ella hiciera mención de ello, porque anteriormente no le había creído. Pero la conocía lo sufuciente para saber que buscaría cualquier medio de hacer esa fiesta.