EL ZORRO Y EL REMOLINO.

batalla de shinigami.

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El rubio miraba su hogar nunca lo había pensado todo era diferente incluso ella se comportaba diferente con el no sabía que pasaba por la cabeza de la diosa era enigmática siempre hacia su deber aveces eran enviados por ella y otras veces tenian que quedarse en aquél lugar ninguno de sus acompañantes se quejaba de aquel lugar.

Más de una vez quería preguntar por sus padres pero se detuvo era mejor solo esperar un poco de tiempo tarde o temprano los vería de nuevo miraba el cielo del medio día si que le gustaba ver las nubes los bijus se dormían tranquilamente era mejor que verlos jugar jamas se cansaban para nada.

El rubio terminaba de afilar sus kunai y shuriken eran armas para trabajos fáciles que no tenia que usar su guadaña, miraba a las kunoichi ellas tenian diferentes tareas por la diosa para hacer noble su espíritu y fuerte su alma o era según sus palabras pero la verdad hacer los quehacer no los hacia nobles ¿o sí?.

El rubio había terminado de podar la mala hierva además arreglo los árboles que necesitaban cuidados, el vio como ellas entrenaban en el dōjō era bueno debes en cuando a un enfrentamiento a muerte para sentirse vivos aunque no podían morir.

El rubio miraba a todos lados antes de irse era un día muy aburrido se desvaneció del lugar kurama solo se acomodó en el tronco antes de ver las nubes pasar quién lo dirá que el se había ganado su confianza pero si le decía que su mamá estaba viva y estaba aquí no sabia que seria peor saber que fue su culpa de que haya sido tratado como un animal o que su familia estaba viva por donde lo miraba esto terminaría muy mal día a día pasaba y pesaba aun más de lo que ya era.

En suna.

Los Genin de la konoha habían llegado por petición de ayuda de la aldea.

Nadie podía hacer nada por Kankurō quien se encontraba al borde de la muerte había quedo envenenado por el Akatsuki de las marionetas tamari fue quien ayudó a al grupo tenian que partir de inmediato.

La rubio pudo ver aquella sombra que acecha en la oscuridad de una esquina solo estaba parado en aquel lugar.

Tamari: ¿quien eres?. — la sombra tomo una aparecía mas humana era un chico de su edad de pelo rubio y ojos azules sus mejillas tenian bigotes de zorro.

Naruto: mi nombre es naruto sabes a lo que vengo tu hermano esta en mis puertas. — el mostraba su guadaña pero su vista solo mostraba tristeza podía ver los recuerdos del Shinobi que se haya en la cama de aquel lugar.

Tamari: tu no eres shinigami ella jamas se vería.

Naruto: o tal vez eres la única en verme todos te miran extraña. — la kunoichi solo parpadeo un poco antes de ver que una enfermera le ponía su mano en su frente.

Ella salio de aquel lugar sin decir más entre los que estaban dentro la dejaron sabían que no era fácil perder a casi toda su familia el doctor solo movía su cabeza solo un la mano de kami podría ayudar en estos momentos a su aldea.

Una vez lejos tamari se encerró en una habitación se aseguro que no hubiera nadie.

Tamari: se que estas aquí. — un rubio se apareció enfrente de ella con su guadaña aquel filo le dio escalofríos en su cuerpo calando hasta lo más profundo de su ser.

Naruto: ¿que es lo que quieres ?. — el se sentó en un sillón cercano.

Tamari: solo tu puedes ayudarme ahora no puedo ver a  mi familia morir que quieres por dejarlos vivir.

Naruto: no puedo hacerlo debes de aceptarlo llego su tiempo tengo que hacer mi trabajo.

Tamari: se que soy una humana y mi familia a echó cosas imperdonables pero no son malas personas mi hermanito tiene una carga que no lo pidió mi hermano Kankurō solo hace lo mejor para ambos siendo el quien nos a ayudado dando todo para que funcione.