"Me avergüenza admitir que le tengo más miedo a la vida, que a la muerte"
El jueves había pasado como un soplo, y ese viernes a las cuatro de la tarde nos reuniríamos en mi casa con el abogado Kaito Shion para la lectura del testamento de mi papá. Como si fuese una gran reunión social, todo estaba perfectamente arreglado para nuestros invitados. La tenida era elegante, de traje negro, por lo que apenas al pisar la casa Haku me sorprendió con un vestido corto comprado exclusivamente para el evento.
Incluso la prensa vendría.
Una vez vestida me acerqué a la sala contemplando que se había puesto una mesa de bocadillos. Y no era para menos, varios amigos y aliados de mi padre habían sido invitados para conocer a quien sería su nuevo -o nueva- socio comercial.
Llevaba a la regordeta Josephine en los brazos, y al tomar un pastelillo ella no dudó en tratar de subir encima de la mesa. La atajé con mucho esfuerzo, aunque terminé cediendo y le dí un arrolladito de carne cuando nadie nos estaba mirando.
Tomé asiento al lado de Miku y Gumi, quienes habían venido a hacerme compañía. Las chicas estaban combinadas con trajes de camisa y pantalones negros, los cuales las hacían ver un poco mayores. Gumi me arrebató a la perrita y se encontraba mimándola cuando mi mamá me llamó, obligándome a recibir y saludar educadamente a todos los invitados.
Me sorprendió la llegada de un grupo de policías, quienes claramente no estaban enterados de que la ocasión era de etiqueta. Distinguí a la detective Sakine, a su asistente Fukase y a la forense Luka. De los tres, la única que se había vestido para la ocasión eran esa tal Megurine, quien no tardó en caminar hacia mí. Supe de inmediato que su intención era saludarme.
- Hola linda -me dedicó con su voz aterciopelada, y no pude evitar fijarme en lo llamativa que era ella, desde la armonía de su rostro hasta su figura completa. Incluso a pesar de que sólo llevaba un traje con pantalones, era muy obvio como las miradas de los amigos de mi papá giraban en nuestra dirección, y la mujer parecía disfrutarlo con ganas.
- Hola señorita Megurine -le saludé con una pequeña reverencia, tal y como mi madre me había exigido que haga con cada uno de nuestros invitados, sin importar lo que pensara de ellos.
Y ella me parecía una perra. No sé por qué, simplemente lo sentía en la boca del estómago. O quizás simplemente sentí envidia por la forma en que despertaba el interés al pasar.
La mujer amplió su sonrisa sensual al mirar por encima de mi hombro, y no pude evitar girarme para ver quién o qué había llamado su atención.
Allí estaba parado, desprendiendo un brillo de esos que te encandilan los ojos, Len Akita.
El joven de veintitrés llevaba un traje que destacaba su esbelta y elegante figura, y tomaba del brazo izquierdo a su madre Miriam. Del brazo derecho estaba colgada Neru, y ambas mujeres también vestían de acuerdo a la ocasión.
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EL PACTO | RiLen
RomanceTHRILLER / ROMANCE Rin Kagamine se niega a aceptar que su padre se ha suicidado, por lo que decide ayudar en la investigación policial. La pubertad, la amistad, el amor y la familia tocan su puerta, esperando ser atendidos en esta historia que llev...